Espectáculos y Cultura > INVESTIGACIÓN

Poner el cuerpo y alzar la voz: el arte como herramienta de la lucha feminista

La docente e investigadora Yanina Vidal publicó "Tiemblen: las brujas hemos vuelto. Artivismo, teatralidad y performance en el 8M"
Tiempo de lectura: -'
13 de abril de 2020 a las 05:00

Pensar hoy en un 8M sin acción artística organizada en clave feminista resulta casi que imposible. La marcha que mueve a multitudes en distintos países de la región, se intensifica y diversifica cada vez más. Porque mientras las cifras de muertes de mujeres en manos de varones siguen siendo asquerosas, la necesidad de gritar en conjunto con un mensaje que llegue a todas, aumenta.

Antes de que la docente de literatura e investigadora Yanina Vidal publicara Tiemblen: las brujas hemos vuelto. Artivismo, teatralidad y performance en el 8M (Estuario, $ 400), no había en Uruguay una investigación que reuniera rasgos característicos y una reflexión en común de las distintas prácticas artísticas que tienen lugar cada 8 de marzo. Durante los últimos años, el arte tomó un lugar protagónico como herramienta de denuncia y lucha política y se convirtió en el móvil de colectivos feministas que decidieron poner el cuerpo y alzar la voz para reclamar por las que no están, por las desigualdades vigentes y por la violencia que ya no se soporta.

Con esta investigación –con la que Vidal ganó a mejor ensayo en el Premios Nacinal de Literatura–, la docente y escritora independiente se paró, principalmente, desde las performances Diez de cada diez, La caída de las campanas y la intervención callejera del grupo activista Decidoras Desobedientas. A su vez, la investigadora introduce conceptos como el de artivismo, que hace referencia al arte político y militante..

“Siempre existió el arte callejero pero ahora hay una tendencia a ciertas plataformas que se salen de la norma del capital. Y como el feminismo también tiene una gran batalla contra el capitalismo, esta es una forma de hacerse visible. Creo que si en algún momento las performances se hacen en una sala donde se cobre entrada ya no tendrían razón de ser”, reflexiona Vidal. La docente investigó en profundidad este tema en el marco de una tesis académica y bajó a tierra varios de esos hallazgos en una publicación de menos de 200 páginas que aporta conocimiento sobre la todavía fresca teoría feminista local.

Sobre el libro, sobre el artivismo y sobre la importancia de que las mujeres sean representadas en su pluralidad en cuerpo y voz, Yanina Vidal dialogó con El Observador.

¿Cómo llega el movimiento feminista local a desarrollar su artivismo?

Algo que cambió mucho el arte político contemporáneo es la incidencia de las redes sociales, que tuvieron un fuerte impacto para que las mujeres se pudieran organizar. A través de las convocatorias, se amplifican las posibilidades de participación e interés. Además, estas artes tienen un carácter democratizador en su participación, porque no te exigen un saber teórico o que seas actriz o bailarina, por ejemplo. Se trata de decir “yo quiero participar, ¿qué puedo aportar?”.

¿Hubo alguna participación en la marcha de este año que te haya llamado particularmente la atención?

Algo que vi, que ya se venía dando pero ahora con más fuerza, es cómo se agruparon tantas colectivas de trabajadoras: las chicas de audiovisual, las circenses, las de la educación, las actrices, las murguistas. Eso hace que, de alguna manera, cada una ponga lo que tiene de sí. Tiene que ver también con cómo contribuimos a la lucha feminista diariamente, desde el trabajo o desde nuestra creación. Este año fue muy importante la participación de las mujeres del circo, tuvieron una fuerte impronta. También las de colectivas afrofeministas, porque las de las cuerdas de tambores siempre están pero este año abrieron la marcha.

En el caso de las performances que elegiste como objeto de estudio de tu investigación, el cuerpo aparece con un rol discursivo, porque es el que dice, pero también como el oprimido. ¿Esto es así?

Sí. Cuando fui eligiendo las acciones con las que quería trabajar vi como algunas trabajan con la ausencia y como otras lo hacen con el resultado del cuerpo femenino como producto de la opresión. En el de Decidoras las participantes se relacionan con los objetos y es así de simple. Pero, ¿cuál es el sentido de relacionarse con una biblia, con un vestido o con maquillaje? Creo que eso es parte de lo que somos hoy.

