Piñeyrúa cierra su ciclo al frente de la URU: "Ya cumplí un rol"

Hoy mi rol es buscar cómo ayudar al rugby uruguayo donde más me necesite, para seguir creciendo, y buscar soluciones para jugadores, clubes, entrenadores, fans. En esa línea estamos, por supuesto que no estoy solo. Hay un grupo de gente que está pensando cómo desarrollar las Américas, crecer globalmente, y por ahí vendrá mi próximo rol. Trabajar en esta liga americana, en cómo tener equipos profesionales en Uruguay, en más competencia fuera del seleccionado, sea en franquicias u otros equipos. Por ahí viene. Estamos trabajando en Sudamérica Rugby, con World Rugby, obviamente Agustín Pichot que hoy es el vice de World Rugby, tiene el corazoncito de esta región y está empujando para que salga.

Todo tiene etapas. Yo ya cumplí un rol acá en Uruguay que se tenía que hacer, que era dar algunos pasos, organizar cosas como podía ser el campeonato de clubes, la Unión, la parte gerencial, la administrativa, comercial, infraestructura, darle al jugador posibilidades de competir, de ser parte de un proyecto. Eso se logró, hoy todos se tienen parte de un proyecto. Lo hemos logrado y llegó el momento de que eso continúe.

La respuesta es claramente sí, se puede. Yo voy a estar muy involucrado, al pie del cañón, apoyando a toda la directiva para que esto continúe. Es un compromiso que asumí con la gente que va a venir, que no es otra que la que estuvo trabajando. Seguirá de la misma forma. No es que me vaya, voy a seguir estando.

No voy a estar en el consejo directivo. Lo pensé mucho y si estoy puedo llegar a opacar la gestión del nuevo presidente , es el momento de otros y dejar ese espacio es lo que debo hacer. Sí voy a estar vinculado, a través de alguna comisión, en la parte más ejecutiva. Vamos a estar bien. Mas allá de que la cabeza va a ser otra y que tiene mucha responsabilidad, él sabe que yo voy a estar al pie del cañón.

Para mí es un tema de liderazgo. Si el líder sabe para dónde va, darle a cada uno su espacio, que demuestre que tiene la situación controlada, que independientemente de si hay alguna curva en el camino está claro el destino, el 100% de los problemas se diluyen y todo el mundo tira para el mismo lado. Esa es la clave, es lo que hoy está ocurriendo en el rugby uruguayo. El líder de todo esto es el capitán de Los Teros. Hoy eso está fuerte, está bien y tenemos Mundial por delante y se va a consolidar más aún. Si eso está sólido, el dirigente, los entrenadores, los clubes, los patrocinadores, todos los demás actores de este juego terminan adoptando la misma postura.

Se lo contesté a un club que me lo preguntó. Es algo que ocurre hace 20 años. Ahora lo único que cambia es que puede pasar con un poquito más de jugadores y con algún matiz, y que pueda pasar con un equipo de su propio país. El hecho de formar jugadores y que el club no los tenga más viene pasando desde que (Pablo) Lemoine firmó el primer contrato. En un momento Uruguay tenía siete, ocho, 11 o 12 jugadores afuera. Siempre hemos tenido. Nunca vi a un club enojarse con Stade Français o Mont de Marsan. Nada cambió, en vez de irse a esos lugares, se quedarán en este hemisferio. Hay que desdramatizar.

¿Quién lo va a suceder?

Hemos hablado que tenía que haber una continuidad. Presentamos una lista que entendemos es la indicada. Públicamente quiero agradecer a todos los clubes, todos me manifestaron gran apoyo. La mayoría trataron de convencerme de que continuara, cuando expliqué hacia donde creo debemos ir me dijeron que estaban para apoyar, y que presentara a una lista que entendiera que debe continuar con esto. Que iban a apoyar e ir atrás de esa idea. Me siento muy halagado por esa actitud de los clubes. Pablo Ferrari es la persona que va a liderar esa lista. Ha estado en la toma de decisiones en todo este tiempo, ya trabajó con el equipo, está convenido que acá hay que seguir por el mismo camino y que no hay que cambiar mucho sino gestionar lo que se está gestionando en este momento.

¿Cómo se imagina los próximos cuatro años del rugby uruguayo?

Totalmente involucrado con la sociedad, en la idiosincracia de los uruguayos, mucho más popular. Obviamente sería una utopía imaginarlo como el fútbol pero si me lo imagino como el segundo deporte del Uruguay, consolidado y como una opción para las familias, para chicos, para los niños de todas las clases y de todos los barrios.