Sin clientes y sin respuesta: problemas para los comerciantes de la Terminal Colón

Dos kioscos, una bizcochería, una tienda de golosinas, otra de congelados, además del local de recarga y expedición de tarjetas STM y los centros de organismos estatales, son los únicos espacios que han sobrevivido en la Terminal Colón, y cada vez con más dificultades.

Desde el 5 de abril las líneas 148, 174 y 329 cambiaron su recorrido tomando directamente las avenidas Lezica y Garzón y dejaron de pasar por la terminal, con el objetivo de reducir en ocho minutos el recorrido de los ómnibus.

Este beneficio para los usuarios terminó perjudicando a los comerciantes de la terminal, que vieron bajar sus ventas en 50%, lo que imposibilita la rentabilidad de sus emprendimientos.

Luego de varios días de espera, los comerciantes y otros trabajadores de la terminal consiguieron que el director de Movilidad Urbana de la Intendencia de Montevideo, Pablo Inthamoussu, fuera este viernes en la mañana a mantener una reunión con ellos.

Alberto Larralde, propietario de la bizcochería, explicó a El Observador que la reunión no fue fructífera. "(Nos dijeron) que lo van a estudiar, que la cosa esta caminando bien, ¡Bien para un lado, pero para este no!"

Larralde contó que una de las propuestas de los comerciantes fue que la mitad de los ómnibus de las tres líneas en cuestión pasen por la terminal y que la otra mitad vaya directo por Lezica, algo que Inthamoussu descartó.

El comerciante dijo que el funcionario municipal insinuó la posibilidad de bajarle el precio a los alquileres, teniendo en cuenta que cuando el contrato fue firmado la circulación era mayor; sin embargo, los comerciantes se manifestaron tajantemente en contra porque, a su criterio, seguiría sin ser rentable.

"Si no hay gente, por más que nos bajen el alquiler, ¿a qué venimos nosotros? ¿A decir que tenemos un negocio abierto?", sentenció Larralde.

Según él, también se mostraron disconformes algunos vecinos de la zona, que encontraban en la terminal un lugar seguro para tomarse el ómnibus, sobre todo los estudiantes de los liceos 9 y 62, ubicados en Lezica y Calderón de la Barca.

Los comerciantes enviaron el jueves a la intendencia las firmas de alrededor de 1.000 vecinos, algunos que no coincidían con los cambios y otros que, según explicó Cristian Fassolo, trabajador de la empresa de limpieza que opera en la terminal, pasaban todos los días por allí y generaron afinidad con los comerciantes.

En la tarde de este viernes los comerciantes fueron recibidos por el alcalde del Municipio G, Gastón Silva, en la Centro Cívico ubicado al lado de la terminal y luego se presentaron en un Cabildo Abierto en el Colegio Pío de Lezica, donde iba el intendente Daniel Martínez.

"Vamos a hablar con el intendente, que ya había hablado con nosotros que iba a buscar una solución. Pero se olvidaron de nosotros", dijo el dueño de la bizcochería.

Inthamoussu prometió comunicarse para una nueva reunión la semana próxima y dependiendo de las respuestas que les brinde evaluarán las acciones a tomar.