En los tres casos, el cuerpo está habilitando la democratización de que cualquier mujer puede participar. En las campanas, aparece el tema del hacerse cargo de las ausencias. Ellas durante un año tocaron las campanas cada vez que había un femicidio y después repitieron la acción en fechas importantes para la lucha. Además, alzaron voces que a veces no escuchamos. Porque hay que ser honestos, se le abrió la participación a chicas que fueron usuarias del Vilardebó y a chicas transgénero, que son voces ignoradas y que estén presentes tiene mucho peso.

En Diez de cada diez te ponen varios estereotipos de mujeres juntas como el de una haciendo el rol de peluquera, otra como novia, otra religiosa, otra señora que va con el carrito a la feria y otra gimnasta. Y ponen de relieve cómo las mujeres, más allá de la imagen, estatus social y actividad, hemos sufrido algún tipo de violencia machista. Decidoras juega con romper con lo doméstico y habla de cosas que solemos ocultar por un pudor que ni sabemos de dónde viene.

¿Cuál es el rol del espectador en este contexto? Porque no se trata de alguien que paga una entrada si no que son transeúntes que pasan por el lugar de la acción.

Acá jugás con su tiempo. Una cosa es hacer una performance el 8 de marzo y otra es un 25 de noviembre, con gente que está yendo a trabajar y para a ver lo que está pasando. Entonces, tampoco les podés dar una obra de una hora o algo elaboradísimo a nivel argumental. Además, tenés al que paró y te dio un segundo de su vida y al que sigue de largo. Claro, también están los que insultan y gritan “brujas”, “macumberas”, “ridículas”. Incluso me contaron que en una acción un tipo le tocó la cola a una de las mujeres. Lo que tiene esto a diferencia del teatro es que se va enriqueciendo con el compromiso del que está afuera. Estas cosas dependen mucho del público.

Quizá no hay una receta perfecta para que una performance sea exitosa, pero ¿cuáles son los elementos efectivos que se repiten entre las tres que estudiaste?

En primer lugar, la participación de tantas mujeres organizadas. Después, la elaboración que se hace sobre el tema de las presencias y del hacerse cargo de las ausencias. Nosotras que podemos contar la historia les damos voz a aquellas que no pueden. Por el hecho de ser privilegiadas tenemos que hacernos cargo de las que no lo son.

¿A qué le atribuís la repercusión que tuvo El violador eres tú?

Por la situación de Chile hubo una especie de empatía en la región y el mundo. Pero después, por la musicalidad que tiene. Es muy pegadiza y llega a un montón de mujeres a las que capaz otras performances no llegaban. De hecho, se repitió en la marcha de acá. Además tuvo una gran repercusión mediática y lo que pasa en la tele y las redes siempre llega.

De hecho, este tipo de acciones artivistas logran sacar al feminismo de lugares de privilegio, como la academia o la cultura, donde suele moverse.

Esa fue una de las cosas más importantes que quise marcar en el libro. Aunque trabajo con teoría, traté de cuidar y dar un recurso accesible a personas que les puede interesar el tema pero no tienen las lecturas o formación que tengo. La idea es llegar a un público bien variado.

¿Considerás que el teatro convencional se olvidó de la lucha feminista?

Creo que es un problema de toda la literatura. Veo que en otros países de la región hay escritura feminista, hay escritura que trabaja el tema de los femicidios. Acá no tenemos eso. En Argentina, por ejemplo, hay un montón de escritores trans, acá no. Tenemos una ley trans pero no tenemos figuras relevantes de la literatura en esos espacios. Están pasando cosas, hay una editorial de dramaturgas ahora, pero no sé si traen el tema de una forma militante. Es difícil rastrear y yo veo que estamos a destiempo.

Comentarios

Registrate gratis y seguí navegando.

¿Ya estás registrado? iniciá sesión aquí.

Pasá de informarte a formar tu opinión.

Suscribite desde US$ 345 / mes

Elegí tu plan

Estás por alcanzar el límite de notas.

Suscribite ahora a

Te quedan 3 notas gratuitas.

Accedé ilimitado desde US$ 345 / mes

Esta es tu última nota gratuita.

Se parte de desde US$ 345 / mes

Alcanzaste el límite de notas gratuitas.

Elegí tu plan y accedé sin límites.

Ver planes

Contenido exclusivo de

Sé parte, pasá de informarte a formar tu opinión.

Si ya sos suscriptor Member, iniciá sesión acá

Cargando...