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Productores fijan la atención en cosechar para evaluar pérdidas
En Chicago la soja siente la falta de demanda desde China mientras el mercado local casi no se mueve
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11 de mayo de 2018 a las 05:00
Por Blasina y Asociados, especial para El Observador
Mientras la soja en Chicago va camino a su tercer descenso semanal consecutivo, lo que pase con los precios en el corto plazo poco importa en el mercado local. Lo que importa es poder volver a las chacras con tiempo suficiente para calibrar las posibles pérdidas adicionales por los últimos episodios de lluvias, sea en rinde y/o calidad. Esto se da mientras es más firme el ingreso de barcos que tienen que esperar para cargar ante la limitada oferta.
En Chicago los futuros subieron moderadamente este jueves, aunque se encaminaban al tercer descenso semanal consecutivo. El reporte del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés) sobre oferta y demanda tuvo un impacto muy limitado en el mercado.
El organismo recortó su proyección de stocks finales en Estados Unidos para la actual campaña (termina en agosto). El ajuste fue algo más grande a lo previsto, subiendo la previsión de molienda y manteniendo la de las exportaciones.
Lo cierto es que el cumplimiento de la proyección de exportaciones sigue en duda, teniendo en cuenta que China ha dejado de comprar soja estadounidense. Luego de un primer intercambio en Beijing, la semana pasada entre funcionarios estadounidenses y chinos, habrá otro encuentro la semana próxima. Por ahora no se ven avances, lo que mantiene la amenaza que el gobierno chino imponga tarifas adicionales sobre las importaciones de soja de Estados Unidos.
En el reporte de este jueves el USDA divulgó sus primeras proyecciones sobre la campaña 2018/2019. Si bien pronosticó un nivel de stocks en Estados Unidos y en el mundo por debajo de lo que esperaba el mercado, se trata de números preliminares. Hay que tener en cuenta que el organismo asume que habrá una reducción en el área de soja estadounidense cuando el mercado cree que, al menos, habrá estabilidad.
Los últimos datos oficiales marcaron que la siembra de soja va levemente adelantada respecto al año pasado, mientras la de maíz logró avanzar, aunque sigue retrasada la implantación del trigo de primavera. Tomando esto y las proyecciones de precios y costos, la soja sigue teniendo posibilidades claras de mantener o aumentar el área.
En el mercado local la actividad comercial es muy limitada, incluso para conseguir lotes que sirvan para compensar los faltantes.
Con premios tentativos sobre Chicago de US$ 15 a US$ 17 por tonelada de soja, los valores locales se ubican en torno a US$ 390 por tonelada.
Pero lo que importa es que deje de llover y se pueda evaluar los daños por calidad y lo que puede perderse por desgrane. En los días previos hubo alguna actividad de cosecha donde el piso lo permitió, con lotes de hasta 18% a 20% de humedad.
Una vez que se pueda avanzar realmente en la cosecha se podrá evaluar el impacto de los daños, cargar y cumplir con los compromisos de exportación. Mientras, se debe avanzar en la refinanciación de las deudas y, lo más importante, conseguir financiamiento para ir avanzando con la siembra de cultivos de invierno, lo que también necesita que pare el agua.
Mientras la soja en Chicago va camino a su tercer descenso semanal consecutivo, lo que pase con los precios en el corto plazo poco importa en el mercado local. Lo que importa es poder volver a las chacras con tiempo suficiente para calibrar las posibles pérdidas adicionales por los últimos episodios de lluvias, sea en rinde y/o calidad. Esto se da mientras es más firme el ingreso de barcos que tienen que esperar para cargar ante la limitada oferta.
En Chicago los futuros subieron moderadamente este jueves, aunque se encaminaban al tercer descenso semanal consecutivo. El reporte del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés) sobre oferta y demanda tuvo un impacto muy limitado en el mercado.
El organismo recortó su proyección de stocks finales en Estados Unidos para la actual campaña (termina en agosto). El ajuste fue algo más grande a lo previsto, subiendo la previsión de molienda y manteniendo la de las exportaciones.
Lo cierto es que el cumplimiento de la proyección de exportaciones sigue en duda, teniendo en cuenta que China ha dejado de comprar soja estadounidense. Luego de un primer intercambio en Beijing, la semana pasada entre funcionarios estadounidenses y chinos, habrá otro encuentro la semana próxima. Por ahora no se ven avances, lo que mantiene la amenaza que el gobierno chino imponga tarifas adicionales sobre las importaciones de soja de Estados Unidos.
En el reporte de este jueves el USDA divulgó sus primeras proyecciones sobre la campaña 2018/2019. Si bien pronosticó un nivel de stocks en Estados Unidos y en el mundo por debajo de lo que esperaba el mercado, se trata de números preliminares. Hay que tener en cuenta que el organismo asume que habrá una reducción en el área de soja estadounidense cuando el mercado cree que, al menos, habrá estabilidad.
Los últimos datos oficiales marcaron que la siembra de soja va levemente adelantada respecto al año pasado, mientras la de maíz logró avanzar, aunque sigue retrasada la implantación del trigo de primavera. Tomando esto y las proyecciones de precios y costos, la soja sigue teniendo posibilidades claras de mantener o aumentar el área.
En el mercado local la actividad comercial es muy limitada, incluso para conseguir lotes que sirvan para compensar los faltantes.
Con premios tentativos sobre Chicago de US$ 15 a US$ 17 por tonelada de soja, los valores locales se ubican en torno a US$ 390 por tonelada.
Pero lo que importa es que deje de llover y se pueda evaluar los daños por calidad y lo que puede perderse por desgrane. En los días previos hubo alguna actividad de cosecha donde el piso lo permitió, con lotes de hasta 18% a 20% de humedad.
Una vez que se pueda avanzar realmente en la cosecha se podrá evaluar el impacto de los daños, cargar y cumplir con los compromisos de exportación. Mientras, se debe avanzar en la refinanciación de las deudas y, lo más importante, conseguir financiamiento para ir avanzando con la siembra de cultivos de invierno, lo que también necesita que pare el agua.
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La trilla de soja reporta un bajo porcentaje de buenos granos.
