Oliver con la celeste en el pecho

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La historia de Wilson Oliver: "No me gusta que mientan que un jugador no puede jugar en Primera por ser homosexual"

Villa Española le pidió autorización para tomarlo como referente en el mes de la diversidad
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08 de septiembre de 2021 a las 05:01

Wilson Oliver es un exfutbolista de Nacional y Villa Española que saltó a la fama, no por su condición de jugador -aunque era muy bueno, según las crónicas de los años 1980- sino porque en un deporte donde abunda el machismo fue el primer futbolista uruguayo en declararse homosexual. Lo hizo públicamente en una entrevista que concedió a la revista Gay Barcelona, en el año 2005, un largo tiempo después de retirarse.

Este mes de setiembre, en el que se llevará a cabo la 17ª marcha por la diversidad, Villa Española decidió recordarlo con una camiseta especial, “la camiseta que Wilson no pudo vestir”.

¿Qué es de la vida de Wilson Oliver? ¿Dónde vive? ¿Siguió ligado al fútbol? ¿Cuál es el sentimiento que tiene respecto a este deporte? Referí se comunicó con él desde Barcelona, donde reside, para saber cómo fue su vida de futbolista y qué observa que haya cambiado en la sociedad desde entonces.

Sobre la idea del club Villa Española, Oliver expresó: “Me pidieron autorización para tomarme como referente por el mes de la diversidad. En realidad, son consecuentes con lo que hicieron cuando jugué al fútbol. Para mí es más que un club y siempre está a favor de las minorías. En aquella época fue un salvavidas para mi vida, me permitió seguir jugando el deporte que amaba, con mucho respeto y humildad. Me hizo sentir en familia y ahora en esta época de mi vida, que miro el fútbol con un poco de despecho, de decir ‘mirá cómo me engañaron’ porque he demostrado que he sido jugador de primera línea y sin embargo por esa política absurda del machismo que tenía nuestra sociedad, me generaron una presión que me obligaron a salir”.

El debut en Nacional

Debutó en Nacional en 1986, cuando apenas tenía 20 años. Una época difícil del país, que estaba saliendo de la dictadura militar: “Tengo imágenes de una razia en un local que se llamaba Controversia, que se llevaron por ser homosexuales a todas las personas que estaban disfrutando y bailando. Quedar toda una noche presos, enterándose los padres y yo por casualidad no fui. Si hubiese ido, ya jugaba en Nacional, era el fin de mi carrera” señaló.

¿Cómo fue debutar en Primera división tan joven? “Fue un despertar porque mi energía estaba 100% puesta en llegar. Estaba concentrado completamente. Después me di cuenta del logro de llegar, era súper popular: en la calle, en el taxi, en el bar, todos me conocían. Entonces mi vida se restringía a momentos ocultos, con amigos que no podían ser ellos mismos, porque fue una presión muy grande. Felizmente dejé el fútbol a tiempo y puedo seguir diciendo que soy feliz, a pesar de todo”.

Pero también la vida le fue mostrando señales sobre el camino que tenía que tomar: “Por ejemplo en el segundo partido que entré de titular, contra Wanderers, me lesioné de un esguince de rodilla y me costó muchísimo recuperarme. Después tuve una punta de hernia que me quitó velocidad. Fueron pequeñas cosas que te van indicando que el camino mejor es pasar por ser un ciudadano común y corriente y dejar lo que amaba”.

Se adaptó al mundo del fútbol. “Era una forma de alcanzar mi objetivo, viajar, conocer el mundo, poder ser yo, era mi idea al principio y luego entendí por qué. Pero todo fue un proceso y me encanta esta oportunidad que me da Villa Española de volver a ser la voz de estos gurises, de las nuevas generaciones, porque lo hice en su oportunidad. El tema es que lamentablemente estoy otra vez en el ojo del huracán y otra gente va a menospreciar mi trabajo y mi dedicación, todo lo que he luchado durante mi vida, por cuestionarme si tengo razón o no tengo razón. Porque para ellos es muy fácil”.

En Nacional nunca le dijeron de frente que lo dejaban libre por ser gay, pero percibió señales. "Tenía 20 años, había llegado a Primera división, con una conducta intachable, un deportista 100%. Te presentan rubias, castañas, con alguien te quieren casar y ves que no te casas, esta presión después se traslada en la duda y esto se traslada a muchos curiosos que quieren saber qué pasa contigo. Esa es la secuencia”.

