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Aguada heroico: sin Davis y de atrás le volvió a ganar a Malvín
Épico, heroico y hazañoso. Emocionante e inolvidable. Como a su hinchada más le gusta. De atrás. Contra los pronósticos. Contra toda adversidad. Así volvió a ganar Aguada. Con sus signos identitarios a flor de piel. Con el viento en la camiseta de una hinchada que no deja de empujar cuando todo parece perdido. Porque saben como nadie que nunca está todo perdido.
El aguatero le ganó 90-87 a Malvín. Perdía por 13 en el amanecer del último cuarto, pero sacando fuerzas de vaya a saber dónde lo dio vuelta. No contra cualquier equipo. Contra Malvín. Contra el cerebro de Pablo López. Contra la clase de Nicolás Mazzarino. Contra los 29 puntos del ex San Antonio Spurs DeJuan Blair.
Aguada le dio un golpe anímico a la mesa de los pronósticos. El viernes se lesionó Dwayne Davis y el lunes el parte médico lo dejó afuera de la serie final que es al mejor de siete partidos y que ahora está 2-0 a favor del rojiverde ya que el viernes, en otra noche emocionante, ganó 83-80 ya con Davis afuera de la cancha pero con un Al Thornton colosal con un triple sobre la hora también inolvidable.
Tal vez para sembrar una semillita de esperanza, el club anunció minutos antes del partido que el reemplazante de Davis será Zach Graham, con pasado en ligas de México, Puerto Rico, España, Israel, Brasil y Guaros de Lara en Venezuela, donde fue el MVP de la Liga de las Américas de 2017.
Tal vez entonado por sus últimos triunfos, el equipo de Miguel Volcan y Germán Cortizas salió mejor y en los primeros 5 minutos planteó un partido parejo con un Andrew Feeley entonado en ofensiva.
Pero bastó con que Malvín ajustara sus piezas defensivas para empezar a imponer su libreto. El de una primera línea agresiva para recuperar sobre la conducción rival y una faceta ofensiva donde el juego se construye en torno a la dominante presencia del pívot Hatila Passos.
Y esta vez, los extranjeros se metieron en el equipo. Se involucraron en el juego. Abandonaron la postura anárquica de la primera final y entraron en sintonía con los nacionales. No es fácil, vienen de la escuela de la NBA donde se juega uno contra uno mientras que en Uruguay el básquetbol es físico, entrega, lucha. Defensa y más defensa.
DeJuan Blair, ex San Antonio Spurs, lideró el goleo de Malvín en los tres primeros cuartos. Elijah Millsap, atlético e indescifrable a la hora de tomar decisiones lo secundó con aciertos al atacar el aro.
El partido se fue pintando de azul. Como marcaba la lógica. Malvín dominaba el rebote y mostraba una mayor y mejor puntería desde el perímetro. Pero dejó abierta la ventana de los detalles errando libres. Tiró 29 y metió 18.
En el arranque del último cuarto, el equipo estaba 13 puntos arriba y parecía que Aguada ya estaba pensando en cómo meter al nuevo extranjero en su esquema dado que Malvín dominaba claramente el trámite.
Hasta que la razón fue golpeada y la lógica sacudida. La hinchada empujó y el equipo se trepó a la cresta de una ola que tapó la playa.
Leandro Taboada cambió el partido. Entonado por la notable serie que hizo ante Nacional como actor de reparto, el base fue el artífice de la reacción. Al Thornton entró en sintonía tras sufrir el partido en defensa, desbordado por el caudal físico de Blair y el peso de Hatila. Y Feeley metió las bolas calientes.
Fue un cuarto arrollador: 30 a 14. Cuando faltaba 1'40'' el aguatero pasó 83-82 y lo terminó ganando con libres de Taboada y un agónico intento de Santiso que no entró.
Ganó Aguada. Superado en el juego. Diezmado en la integración. Pero enorme de corazón.
Mirá las estadísticas completas del partido.
Parciales
Primer cuarto: Malvín 24-19
Segundo cuarto: Malvín 49-37
Tercer cuarto: Malvín 73-60
Final: Aguada 90-87
Así está la serie
Aguada 83-80
Aguada 90-87
