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La peculiar compra de Cristian Castro en una tienda de Punta del Este
Al entrar, a la izquierda, hay una mesa de madera con patas gruesas, donde reposa un ejemplar de la primera edición en español del libro El rayo verde, del escritor francés Julio Verne, que data de 1887. El pasillo es delgado y está delimitado por decenas de objetos antiguos, que se encuentran en todas partes.
Parece una cápsula del tiempo, pero se trata de un local de antigüedades, ubicado en pleno centro de Punta del Este, sobre la calle 28, a pocos pasos de Avenida Gorlero. Es pleno verano y los locales están abarrotados, al igual que las veredas y las playas. Sin embargo, dentro del comercio Art Nouveau Antiques se vive otra realidad. “Es un rubro bastante particular —señala su dueño, Japci Ocampos— entra poca gente y en esta temporada hay mucho movimiento, pero poco consumo”.
Hay estatuas de todos los tamaños en el piso, en vitrinas; muebles de madera con tallados finos; cristalería, como un botellón francés de 1930; platería gaucha —estribos con oro, cuchillos con mangos de plata y mates de entre 80 y 100 años— y joyería: prendedores, anillos, collares. Las épocas se entremezclan y dialogan entre sí a través de las diferentes piezas, que no dejan ver las paredes del recinto.
El pasillo, que comenzó con los antiguos ejemplares de Verne, termina con juguetes antiguos —hay un trencito italiano con más de 80 años que aún marcha. “Muchas personas pasan y toman el local como un museo: entran, vichan, preguntan y no compran”, dice el empresario, que heredó el negocio de sus padres. El recinto tiene 45 años y mantiene esa mística.
En la tarde de este lunes, una mujer entró y preguntó por juguetes de época. Ocampos respondió que estaban al fondo, que pasara. Ella, interesada, sacó algunas fotos y se retiró sin comprar.
Tiempo después, pasadas las 17.30 horas, la mujer retornó, pero esa vez estaba acompañada. Un hombre con un gorro de visera negra y ropa deportiva entró interesado en uno de los juguetes. Era el cantautor mexicano Cristian Castro. El artista vive en Punta del Este desde hace un tiempo y, según dijo a Café & Negocios, está tramitando su residencia en el país.
Castro llegó al local de antigüedades interesado en diferentes pistas de autitos de juguete. Finalmente, el artista de 48 años se quedó con una Scalextric de 1979, con su empaque original, que contenía dos autos. Por esta pieza gastó US$ 180.
Según supo Café & Negocios, esta reliquia fue adquirida por Castro con el fin de obsequiarla a un niño cercano.
Después de unos minutos de ojear la tienda, el autor de "Azul" y "Lloviendo estrellas" continuó caminando por las calles céntricas de Punta del Este siempre intentando pasar desapercibido.
