Bashar al-Asad con el presidente egipcio, Al Sisi, y el tunecino, Saied, en Yeda

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Siria regresó a la Liga Árabe luego de una década de aislamiento y guerra civil

El retorno se produce luego que su membresía fuera suspendida en 2011 y marca un cambio en la lectura de los actores regionales con relación a la supervivencia de Bashar al-Asad en el poder
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19 de mayo de 2023 a las 16:50

Cada apretón de manos cuenta, y fueron muchos los que recibió el presidente de Siria, Bashar al-Asad, en la Cumbre de la Liga Árabe que se realizó a orillas del mar Rojo en la ciudad saudí de Yeda, participación que marcó el regreso de su país al foro después de ser suspendido en 2011 por la brutal represión de manifestantes prodemocráticos durante la llamada “primavera árabe”.

Mientras caminaba hacia la sede de la cumbre, al-Asad extendió sus brazos hacia el príncipe heredero saudita Mohammed bin Salman, además de intercambiar saludos con otros líderes regionales, como el presidente egipcio, Abdel Fattah el Sisi.

“Espero que marque el comienzo de una nueva fase de acción árabe por la solidaridad entre nosotros, por la paz en nuestra región, el desarrollo y la prosperidad en lugar de la guerra y la destrucción”, dijo al-Assad a los asistentes, entre los que se encontraba como invitado el presidente de Ucrania, Volodímir Zelensky.​

Según los analistas, la readmisión de Siria a la Liga Árabe, integrada por 22 países, es una fuerte señal de que el aislamiento de al-Assad está terminando, lo que reflejaría un cambio importante en la forma en que los actores regionales ven la supervivencia de su gobierno, lectura que choca con la postura de Estados Unidos y sus aliados occidentales.

La acogida de al-Asad marca un giro importante en el caso de Arabia Saudita, país que respaldó a la oposición siria, acusó al mandatario de poner en marcha una “máquina de matar” y apoyó a los grupos rebeldes durante las primeras fases de la guerra civil, enfrentamiento que dejó un saldo de al menos 500.000 muertos y unos 23 millones de desplazados.

Para Riad, una cumbre exitosa implicaría compromisos concretos de Siria sobre cuestiones como los refugiados y el tráfico de captagon, una droga derivada de las anfetaminas, evaluó Torbjorn Soltvedt, de la consultora de riesgo Verisk Maplecroft con sede en la ciudad británica de Bath y dedicada al análisis de los riesgos que afectan a los negocios e inversores globales.

Según el comunicado de la Liga Árabe que recogen las agencias de noticias internacionales, el bloque acordó trabajar sobre ambas cuestiones, como así también abordar el problema del "terrorismo" en la región y avanzar en negociaciones para "resolver gradualmente la crisis en Siria”.

Durante su discurso, al-Asad calificó la cumbre como una “oportunidad histórica” para abordar los problemas que afrontan la región, casi al mismo tiempo que en la ciudad siria de Azaz cientos de manifestantes salían a la calles para protestar por la readmisión y coreaban "la gente quiere la caída del régimen".

“Siria no puede ser representada por el criminal Asad”, decía una pancarta desplegada en Azaz, ubicada a unos 30 kilómetros de Alepo y bajo el control de grupos pro-turcos, situación que ser replicó en otras áreas controladas por los rebeldes opuestos a al-Asad, incluida la ciudad norteña de Afrin, donde una multitud levantó una gran bandera opositora.

La rehabilitación de al-Asad por parte de la Liga Árabe se produce luego de un periodo de intensa actividad diplomática por parte de Arabia Saudita, que selló en marzo un inesperado acercamiento con Irán, con la mediación de China. Desde entonces, Riad restableció relaciones con Damasco e intensificó sus esfuerzos por la paz en Yemen, donde lidera una coalición militar contra los rebeldes hutíes, apoyados por Irán.

También Emiratos Árabes Unidos, que restableció relaciones diplomáticos con Siria en 2018, estuvo muy activo a favor de la reintegración de Damasco. No obstante, no todos los países de la región se han mostrado dispuestos a estrechar lazos con al-Assad.

Catar, por caso, indicó que no estaba dispuesto a normalizar sus vínculos. ‘’La postura de Qatar sobre el asunto de Siria es estable’’, se limitó a señalar antes de la cumbre el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores catarí, Majed bin Mohammad al-Ansari.

Según los observadores locales, el objetivo de al-Asad es aprovechar la distensión geopolítica entre los países árabes para normalizar sus relaciones con los estados vecinos y, principalmente, con las ricas monarquías del Golfo Pérsico para financiar la costosa reconstrucción de su país, cuya infraestructura ha sido arrasada por la guerra civil y en el que, según Naciones Unidas, el 90% de sus 13 millones de habitantes vive en la pobreza.

Por lo pronto, al-Assad abogó por una "nueva fase" en la cooperación regional durante su intervención en la cumbre. "Nos complace la asistencia del presidente sirio ", respondió bin Salmán, a quien en el marco de un encuentro a puertas  privado al-Asaad "elogió por los esfuerzos realizados por Arabia Saudita para lograr el acercamiento árabe", según indicó la agencia de noticias oficial siria SANA.

El acercamiento de Siria con Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos, dos de los principales integrantes de la Liga Árabe, comenzó en 2018 y se aceleró después del terremoto del 6 de febrero pasado que devastó sectores enteros de Siria y Turquía, provocando una nueva crisis humanitaria en la región

(Con información de agencias)

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