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Socialistas retoman su disputa interna: reclaman a Civila “frenar sangría” de dirigentes
La derrota electoral del Frente Amplio comenzó a perforar la unidad mostrada por el oficialismo en los últimos meses de la campaña. Además de empezar a sobrevolar los pases de factura entre las distintas agrupaciones, también volvieron a quedar al descubierto fracturas en la interna de algunos sectores.
Uno de los grupos que ya reavivó los choques entre sus dirigentes fue el Partido Socialista, uno de los sectores más tradicionales de la coalición de izquierdas. Los problemas entre la conducción ortodoxa liderada por Gonzalo Civila y los denominados renovadores se retomaron con las primeras evaluaciones de una elección en la que la lista 90 tuvo una caída en adhesiones de 48%, al pasar de 136 mil votos en 2014 a 70.581 el 27 de octubre.
El Partido Socialista realizó este fin de semana su primer Comité Central después de la elección y en la previa a esa reunión un grupo de dirigentes integrado entre otros por Mónica Xavier, Yerú Pardiñas, Daysi Tourné, Hyara Rodríguez, Santiago Soto, Julio Bango y Fernando Isabella criticaron en un documento interno la “pérdida de centralidad y de capacidad de conducción política” partidaria y reclamaron “frenar la sangría de compañeros y compañeras” que resuelven abandonar el partido. Para detener esa “sangría”, los dirigentes le piden a la dirección “un mensaje muy claro”.
Una de las renuncias más sonadas al Partido Socialista en el último año fue la del director de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto, Álvaro García, que para octubre se sumó al sublema Progresistas y abrió su propia lista, la 982. En los meses previos a la elección también renunció al sector el exministro de Industria Roberto Kreimerman.
“Hemos cosechado la peor votación del PS en 35 años, con una reducción prácticamente a la mitad en el total de votos obtenidos”, dice en su inicio un documento firmado por varios referentes socialistas críticos a la conducción de Civila. “El mal resultado anterior también refleja una campaña electoral que demostró problemas recurrentes. El comando de campaña (del Partido Socialista) conformado tuvo un funcionamiento escaso e insatisfactorio. Se dio visibilización a pocos referentes de nuestro partido, desaprovechando la riqueza de nuestra heterogeneidad interna. La conformación y diseño de las listas a lo largo de todo el proceso reflejó esa situación, así como la planificación de las giras”, señaló el escrito.
El dirigente Manuel Laguarda también presentó por escrito un reclamo sobre la interna partidaria.
“En el fondo el tema es nuestra interna y el juego de corrientes y la pregunta es si en esa tensión entre el reconocimiento y la expresión de las mismas versus la unidad y la vitalidad del PS no habremos encontrado la mejor síntesis. Un emergente de esto puede ser la forma y presencia de los dirigentes de todas las corrientes en la campaña”, sostuvo.
