Rusia sugirió el lunes que existe una "posibilidad" de resolver la crisis ucraniana gracias al diálogo con los países occidentales. La diplomacia se intensifica, pero no parece triunfar en una crisis de un nivel sin precedentes desde la Guerra Fría.
"Hay una posibilidad" de "resolver los problemas", declaró el ministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguei Lavrov, durante una conversación con el presidente Vladimir Putin, retransmitida por televisión.
La vía del diálogo "no se ha agotado, pero tampoco puede durar indefinidamente", agregó Lavrov, subrayando que Rusia está dispuesta a "escuchar contrapropuestas serias".
Poco después, en otra señal de optimismo, Serguéi Shoigu, el ministro de Defensa ruso afirmó que las maniobras militares que se realizaban junto a Bielorrusia estaban "terminando". Pese a esto, el Pentágono afirmó este lunes que Rusia reforzó durante el fin de semana su dispositivo militar en las fronteras de Ucrania, donde ya hay más de 100.000 soldados concentrados desde hace semana.
El ministro francés de Relaciones Exteriores, Jean-Yves Le Drian, consideró que se reúnen "todos los elementos" para una ofensiva militar "fuerte" y rápida de Rusia en Ucrania, según declaró a la cadena France 5. Sin embargo, subrayó que "nada indica hoy" que Putin haya tomado esa decisión.
Las declaraciones del gobierno ruso coinciden con la visita del canciller alemán Olaf Scholz a Kiev, desde donde instó a Rusia a aprovechar las propuestas de "diálogo" para resolver esta crisis.
Alemania, que suele ser acusada de ser demasiado complaciente con Rusia debido a sus intereses económicos, ha endurecido el tono en los últimos días. Este lunes, Scholz aseguró que su país iba a seguir apoyando económicamente Ucrania "con determinación".
Durante la jornada, los primeros refuerzos militares alemanes empezaron a llegar a Lituania, miembro de la OTAN, donde hasta ahora tenía unos 550 soldados.
El viaje de Scholz a Moscú es "probablemente la última oportunidad" de lograr la paz, dijo el domingo el embajador de Ucrania en Alemania, Andrii Melnik, a la cadena alemana Bild TV.
"Tenemos la sensación de que la guerra es algo cada día más inevitable", hay que prepararse "para lo peor", dijo.
Estados Unidos sigue insistiendo en que Rusia puede lanzar una invasión militar "en cualquier momento" y le pidió a sus ciudadanos que salgan de Ucrania; una decisión que fue imitada por otros países.
En un mensaje con tono alarmista, el primer ministro británico, Boris Johnson, pidió este lunes a Putin que se aleje del "precipicio" en la crisis con Ucrania.
Johnson aseguró que las pruebas son claras: "Hay 130.000 militares en la frontera ucraniana y otros signos que muestran que hay preparativos para una invasión".
"Como ha dicho el presidente estadounidense Joe Biden, hay señales que muestran que están al menos preparando algo que podría ocurrir en las próximas 48 horas", aseguró.
Johnson prevé viajar a Europa del norte esta semana, sobre todo a los países bálticos. El dirigente ya estuvo en Kiev hace dos semanas y el Reino Unido entregó por primera vez a Ucrania armas de gran envergadura; entre ellas misiles antitanques.
Rusia, que ya se anexionó la península de Crimea en 2014 y apoya a los separatistas armados, a favor de su país, en el este de Ucrania, niega cualquier intención de invadir a su vecino, Sin embargo, nombra una serie de exigencias para que suceda la desescalada, empezando con la garantía de que la OTAN no admitirá a Ucrania como miembro; algo que los países occidentales consideran inaceptable.
"Creemos que la adhesión a la OTAN garantizaría nuestra seguridad y nuestra integridad territorial", insistió Zelenski este lunes.
Este lunes, los ministros de Finanzas del G7 subrayaron que están dispuestos a imponer "en un plazo muy corto" sanciones "con consecuencias importantes e inmediatas para la economía rusa", en caso de haya agresión militar contra Ucrania.
Respecto a las posibles sanciones, y ante el disgusto de Alemania, las autoridades de Estados Unidos ya mencionaron el futuro del gasoducto Nord Stream 2, construido para transportar gas ruso hacia Alemania, evitando a Ucrania.
Este lunes, el presidente ucraniano Volodimir Zelenski reiteró a Scholz que el gasoducto es un "arma geopolítica".
En una conversación telefónica mantenida el domingo por la noche, el presidente estadounidense Joe Biden y el mandatario ucraniano Volodimir Zelenski "coincidieron en la importancia de continuar por la vía de la diplomacia y la disuasión".
La presidencia ucraniana agregó que Zelenski motivó a Biden a visitar Kiev "en los próximos días", un viaje que sería "una señal de gran peso y contribuiría a estabilizar la situación".
Por su parte, Ucrania exigió una reunión urgente con Rusia y los 57 países miembros de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE).
Ucrania acusa a Rusia de no respetar las reglas de la OSCE al no compartir informaciones sobre los movimientos de tropas en su frontera.
El ministro ucraniano de Relaciones Exteriores, Dmytro Kuleba, afirmó que Rusia había ignorado una demanda de Kiev sobre el llamado Documento de Viena, un texto de la OSCE que pide transparencia entre las fuerzas armadas de todos sus miembros.
Rusia respondió este lunes que se trata de "movimientos de tropas rusas en territorio ruso".
AFP
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