A las 2.32 de este miércoles fue asaltado otro cajero automático mediante explosión realizada con gas inflamable. La técnica que desplegaron los delincuentes ya se sabe de memoria: una manguera, que fue encontrada en el lugar junto a varios cables, conectada a una garrafa de gas que, en este caso, no apareció en la escena.
El dispensador atacado esta vez fue el del Banco Santander de Bulevar España, frente al Ombú de Luis de la Torre, en Pocitos.
Según informó el Ministerio del Interior los asaltantes no se llevaron el dinero, aunque la detonación ocasionó varios daños en la puerta e incendió la caja fuerte que almacena el dinero.
Este lunes fue capturada una banda de seis chilenos en el balneario de Villa Argentina, responsabilizada por la Fiscalía por un asalto a un supermercado de Bello Horizonte (Canelones), pero las autoridades sospechan que están detrás de varias de las explosiones a cajeros automáticos, una modalidad que se extendió en Montevideo a fines de octubre de 2017 y que en enero de este año llegó a Canelones y a Punta del Este.
Por otra parte, la semana pasada el gobierno anunció que las instituciones bancarias ya comenzaron con la instalación de la única solución –probada con éxito en el mundo– a esta modalidad delictiva: el sistema de entintado de billetes, que se activa cuando se detecta una explosión o un movimiento brusco en el sector de almacenamiento del dinero. Así lo exhorta el gobierno en un decreto que aún permanece en la órbita de Presidencia.
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