El canciller turco, Mevlüt Çavuşoğlu, llegó a Uruguay para firmar un acuerdo de avanzar en un Tratado de Libre Comercio y, antes de irse, hizo un ademán que provocó la ira de la comunidad armenia y que el ministro de Relaciones Exteriores, Francisco Bustillo, convocara para el lunes al embajador de ese país para que diera explicaciones.
Los Lobos Grises es un movimiento ultranacionalista y de extrema derecha que surgió en la década de 1960 y que se convirtió a partir de 2016 en uno de los principales seguidores del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan.
El nombre de la agrupación refiere a la loba Asena, que en la mitología turca es la figura principal y además símbolo de la identidad de ese país. El gesto, que intenta simular su figura, se denomina "el signo del lobo", según explicó Radio Francia Internacional al informar que, el gobierno francés disolvería el movimiento por incidentes entre las comunidades turca y armenia cerca de la ciudad de Lyon.
En principio, los Lobos Grises se definían como anticomunistas y se los responsabiliza con asesinatos a personas de izquierda. El movimiento apunta contra armenios, kurdos separatistas, militantes de izquierda y defensores de los derechos humanos.
Han estado detrás de atentados contra quienes consideran enemigos de Turquía. Un integrante de la agrupación intentó atacar al papa Juan Pablo II en la plaza San Pedro en 1981.
Çavuşoğlu salía de reunirse con Bustillo; ambos acordaron términos de referencia para un TLC y firmaron un tratado de protección y promoción de inversiones. Tras el encuentro, el diplomático turco respondió con un gesto en referencia a la organización terrorista del país Lobos Grises, lo que generó molestia entre quienes estaban manifestándose en la puerta del edificio, en Montevideo.
Un video tomó estado público tras ser publicado en Twitter, y el rechazo a la actitud de Çavuşoğlu se generalizó entre la colectividad armenia, hacia la tarde de este sábado. Por su parte, el canciller uruguayo decidió convocar al Palacio Santos –la sede de la cancillería, en el Centro– al embajador uruguayo por ese tema puntual, añadió a El Observador uno de los informantes de la cancillería.
