El coronavirus hizo estragos en Nueva York, la ciudad más afectada en el mundo con más de 20 mil muertes, además generar un alto desempleo, crisis fiscal y éxodo de la población.
Un reciente informe atribuido al United Hospital Fund (UHF) y Boston Consulting Group pone ahora la mirada en el impacto de la pandemia en los más pequeños el dato es que más de 4.200 niños perdieron a un padre o un cuidador.
La directora de la Iniciativa de Salud Infantil de UHF y coautora del informe, Suzanne Brundage, solo recuerda otro evento con cifras más dramáticas: el ataque contra las Torres Gemelas el 11 de setiembre de 2001. Entonces, 3.000 niños se quedaron sin padre.
“Perder a un padre o cuidador durante la niñez aumenta el riesgo de que el niño desarrolle una variedad de malos resultados a lo largo de su vida, incluida una peor salud mental y física”, apunta el estudio.
Pero, además, la mayor parte de esos niños, son de la comunidad afroestadounidense e hispana.
De acuerdo con el informe, los niños hispanos y negros experimentaron el doble de veces de muertes parentales que los asiáticos y blancos.
La tasa es uno de cada 600 niños negros y uno de cada 700 hispanos, en comparación con uno entre 1.400 asiáticos y uno entre 1.500 blancos.
Los condados de la ciudad de Nueva York más afectados en cuanto al número de niños que se quedaron sin un padre son Brooklyn y Queens, y luego el Bronx, Manhattan y Staten Island.
El estudio de UHF y de Boston Consulting Group reitera que perder a un padre puede significar para un niño un mayor riesgo de ingresar al sistema de crianza temporal o al cuidado de parientes, además de hacerlos más vulnerables a la depresión y la ansiedad. Casi el 50% de estos niños pueden caer en la pobreza, apuntan, de acuerdo a la reseña de El Diario de Nueva York.
El informe calcula que, en 2021, se requerirán US$ 800 millones en viviendas, alimentos, seguros médicos e inversiones en aprendizaje remoto para satisfacer las necesidades básicas de cerca de 300 mil menores de edad que están cerca de la línea de la pobreza en Nueva York.