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Para Los Teros es “el partido más importante de todos”: por qué Namibia significa un cierre de ciclo
Además del privilegio único de estar viviendo un Mundial de Rugby, seguir a Los Teros en su día a día en Francia permite, aunque con cierta distancia por la privacidad del equipo, ir tomando el pulso al ambiente. Fue muy claro tras el sorprendente rendimiento ante Francia, cuando en las horas posteriores al partido la sensación que se sentía en el aire, y en charlas off the record, era que se estuvo más cerca de lo pensado de un batacazo histórico, y que no fue fácil la decisión de respetar el plan original de administrar minutos del plantel pensando en Italia. También el ambiente post derrota ante Italia, que fue, tal como dijeron los entrenadores, un duelo: la necesidad de descargar, de sacar de adentro la frustración de no lograr un objetivo que era dificilísimo pero que se habían planteado lograr.
Ahora, a horas de jugar con Namibia, la mejor palabra que puede definir el ánimo es trascendencia. El equipo está completamente concentrado en la victoria, y sabe que son favoritos, pero también tienen claro que un equipo uruguayo nunca puede subestimar, porque generalmente se acerca al nivel del rival, hacia arriba y hacia abajo, y tanto puede jugar de igual a igual con Francia como perder con Namibia.
Hay una necesidad de victoria, además del triunfo en sí, por ratificar lo bueno que está hablando el mundo del rugby sobre Uruguay: una derrota le sacaría brillo a las buenas actuaciones ante Francia e Italia. Y también peso al pedido de más y mejor competencia, bajo el razonamiento de: ¿por qué piden más competencia si no le pueden ganar a los equipos de su nivel? Del otro lado, una victoria convincente ante los africanos metería más presión en la dirección del reclamo de Uruguay, por más que está claro que mover las estructuras del rugby mundial es parecido a tratar de empujar a un dinosaurio. Después vendrá Nueva Zelanda, un partido que podrá ayudar o no en ese sentido. Pero todos saben que el partido es el de hoy en Lyon.
Por todo eso, en el cuerpo técnico y en los líderes se nota un sentido de trascendencia. Porque es la gran chance de victoria para un proceso que seguro después del Mundial será diferente, como mínimo.
Lo dijo ayer el coach de scrum Óscar Durán en conferencia de prensa: “Sabemos lo importante que es este partido para nosotros. Para este cuerpo técnico que viene trabajando hace muchos años es quizás el más importante de todos. Se termina de definir si es un buen Mundial o no”.
Durán se irá después del Mundial a ser coach de forwards de Miami Sharks en la Major League Rugby. En España dan al coach de line y maul, Pablo Bouza, como nuevo head coach de España, aunque en la delegación uruguaya aseguran que Pablo, siempre reservadísimo, aún no se decidió. El propio Esteban Meneses dijo que no sabe qué será de su futuro, y que en 2019 lo decidió en el vestuario, post último partido ante Gales, junto a los dirigentes. De hecho, tampoco está claro aún qué rumbo querrá tomar la URU después de la Copa del Mundo, porque ahora el objetivo es 100% el Mundial.
Pero sí hay una sensación de que este grupo, tal como está ahora, no volverá. Lo mismo con algunos de los jugadores más experientes, porque la edad pasa y pensar en otro proceso se cuatro años es difícil: le pasa, por ejemplo, a Rodrigo Silva, que le dijo a El Observador antes de salir que era su último Mundial, y que aún no ha tenido minutos, porque el proceso de renovación, como había pasado en 2019 en varios puestos clave, ya empezó durante la copa del mundo.
Todos saben que hay que ganar. Y que es la última final, de tantas que ha protagonizado este grupo: Canadá en 2018 en la eliminatoria, Estados Unidos en Seattle 2019 durante la Américas Rugby Championship, Fiji en Kamaishi en el Mundial 2019, Chile en aquella tormenta del Charrúa a puertas cerradas en 2021, Estados Unidos en aquella maravillosa clasificación a este Mundial… De hecho es la última final de este grupo tal como lo conocemos hoy. Es lógico, el tiempo pasa para todos. Cambios habrá, lo que aún no sabemos es la magnitud de esos cambios. Pero todo eso entra en la bolsa de la trascendencia de este partido, y de cómo se lo prepara desde lo anímico.
Es el partido más importante de todos. Y así lo preparan Los Teros.
