Se suicidó en la cárcel el homicida de Brissa González

El cuerpo de Brissa fue encontrado el 23 de noviembre en el balneario Las Vegas, y las pericias determinaron que había sido violada y asesinada por Pintos, quien confesó los hechos semanas después, a fines de enero, durante una audiencia de control del proceso, solicitada por la defensa de Pintos. En esa instancia, el acusado había dicho: "Yo la maté, merezco la pena de muerte, soy un animal".

Esa fue la última vez que uno de sus defensores, Diego Moreira, había dialogado con él. "Estaba igual que siempre, no nos había comentado nada... Tampoco notamos un cambio en su conducta" que hiciera prever su determinación de quitarse la vida, contó el abogado a El Observador.

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Aún no estaba fijada la próxima audiencia que daría inicio al juicio oral porque faltaba la realización de pericias psiquiátricas, dijo Moreira, que pudieran definir, entre otras cosas, el perfil psicológico de Pintos, y si era imputable.

Ahora, Moreira se disponía a encontrarse con el juez que hasta el momento llevaba el caso, Ricardo Míguez, y con el fiscal Gómez.

Pintos estaba cumpliendo seis meses de prisión preventiva por el caso. En su confesión ante la Justicia, el asesino dijo que recordaba "el momento inicial y el momento final" de lo sucedido pero no podía acordarse de qué había pasado entre que la secuestró y terminó matando a la niña de 12 años.

El 23 de noviembre, Brissa llevaba casi tres días desaparecida, cuando un poco antes del mediodía su cuerpo fue encontrado en el balneario Las Vegas. La madre de Brissa, Ana Paula Gerez, fue una de las primeras que ese día llegó al lugar para colaborar con las tareas de rastrillaje.