Fútbol > LA SALIDA DE DIEGO
Peñarol, un devorador de técnicos en el siglo XXI: de Julio Ribas a Forlán
Peñarol se ha transformado luego de haber ganado el segundo quinquenio en 1997 y de conseguir el penúltimo Campeonato Uruguayo del siglo pasado en 1999, siempre con José Pedro Damiani como presidente.
Tanto es así que con la contratación de Mario Saralegui –luego del cese de Diego Forlán ocurrido este lunes–, en lo que va de este siglo XXI, será el nombramiento número 29 de técnico y fueron 19 profesionales distintos que, en algunos casos, se fueron repitiendo con el correr de las temporadas. Mientras tanto, en ese mismo período, hubo solo tres presidentes distintos en la institución de las 11 estrellas.
Muy, pero muy atrás quedaron aquellas épocas de éxitos en los que durante cinco años –de 1993 a 1997 inclusive–, el club contó solo con dos entrenadores: Gregorio Pérez y Jorge Fossati, más allá de una Liguilla en la que dirigió Alejandro Botello.
José Pedro Damiani, en su mejor momento en lo local, trajo después a Julio Ribas y lo mantuvo durante tres años. Eran tiempos distintos, con otra espalda por los títulos conseguidos.
Posteriormente, la realidad de los malos resultados implicó cambios. Y allí, con Damiani, comenzaron a pasar técnicos casi por catálogo.
De 2002 a 2007, año de su fallecimiento, prácticamente desfilaron entrenadores en el club: Gregorio Pérez en dos oportunidades, Diego Aguirre, Fernando Morena, Luis Garisto y Mario Saralegui.
Poco antes de la muerte del contador se creó el puesto de coordinador institucional y su hijo, Juan Pedro Damiani, aún sin ser presidente, se hizo cargo del club y lo primero que decidió fue destituir a Gregorio –por teléfono– y contratar a Gustavo Matosas.
Con Juan Pedro al frente del club, hubo cambios significativos desde el punto de vista institucional, pero los resultados futbolísticos tardaron en llegar.
Si bien tras Matosas volvió Mario Saralegui y obtuvo el Torneo Clausura en una gran final contra el River Plate de Juan Ramón Carrasco, que era el equipo del que todos hablaban, perdió luego la final del Uruguayo a manos de Defensor Sporting.
Luego pasaron Julio Ribas y Víctor Púa, sin éxito alguno, hasta que en 2010, Peñarol volvió a contratar a Diego Aguirre y salió campeón uruguayo y fue vicecampeón de la Copa Libertadores de América un año después.
En medio de ese Uruguayo y la Copa, dirigieron Manuel Keosseian y Edinson Machín.
Volvería por última vez Gregorio Pérez, Jorge Goncálvez dirigiría un encuentro como interino –en lo que fue su primer pasaje por la institución– y luego llegaría Jorge “Polilla” Da Silva, quien finalmente logró el título del Uruguayo.
El Polilla decidió irse y Juan Pedro Damiani contrató a un técnico muy joven y de poca experiencia, algo parecido a lo que ocurrió con Forlán. Fue el turno para Diego Alonso –quien había salvado a Bella Vista del descenso y luego se fue a Guaraní de Paraguay–. Lo aguantó solo ocho partidos y es, en números, el peor entrenador de Peñarol desde que en 1990 César Luis Menotti cosechara solamente el 16,7% de los puntos en juego.
Los nuevos técnicos que siguieron fueron Jorge Goncálvez, Jorge Fossati, Paolo Montero –en un interinato de tres partidos–, Pablo Bengoechea, el Polilla Da Silva nuevamente, Fernando Curutchet y Leonardo Ramos.
Desde que Jorge Barrera es presidente, luego de la salida de Ramos, contrató a Diego López y luego a Diego Forlán. El tercer técnico será también de su paladar futbolístico: Mario Saralegui, quien tendrá su tercer pasaje por el club.
Estadísticas en contra y a favor
Los números no ayudaron a Forlán en su corta estadía en Peñarol que pudo haber sido aún más corta si no hubiera existido la pandemia mundial por coronavirus.
El ahora extécnico de los aurinegros solo pudo dirigir 11 encuentros, nueve por el Campeonato Uruguayo y dos por la Copa Libertadores de América, en los que cosechó apenas cuatro victorias, a las que se le suman tres empates y cuatro derrotas.
Si se toman en cuenta los 19 entrenadores que tuvo el club durante el siglo XXI –alguno de ellos, con más de un pasaje por la institución e incluyendo a profesionales que dirigieron pocos encuentros debido a que cumplían un interinato– Forlán ocupa el quinto puesto desde el último hacia arriba.
El ex DT carbonero cosechó el 45,5% de las unidades en juego y solo supera a Gustavo Matosas, Fernando Curutchet, Luis Garisto y Diego Alonso. Estos últimos dos fueron contratados y dirigieron menos aún que Forlán, ya que estuvieron siete y ocho partidos al frente del plantel principal, respectivamente.
Contrariamente a estos números, si se toma en cuenta el porcentaje de Mario Saralegui, cosechó el 65,1% de las unidades en juego y dirigió muchos más partidos: 42.
De esa forma, el artiguense que tiene todos los números y el apoyo del presidente Barrera para ser el flamante DT de los carboneros en sustitución de Forlán, ocupa el quinto lugar de la tabla, pero desde arriba.
Solamente es superado por Leonardo Ramos, Pablo Bengoechea, Paolo Montero –quien solo dirigió tres compromisos en un interinato– y Gregorio Pérez, teniendo en cuenta que este informe sobre los entrenadores comienza en 2001.
| Nombre Partidos Puntos Porcentaje | |||
| Leonardo Ramos 72 153 70,8% | |||
| Pablo Bengoechea 31 62 66,7% | |||
| Paolo Montero 3 6 66,7% | |||
| Gregorio Pérez 97 190 65,3% | |||
| Mario Saralegui 42 82 65,1% | |||
| Diego Aguirre 137 264 64,2% | |||
| Diego López 67 125 62,2% | |||
| Víctor Púa 12 22 61,1% | |||
| Manuel Keosseian 17 31 60,8% | |||
| Jorge Fossati 39 70 59,8% | |||
| Fernando Morena 42 75 59,5% | |||
| Jorge Da Silva 85 151 59,2% | |||
| Jorge Gonçálvez 10 17 56,7% | |||
| Julio Ribas 67 113 56,2% | |||
| Edison Machín 2 3 50,0% | |||
| Diego Forlán 11 15 45,5% | |||
| Gustavo Matosas 19 24 42,1% | |||
| Fernando Curutchet 8 9 37,5% | |||
| Luis Garisto 7 7 33,3% | |||
| Diego Alonso 8 6 25,0% | |||
