Era una de las más esperadas del año, y poco tiempo después de llegar a Netflix se convirtió en una de las más vistas. No es para menos: drama, terror y una enfermera malvada son el combo perfecto para quienes disfrutan de una buena dosis de miedo.
En realidad la enfermera Mildred Ratched ya había sido parte de una historia, nada menos que la de Atrapado Sin Salida, protagonizada por Jack Nicholson, que logró varios premios Oscar en 1975. A su vez la enfermera había sido creada por el escritor Ken Kesey en su novela One Flew Over the Cuckoo's Nes (Alguien voló sobre el nido del cuco). En ambos casos tuvo un rol importante pero ahora es su momento. En Ratched ella es la protagonista.
Estamos hablando de una precuela de la historia original, centrada en la llegada de la enfermera a un importante hospital psiquiátrico de California en el que se están desarrollando nuevos y controversiales experimentos sobre la mente humana luego de finalizada la Segunda Guerra Mundial.
Pero además, la figura de Ratched es más perturbadora todavía porque está inspirada en una mujer real. La novela de Ken Kesey está basada en gran medida en sus vivencias como voluntario en los experimentos con drogas psicotrópicas llevados adelante a comienzos de los años ’50 por el gobierno estadounidense en la ciudad californiana de Menlo Park.
Es así que a través de este personaje el autor recuerda a una enfermera que participaba de esos ensayos y era aterradora. Por eso es que también genera la avidez de conocer a la mujer detŕas de la enfermera maldita. Las condiciones actorales de Sarah Paulson también explican el éxito de la serie más allá de la expectativa que genera la historia. Paulson es recordada por sus papeles como abogada en American Horror Story, entre otras producciones.
La serie de 8 capítulos nos lleva a California en 1947, después de la Segunda Guerra Mundial. En ese momento la joven enfermera Mildred Ratched, que vio de primera mano los horrores de la guerra, consigue trabajo en un hospital psiquiátrico dirigido por el doctor Hanover, otro personaje para prestar atención. Sin embargo, de a poco Ratched ve crecer su influencia y queda explícita su personalidad macabra. Eso no hace, de todas formas, que el espectador logre estar de su lado en algunas circunstancias, a causa de las dificultades que enfrentó en su pasado.
La enfermera tiene un plan detallado con un solo fin, que es reencontrarse con alguien a quien ama, aunque algunos detalles que no había tenido en cuenta le demuestran la necesidad de tener mayor control sobre las eventualidades que pueden aparecer.
La ambientacion recrea con excelencia el momento histórico, no solo con la escenografía sino también con el vestuario, los vehículos y la forma en la que hablan los personajes.
"Me atraía especialmente la idea de crear el personaje de una mujer emocional a pesar de su fama de fría. Quería averiguar cada pequeño detalle de su infancia, de sus relaciones, de su sexualidad. Porque, cuando la gente piensa en Mildred, la ve como alguien apagado, cruel e indiferente", aseguró Paulson entrevistada por la revista Elle.
La actriz reconoció que cuando vio por primera vez en Alguien voló sobre el nido del cuco al personaje que ahora encarna la odió "profundamente". "No obstante, conocer su traumática juventud me ha ayudado a simpatizar con la enfermera. En especial, con su soledad. Al final del día, eso es lo que mueve a Mildred Ratched. La búsqueda de supervivencia, el afán por encontrar algún tipo de sentimiento de hogar. Aunque los métodos con los que consigue esa seguridad son cuestionables, no los usa por una necesidad egoísta, sino por pura supervivencia", indicó. Paulson se animó a asegurar que más allá de la falta de empatía que puede generar en principio el personaje con los espectadores, con el paso de los capítulos, al final quien se lance de lleno a su mundo podrá entenderla.
Además, no consideró importante su postura personal sobre las formas y las ideas de la sádica enfermera. "No creo en demonizar a nadie. No me interesa contagiarles a mis personajes mi acuerdo, mi desacuerdo ni mis ideas políticas. El trabajo de actor consiste en que el público llegue a pensar que las cosas pueden ser de otro modo. Es, si se quiere, un trabajo antropológico, social y político", concluyó.
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