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Riogas y Acodike despidieron a 53 trabajadores de plantas de envasado de supergás
La distribuidora de supergás Riogas decidió despedir a 26 operadores de la planta de envasado y Acodike tomó la misma medida con 27 trabajadores.
En una comunicación interna, Riogas indicó que desde hace décadas realiza los máximos esfuerzos para preservar el empleo que brinda en todo el país. Eso incluye casi 300 funcionarios contratados en forma directa y 3.000 puestos de trabajo indirecto.
La compañía señaló que a partir del 1º de marzo y “por razones totalmente ajenas a Riogas, cambiaron las condiciones contractuales y comerciales que rigieron durante 15 años en el envasado de supergás”.
Según el comunicado, esa situación implica que la empresa esté haciendo frente a nuevos y “significativos costos por arrendamiento e inversiones” en la planta de envasado y costos financieros por compra a crédito de supergás. Eso se suma a un menor volumen de envasado.
Por esa razón explicó que “se vio forzada a desvincular a 26 operarios de la planta de envasado”.
El cambio de las reglas de juego al que refiere la distribuidora es el nuevo contrato de arrendamiento que debió asumir desde el 1º de marzo para una de las dos plantas de envasado de supergás que son propiedad de Ancap.
Hasta el 28 de febrero las plantas estaban arrendadas por Gasur (40% propiedad de Ancap, 30% de Acodike y 30% de Riogas). El año pasado Ancap había informado que esos contratos no se renovarían con las mismas condiciones y por eso realizó un llamado a licitación para los próximos contratos de alquiler.
Una de las plantas fue arrendada por Acodike y la otra por Riogas.
En el caso de Acodike fueron desvinculados 27 operarios. El dirigente el sindicato de supergás Andrés Guichón informó a El Observador que los despidos en las dos empresas fueron en el turno de la tarde. Por esa razón el sindicato se declaró en conflicto y, si la situación no cambia, a partir del lunes dejarán de envasar garrafas.
La empresa emitió un comunicado en el que explica la desvinculación de 14 trabajadores efectivos y el resto eventuales. "Lamentablemente, en este caso la realidad ha demostrado que, pese a esos esfuerzos, ciertos arraigos a querer mantener puestos de trabajo que no agregan valor al cliente, fuerzan a realizar cambios estructurales para mantener la supervivencia de la empresa de forma responsable", aseguró Acodike.
A su vez, afirma que esta reducción le garantiza "la fuente de empleo a aquellas personas que ocupan los puestos necesarios para cubrir el volumen de demanda actual, es decir, puestos que agregan valor en la cadena productiva del sector".
"En este contexto, desde hace un mes, la empresa le ha comunicado al personal eventual (personal tercerizado contratado en zafra) que, dado que no existe un volumen de trabajo que requiera la dotación contratada, la solicitud de trabajar menos horas. A raíz de esta situación, parte del personal de Acodike no aceptó seguir trabajando en exactamente las mismas tareas que venían haciendo hasta ese momento. Es decir, la empresa le estuvo pagando el salario a parte del personal sin que estos trabajadores estuviesen trabajando", explicó.
"Esta situación es claramente inviable para cualquier empresa que pretenda ser sostenible en el corto y mediano plazo e injusta con los trabajadores que si trabajan acorde con sus responsabilidades. Esta rigidez por parte de este sector de los trabajadores, finalmente provoca que la empresa no tenga otra alternativa que re organizar la forma de trabajo de una parte del personal", soslayó.
Respuesta de Ancap a Riogas
Ante el comunicado de Riogas en el que explicaron que los despidos se debieron por cambios en condiciones contractuales con Ancap, el ente estatal se expresó en sentido contrario: "La regulación relacionada con el cálculo de los márgenes de envasado y distribución está fuera de la órbita de ANCAP y no se han producido cambios respecto de lo que sobre ellos se establecía en los contratos, que luego de 15 años de aplicación, vencieron el pasado 28 de febrero", aclaró la empresa.
Con respecto a los costos de arrendamiento, Ancap aclaró que el costo "surge de un proceso competitivo en el cual cada uno de los interesados realizó ofertas sin restricción alguna de valor, de acuerdo con su propio análisis de futuro del negocio" y que las inversiones son las que cada empresa cree conveniente y no hay obligación contractual por parte de Ancap.
"Desde Ancap esperamos que las partes involucradas puedan generar ámbitos de diálogo y que prime la negociación colectiva para dilucidar aspectos de la organización del trabajo y así evitar acciones que afecten el suministro de supergás a la población, en particular a los sectores más vulnerables", finaliza el comunicado.
