Luego de los confusos episodios que derivaron en una internación del ex futbolista y estrella de fútbol, Ezequiel "Pocho" Lavezzi, aún persisten dudas sobre cómo se sucedieron los hechos, qué ocurrió, y qué motivó este lamentable desenlace.
Para la familia se trató solo de un ¨accidente doméstico¨, incluso el hermano intento derivar la atención, ocultando algunos hechos y acusando a la prensa con un desafortunado posteo que dice: ¨Dejen de inventar estupideces. Respeto por él y su familia¨, con una curiosa foto de Pocho, donde se lo ve durmiendo en un sillón.
Desde hace tiempo en su círculo íntimo están preocupados por el estado de salud y por algunos excesos en el consumo de sustancias, que podrían explicar en parte estos hechos. En el confuso episodio donde hubo al menos varios participantes, los llamados ¨amigos de campeón¨. Estos son los primeros en borrarse, los primeros en tratar de zafar, pertenecen a un grupo de alcahuetes y aplaudidores que están siempre al acecho por si se cae algún dólar. Estas y estos come billetera, viven vitoreando al campeón, y destacando sus éxitos deportivos y remarcando la cuantiosa cifra que ganó legítimamente como deportista de elite, por más de 15 años. Pero en el momento crítico, los primeros en huir, así pasó en este caso también.
Y es por estos indicios que la fiscal asignada Fabiana Corbo, tuvo una oportunidad única de ir a fondo y citar a todos los involucrados. Incluso impedir la salida del futbolista hasta que superara esa crisis, e intentar tomar testimonio de Pocho, ya que la inspección ocular solicitada se habría frustrado porque no se pudo ingresar al domicilio del ex futbolista, ubicado en arenas de José Ignacio, ya que las llaves se perdieron y no pudieron ubicar una copia.
El caso es más preocupante, ya que podría haber indicios de lesiones, lesiones graves, intento de asesinato, ocultamiento de pruebas, modificación de la escena, incluso simulaciones o maniobras para poder ocultar movimientos de dinero, millones de dólares.
Estas dudas, podrían comenzar a develarse si la fiscal profundizara la investigación, o tal vez y una vez recuperado Pocho, el hijo Tomás, que ha tenido una actitud muy centrada, tomara la iniciativa y en representación de los intereses del padre o de los suyos, iniciara una denuncia por lesiones, o intentos de ocultamiento de pruebas, que motivaron estas discusiones donde el eje fue las faltantes de dinero, el hurto o la apropiación indebida. Figuras contempladas en nuestro código penal, para los que tiene 90 desde la intervención judicial, para hacer valer sus derechos y los de su padre, aunque esto signifique ir contra el círculo íntimo de Pocho y algunos muy cercanos como su tío y la nueva amiga.
Por estas horas hay un gran hermetismo sobre el estado de salud física y mental de Lavezzi, sumado al escandaloso suceso que se intentó ocultar, con una burda historia; "estaba cambiando una lamparita".
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