El Estadio Raimundo Sampaio será el escenario del debut de Peñarol en la Copa Sudamericana 2023 cuando este miércoles (21:00) visite a América Mineiro en Belo Horizonte, Brasil.
Con ese nombre, el escenario no es tan conocido. Pero si se lo presenta como el Estadio Independencia de Belo Horizonte, su denominación más popular, ahí ya le puede sonar más a los futboleros uruguayos.
Ese estadio está vinculado a la más rica historia del fútbol uruguayo porque fue donde la selección comenzó a conquistar el Mundial de 1950, título que tuvo como broche de oro la hazaña del Maracanazo.
Ahí, en Belo Horizonte, la celeste jugó el primer partido del Mundial de Brasil, el 2 de junio de 1950, y lo hizo con un contundente triunfo 8-0 ante Bolivia.
Los tantos celestes fueron un triplete de Óscar Miguez, dos de Juan Schiaffino, más los de Ernesto Vidal, Julio Pérez y Alcides Ghiggia.
Siete de los ochos goles fueron anotados por jugadores de Peñarol, todos menos el de Julio Pérez.
Aquella vez en 1950, cuando jugó Uruguay ante Bolivia, solo hubo 5.284 espectadores, de los 30.000 lugares que el escenario tenía en aquel entonces.
Cuando se inauguró el 25 de junio de 1950, para ser una de las sedes del Mundial brasileño, el estadio pertenecía al club 7 de Setiembre, día de la independencia brasileña, por eso se le llama Independencia.
En aquel torneo además del 8-0 de Uruguay a Bolivia se disputó otro partido histórico, el 1-0 de Estados Unidos a los padres del fútbol, Inglaterra. Y también el 3-0 de Yugoslavia a Suiza.
El estadio, ubicado en el barrio Horto Florestal, rodeado de casas en su mismo predio y en la cima de un morro, contaba y cuenta con tres tribunas.
En los videos del partido de 1950 se ve que las laterales se unían con la que está detrás de uno de los arcos formando una “U”. En las imágenes también se aprecian las montañas en el horizonte.
En 2010 fue demolido y se acondicionó, pasando su capacidad a 23.000 espectadores.
Hoy el escenario es propiedad de América Futebol Clube, el tercer grande de Belo Horizonte, que es local ahí y también se lo cede en ocasiones a Atlético Mineiro. Cruzeiro, por su parte, juega en el Mineirao.
Peñarol comenzará su Copa Sudamericana en un estadio donde otros uruguayos supieron dejar su huella.
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