El secretario de Defensa de Estados Unidos, Mark Esper, dijo este miércoles que se opone al uso de una ley que permite movilizar a los militares para frenar la ola de protestas contra el racismo y la brutalidad policial que sacude al país.
"No apoyo que se use la Ley de Insurrección", indicó Esper en una rueda de prensa, dos días después de que el presidente estadounidense, Donald Trump, indicó que podría desplegar a los militares para sofocar las movilizaciones.
El jefe del Pentágono indicó que el uso de fuerzas militares en activo "sólo deberían ser usadas como un último recurso y sólo en las situaciones más urgentes y graves".
"Siempre he creído y sigo creyendo que la Guardia Nacional es más adecuada para prestar apoyo interno a las autoridades civiles en estas situaciones", dijo el secretario de Defensa, en referencia al contingente de reservistas.
Casi diez días después de la muerte de George Floyd, un ciudadano negro que fue asfixiado por un policía blanco en Minneapolis, las movilizaciones seguían en las grandes ciudades como Washington, Nueva York, Houston y Los Ángeles, entre otras, pese al toque de queda decretado después de los disturbios del fin de semana.
Las movilizaciones callejeras alcanzaron una dimensión no vista desde la década de 1960 durante las protestas por los derechos civiles, pese a que Estados Unidos es el país más golpeado por la pandemia con más de 106.000 fallecidos y a que el brote sigue activo.
Este miércoles cientos de personas se congregaron delante del Capitolio en Washington, luego de que en la noche del martes manifestantes desafiaran el toque de queda en vigor, pero no se registraron desórdenes.
La alcaldesa de la ciudad volvió a imponer restricciones de circulación a partir de las 23H00 horas del miércoles (04H00 GMT del jueves).
En Nueva York, donde las autoridades extendieron hasta el 7 de junio el toque de queda nocturno, cientos de personas ignoraron la medida en la noche del martes gritando "Sin justicia, no hay paz" y coreando el nombre de George Floyd.
En Minneapolis, epicentro de las manifestaciones, la situación retorna a la calma de forma progresiva después de los disturbios del fin de semana.
Desde Ginebra, la Alta Comisionada de la ONU para los derechos humanos, Michelle Bachelet, dijo que Estados Unidos sufre un racismo "estructural" y denunció "agresiones sin precedentes" contra los periodistas en la actual crisis política.
La agencia de la ONU destacó que hay "informes creíbles sobre el uso innecesario y desproporcionado de la fuerza por parte de las fuerzas del orden" en las protestas.
AFP
Inicio de sesión
¿Todavía no tenés cuenta? Registrate ahora.
Para continuar con tu compra,
es necesario loguearse.
o iniciá sesión con tu cuenta de:
Disfrutá El Observador. Accedé a noticias desde cualquier dispositivo y recibí titulares por e-mail según los intereses que elijas.
Crear Cuenta
¿Ya tenés una cuenta? Iniciá sesión.
Gracias por registrarte.
Nombre
Contenido exclusivo de
Sé parte, pasá de informarte a formar tu opinión.
Si ya sos suscriptor Member, iniciá sesión acá