Fútbol > EL ANÁLISIS
Peñarol mejoró pero la sombra de la decepción lo persigue y lo atormenta
El suplicio de la temporada 2022 se va terminando y Peñarol decepciona cada día un poco más. Aún cuando mejora en algo sus pobres formas futbolísticas, tal como aconteció este domingo contra River Plate en la penúltima fecha del Torneo Clausura.
Peñarol mereció más pero el partido terminó 1-1 y el golpe de quedar afuera de la Copa Libertadores, ya tangible, casi inevitable, será el corolario final de una temporada nefasta.
Ante un River Plate que buscaba el triunfo para superar la línea de Nacional en el Clausura, Peñarol logró imponer -al fin- el libreto que propone Leonardo Ramos. Pero la falta de eficacia en zona de culminación lo privaron de una victoria que se hubiera compadecido con el desarrollo del encuentro.
Cuando rompía los ojos que la titularidad de Leandro Lozano ya no se sostenía, el entrenador por fin tomó la determinación y mandó de titulares a Nicolás Rossi e Ignacio Laquintana, saliendo del equipo también Kevin Méndez.
El argentino Hernán Rivero, el 9 que llegó para el Clausura después de que se manejaran nombres como los de Diego Costa o Radamel Falcao García, no entró ni en la convocatoria y Ruben Bentancourt -que con poco fue el 9 que más goles ha hecho- tomó el lugar de Lucas Viatri.
Así, Ramos conformó un equipo más veloz y más directo para canalizar sus ataques.
Sin embargo, tuvo que volver a remar un partido de atrás, por uno de esos goles que explican el momento que atraviesa el club.
Iban solo 12 minutos de juego cuando el paraguayo Walter Clar sacó un centrito con una flojísima oposición de Laquintana y cuando Yonatthan Rak iba a despejar un balón flotado por un cabezazo de Thiago Borbas, Facundo Bonifazi apareció desde el lateral como un tren descarrilado y golpeó a su compañero generando un rebote que Ramiro Cristóbal transformó en gol con un remate bien colocado que no necesitó del extra de la potencia.
Bonifazi jugó en lugar de Juan Manuel Ramos, un jugador que increíblemente llegó en 2021 como relevo de Joaquín Piquerez -con características completamente diferentes- y que nunca terminó de evolucionar ni afianzarse en el puesto, aún cuando nunca tuvo un relevo que le compitiera por el puesto (por las lesiones de Valentín Rodríguez).
De la pobrísima gestión deportiva 2022 de Peñarol a cargo de Pablo Bengoechea se han escrito ya ríos de tinta, pero en cada partido algunos de los fallos garrafales que ocurren en la cancha vuelven a ponerla sobre el tapete.
Con el peso de la temprana desventaja, Peñarol trabajó por el empate.
Con Rossi asumiendo la responsabilidad desde sus jóvenes 20 años, con Agustín Álvarez Wallace cruzando pelotas muy precisas, con un buen despliegue de Rodrigo Saravia en el medio, y con Laquintana lastimando con su velocidad.
El ex Defensor Sporting volvió a ser el jugador más incisivo en el ataque. Pero nuevamente fue víctima de sus propios fantasmas: la culminación.
El puntero se pasó todo un año sin pulir aspectos fundamentales: cuándo definir o cuándo asistir y sobre todo cómo definir. A Laquintana lo sigue gobernando la ansiedad a la hora de culminar.
Y por eso Peñarol no ganó el partido.
Cuando River Plate abandonó la posición cautelosa asumida tras el gol de la ventaja, obligado por el gol del empate de Bentancourt, de penal, el partido se hizo abierto y de ida y vuelta.
El darsenero lo buscó con Thiago Borbas tirándose a la izquierda, para buscar el arco con sus enganches para la pierna hábil. Pero Peñarol lo defendió bien, con Agustín Da Silveira llegando siempre a tiempo cuando la primera marca de Pedro Milans era sobrepasada.
Peñarol, con espacios, lanzó dos veces a Laquintana contra el arco de Salvador Ichazo.
En la primera, el puntero agachó la cabeza y le reventó el pecho al golero cuando tenía a Lozano solo por el medio.
En la segunda, definió suave y de zurda. Colocó bien la pelota, pero le dio tan suave que Agustín Chopitea tuvo tiempo para restar el balón de la línea.
Para lo que viene mostrando Peñarol, la falta de culminación de Laquintana es un mal menor.
El equipo generó siete chances de gol claras y Salvador Ichazo fue el mejor jugador del partido. Eso habla de claros signos de mejoría.
Pero al quedarse sin ganar, la Libertadores se alejó -algo que va a resentir la economía del club en 2023- y una nueva decepción castigó los hinchas de Peñarol. Aunque hinchas no hubo en el Campeón del Siglo porque la ola de violencia que tapó al club en las últimas fechas lo hizo jugar a puertas cerradas.
La ficha
Peñarol:
Kevin Dawson 5
Pedro Milans 5
Agustín Da Silveira 5
Yonatthan Rak 5
Facundo Bonifazi 4
Agustín Álvarez Wallace 6
Rodrigo Saravia 6
Ignacio Laquintana 5
Brian Mansilla 4
Nicolás Rossi 6
Ruben Bentancourt 5
DT: Leonardo Ramos
River Plate:
Salvador Ichazo 7
Maximiliano Pereira 3
Santiago Brunelli 6
Horacio Salaberry 5
Walter Clar 5
Matías Alfonso 5
Ramiro Cristóbal 6
Matías Ocampo 5
Pablo López 5
Jonathan Urretaviscaya 5
Thiago Borbas 6
DT: Gustavo Díaz
Cambios en Peñarol: 60' Brian Lozano (5) x B. Mansilla, 66' Nicolás Milesi (5) x A. Álvarez Wallace -lesionado- y 87' Lucas Viatri x R. Bentancourt
Cambios en River Plate: 66' Nicolás Sosa (5) x P. López y Juan Cruz De los Santos (4) x J. Urretaviscaya, 78' Joaquín Lavega x M. Ocampo, Tiago Galletto x M. Alfonso y Agustín Chopitea x W. Clar
Cancha: Campeón del Siglo
Jueces: Andrés Matonte, Nicolás Tarán y Sebastián Silvera
Goles: 12' R. Cristóbal (RP), 63' R. Bentancourt (P)
Amarillas: 63' M. Pereira (RP), 74' R. Saravia (P), 85' T. Galletto (RP)
