La guerra en Ucrania, la estampida de refugiados de Afganistán y los combates en Sudán elevaron en los últimos meses el número de desplazados en el mundo a 110 millones de personas, según revela el reciente informe anual del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
A fines del año pasado, el número total de desplazados y refugiados computados por el organismo internacional ascendía a 108,4 millones.
Pero desde entonces, sólo la guerra entre facciones militares en Sudán elevó ese número en casi 2 millones, indica el reporte.
La “película” de personas en situación de desplazamiento forzado es más dramática aún que la foto si se compara con fines de 2021, ya que sólo ese año creció en 19,1 millones. Se trata del mayor incremento desde que esa agencia de la ONU empezó en 1975 elaborar esos balances.
La cifra de 110 millones de desplazados de sus territorios se alcanzó en mayo pasado.
“Hay unos 110 millones de personas que huyeron de sus hogares a causa de conflictos, persecuciones, discriminaciones y violencia, a menudo combinados con otros motivos y en particular con el impacto del cambio climático”, subrayó el jefe del ACNUR, Filippo Grandi, en una rueda de prensa en Ginebra.
Esas cifras son “una verdadera acusación contra el estado de nuestro mundo”, agregó.
Según los guarismos del ACNUR, en 2022 había 35,3 millones de personas que buscaron refugio en otros países y 62,5 millones de desplazados internos.
A ellos se sumaban 5,4 millones de solicitantes de asilo y 5,2 millones de personas, principalmente venezolanas, que requerían una protección internacional.
“Temo que los números sigan aumentando –dijo Grandi–, ya que los desplazados se topan con un entorno más hostil, prácticamente en todas partes, sobre todo cuando se trata de refugiados”.
En opinión del funcionario internacional, los líderes deberían “convencer a la opinión pública de que hay personas que merecen obtener protección internacional”.
Grandi criticó en particular el anuncio del gobierno británico de enviar a Ruanda a solicitantes de asilo en su país. “No es una buena idea”, sostuvo.
Las respuestas de los Estados Unidos son más complejas, pero el ACNUR está “preocupado por las nuevas dificultades que encuentran los aspirantes a obtener asilo en ese país”, puntualizó el funcionario de la ONU.
El mes pasado entró en vigor en los Estados Unidos una norma que obliga a los migrantes a pedir cita a través de una aplicación móvil (CBP One) o a acogerse a programas de reunificación familiar o a permisos humanitarios para cupos de venezolanos, haitianos, nicaragüenses y cubanos.
En cualquiera de estos casos la solicitud debe tramitarse antes de llegar a los puertos de entrada.
Grandi se congratuló en cambio por el acuerdo alcanzado este mes por la Unión Europea (UE), que apunta a reducir las tensiones entre sus 27 países miembros y dar una respuesta “relativamente justa” a las personas en desplazamiento.
Ese pacto obliga a todos los países de la UE a recibir a un determinado número de solicitantes de asilo procedentes de otro país del bloque confrontado a una fuerte presión migratoria o a realizar una contribución financiera en caso de negarse.
Grandi instó a la UE, a los Estados Unidos y al Reino Unido a “mantener abiertas sus puertas”: “Los solicitantes de asilo no deben ser encarcelados. Pedir asilo no es un crimen”.
Grandi urgió a una acción global para aliviar las causas y los impactos de los desplazamientos y afirmó que la situación financiera del ACNUR “no es buena este año”.
El pedido de la agencia de la ONU para acudir en ayuda de los desplazados internos en Sudán reunió apenas el 16% de los fondos esperados. Y los realizados para ayudar a los países que les dieron acogida sólo consiguieron el 13% de las sumas necesarias.
Unas 467.000 personas huyeron del país africano desde el inicio de los combates entre la junta en el poder y grupos paramilitares a mediados de abril y 1,4 millones se convirtieron en desplazados internos.
En el balance del ACNUR figuraban a fines de 2022 unos 6,5 millones de refugiados sirios, 3,9 millones de ellos en la vecina Turquía.
Había igualmente 5,7 millones de refugiados ucranianos, que huyeron tras el inicio de la invasión rusa en febrero de 2022, en la mayor ola de refugiados en Europa desde el fin de la Segunda Guerra Mundial.
El año pasado, unos 339.000 refugiados regresaron a sus países y unos 5,7 millones de desplazados internos volvieron a sus tierras.
Los países que mayor número de refugiados acogen son Turquía (3,6 millones), Irán (3,4 millones, Colombia (2,5 millones), Alemania (2,1 millones) y Pakistán (1,7 millones).
(Con información de agencias)
Inicio de sesión
¿Todavía no tenés cuenta? Registrate ahora.
Para continuar con tu compra,
es necesario loguearse.
o iniciá sesión con tu cuenta de:
Disfrutá El Observador. Accedé a noticias desde cualquier dispositivo y recibí titulares por e-mail según los intereses que elijas.
Crear Cuenta
¿Ya tenés una cuenta? Iniciá sesión.
Gracias por registrarte.
Nombre
Contenido exclusivo de
Sé parte, pasá de informarte a formar tu opinión.
Si ya sos suscriptor Member, iniciá sesión acá