Este martes el patrimonio uruguayo sumó un nuevo hito a su historia con la inclusión de la Iglesia Cristo Obrero de Atlántida, diseñada por el ingeniero Eladio Dieste, en la lista del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. El templo canario había sido postulado por Uruguay en 2019, y fue votado finalmente en la segunda jornada de las deliberaciones del Comité del Patrimonio de la entidad supranacional, que se encuentra en sesión en China desde el pasado viernes hasta el 31 de julio.
En la elección de la iglesia de Dieste, el Comité destacó "la técnica innovadora" y la "reinterpretación moderna" de un tipo de edificio tradicional como son las iglesias católicas. Según se señaló en la presentación durante el congreso, la pila bautismal es el único elemento de la construcción que necesita restauración, pero en general se destacó el buen estado del edificio, y su inclusión en la lista no tuvo objeciones durante su discusión.
La Iglesia Cristo Obrero se convierte, con este nombramiento, en el tercer sitio uruguayo declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, aunque es el primer edificio en alcanzar ese estatus.
"Hasta ahora solo teníamos otros dos bienes reconocidos. Es una tercera incorporación que da una idea de lo difícil que es", dijo más temprano el ministro de Educación y Cultura Pablo Da Silveira, consultado por los medios sobre la inclusión de la obra de Dieste a la lista.
El primer lugar uruguayo que ingresó a la consideración de la organización fue el barrio histórico de Colonia del Sacramento, en 1995. Fundada por los portugueses en 1680, la ciudad vieja fue incluida en la lista de la Unesco por “ser un ejemplo eminentemente representativo de un tipo de construcción o de conjunto arquitectónico o tecnológico, o de paisaje que ilustra uno o varios períodos significativos de la historia humana”. También se destacó su "valor universal excepcional" y su traza urbana y construcciones más representativas.
Veinte años más tardes, Uruguay alcanzó su segundo nombramiento: el paisaje cultural e industrial Fray Bentos, donde se encuentran las instalaciones del antiguo frigorífico Liebig’s-Anglo.
La inclusión, fechada en julio de 2015, fue habilitada por el Comité de Patrimonio dado que el lugar “atestigua un intercambio de valores humanos considerable, durante un período concreto o en un área cultural del mundo determinada, en los ámbitos de la arquitectura o la tecnología, las artes monumentales, la planificación urbana o la creación de paisajes”.
El sitio completo abarca 275 hectáreas e incluyen la estructura del frigorífico, los muelles sobre el río Uruguay, el área que en su momento se dedicó al pastoreo, las casas de los funcionarios y sus lugares de esparcimiento.
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