"Me dejaron tirado", dice tras su salida de los tricolores. Primero pasó a préstamo a El Tanque Sisley, luego quedó libre y fue al Villa. "Busqué un equipo un poco más humano y por eso llegué a Villa Española, que me permitió jugar en el exterior. Anduve bien unas cuantas fechas ese año 1989, fui seleccionado de la etapa de la B en varias oportunidades, y eso me permitió viajar al exterior y jugar en equipos de afuera". 

En aquel tiempo cruzó a Buenos Aires buscando privacidad, pero no fue posible. “Pensé que cuanto más lejos, menos te ven, pero la gente del fútbol es la que hay. Los kinesiólogos, los médicos, hay muchos que son gays y todo se sabe. Fijate que en Búnker, que es una discoteca gigantesca, justo da la casualidad que me encuentro a un uruguayo que estaba vinculado al fútbol que me preguntó si yo era el jugador de Nacional; fue un estrés, una locura que al final me derrumbó”.

En 2005, cuando se publicó la entrevista en la revista de Barcelona, “muchos periodistas ahí dijeron que estaba por el dinero. Tremendos pelotudos, porque soy una persona normal y corriente y estaría forrado de dinero si fuera como lo pintaron y no es así. Lo único que no me gusta es que sigan mintiendo, como lo hizo el señor Fossati que dijo que ningún profesional por ser gay puede llegar a Primera división porque tiene costumbres diferentes a los 22 restantes. Le tengo que decir calladito señor, yo lo hice y no hubo ningún inconveniente, solamente personas como usted me la hicieron más difícil, por eso me tuve que ir”.

Jorge Fossati dijo en 2004, cuando era técnico de la selección uruguaya, que un futbolista homosexual no podía integrar un plantel profesional. Fue denunciado en la Justicia y pidió disculpas, por lo que la causa se cerró.

"Todavía soy noticia"

A pesar del tiempo, la discriminación se mantiene. “Si soy el primero y se sigue repitiendo y todavía soy noticia, y soy la cara de muchas personas que defienden esto… Hay muchísimos profesionales que sé que tienen mi misma orientación, pero por algo me puso la vida en este punto. En realidad, no tengo porque contarle a la gente qué hago con mi vida privada, lo cuento porque denuncia algunas cosas. Es el único objetivo, porque a nadie le importa lo que hago en mis cuatro paredes. Por eso respeto a muchos deportistas que hacen esto mismo que te estoy diciendo”.

Aún en Europa, la situación es similar: “Aquí ves que hay jugadores que recién ahora están saliendo del armario. Primero que no es necesario, segundo que tu eres equis dinero para el club y lo van a tener que arreglar de alguna manera para seguir siendo cotizable. No solamente está lo moral, sino también lo económico. Nacional en mi caso, si hubiese tenido una persona especializada en el tema, se hubiese dado cuenta que era un valor; con 20 años, un jovencito que llega a Primera división, al contrario, hay que cuidarlo y saber qué le está pasando, si querés recuperar un valor económico. Ahora si te manejás con esos códigos del señor Fossati, obviamente me voy a sacar el problema de arriba rápidamente. Esa es mi crítica”.

Wilson Oliver en España

Oliver lamenta no poder transmitir su experiencia de 11 años en el fútbol profesional y contó un ejemplo. 

“Yo entrenaba unos chiquilines acá, compré chalecos, pelotas, los padres contentísimos, pero bastó poner mi nombre en internet y salió que era futbolista gay. Automáticamente empezaron comentarios agresivos de algunos personajes. Yo siempre digo que si un tipo es heterosexual 100%, no tiene ningún problema conmigo, no le generás ninguna duda, ningún conflicto. El problema está en aquellos que los confunde, esos te agreden porque quieren destruir una imagen que los confunde. Esto mismo se lo digo a mi jefe”.

Actualmente trabaja en la recepción de un sauna gay y se queja de su jefe. "Piensa que soy un enfermo por ser homosexual. Además existe el partido político Vox que piensan que somos unos enfermos. Y estamos hablando de Europa”. Es más, con su padre tampoco tiene relación por su condición sexual: “Mi viejo es parte de todos estos 'fossatis' que hay en el Uruguay, que piensan de esa manera”.

Por eso, indicó: "No hay que comerse los cuentos, cuánto más se hable, más normal se vea y más normal lo entienda la gente, yo no tendría protagonismo en ningún momento. Este protagonismo que tengo ahora es por el Villa y por eso me siento orgulloso de ser referente del club".

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