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Sturla celebró ante unos 6.000 jóvenes y les pidió no achicarse
El cardenal clausuró la Jornada Nacional de la Juventud con una misa
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07 de septiembre de 2015 a las 05:00
Gracias a Dios y a todos los que trabajaron para esta maravillosa Jornada Nacional de la Juventud Católica. Él siga transformando corazones
Ante unos 6.000 participantes, el cardenal Daniel Sturla presidió la misa que puso fin a la Jornada Nacional de la Juventud (JNJ), que congregó a los jóvenes católicos durante dos días en Montevideo.
"¡No seamos cristianos achicados! ¡Ni en la facultad ni en el barrio! Si damos la cara por Él, Él la dará por nosotros", comentó en un momento de la homilía Sturla, que en el presbiterio estaba acompañado por algunos obispos del país. En total, unos 80 sacerdotes concelebraron en la ceremonia que tuvo lugar en Kibón en el mediodía de ayer.
En su mensaje, el cardenal se refirió a la vocación que tienen todos los cristianos, que es la del anuncio de Jesús. "El gran problema del Uruguay es que la gente no le encuentra sentido a su vida (...) y nosotros, por puro don de Dios, tenemos la vida llena de sentido. Anuncien la alegría de Jesús. Anuncien a todos los demás jóvenes, al Uruguay entero, que la vida es bella", pidió a los jóvenes que lo escuchaban. Llegados desde todo el país, estaban en la calle y el pasto de esa zona de la bahía, mirando hacia el escenario que estaba de espaldas al mar.
Luego Sturla unió ese concepto de la llamada con el mensaje de esta jornada (Él transforma tu corazón), y destacó cómo las personas que la noche anterior habían dado su testimonio eran ejemplos de eso. "El espíritu de Jesús hace que nuestro corazón se ensanche, se amplíe. En cambio, el mal espíritu es el que lo angosta, lo achica", insistió.
"Gente buena, cristianos sin miedo, que dan testimonio, que rezan y que sirven. ¿Dónde encontrar la fuerza? No hay otro lugar que en el corazón de Cristo Jesús", dijo monseñor Sturla poco antes de terminar, con un pedido de que Dios transforme "el corazón abierto a la gracia" de los presentes.
La misa fue el cierre de la 37ª Jornada. Pero una vez que concluyó, la fiesta no terminó. Los jóvenes coparon el escenario y siguieron bailando y cantando durante algunas horas.
En la mañana de ayer los participantes de la JNJ se dedicaron a "hacer lío" en distintas partes de la ciudad. El cardenal acompañó a algunos de esos grupos. Estuvo con quienes visitaron enfermos en el hospital Maciel y junto a unos jóvenes que pintaron una capilla en Chacarita de los Padres.
Algunos jugaron con niños en Punta de Rieles, otros fueron a hogares de ancianos o bailaron por el Parque Rodó.
Después de eso, almorzaron en Kibón, el mismo lugar donde pasaron la tarde del sábado, cuando hubo música y espectáculos en vivo, así como momentos de oración.
Por la noche cada uno de los presentes encendió una vela y todos rezaron de rodillas ante la eucaristía. Esta ceremonia estuvo presidida por el obispo de San José, monseñor Arturo Fajardo, presidente de la Comisión Nacional de Pastoral Juvenil.
A un costado del escenario, donde estaba el altar, había algunas decenas de sacerdotes confesando, entre ellos obispos como Heriberto Bodeant (Melo), Jaime Fuentes (Minas) y Alberto Sanguinetti (Canelones). Sturla también estaba entre los confesores.
La actividad fue organizada por la Comisión Nacional de Pastoral Juvenil de la Conferencia Episcopal Uruguaya y fue declarada de interés departamental por la Intendencia de Montevideo. El objetivo de los participantes era "festejar, reflexionar, orar y 'hacer lío'".
Todos los años se realizan encuentros de este tipo en las 10 diócesis del país, pero con cierta periodicidad estas reuniones son una única nacional. La anterior fue en Maldonado en 2012.
"¡No seamos cristianos achicados! ¡Ni en la facultad ni en el barrio! Si damos la cara por Él, Él la dará por nosotros", comentó en un momento de la homilía Sturla, que en el presbiterio estaba acompañado por algunos obispos del país. En total, unos 80 sacerdotes concelebraron en la ceremonia que tuvo lugar en Kibón en el mediodía de ayer.
En su mensaje, el cardenal se refirió a la vocación que tienen todos los cristianos, que es la del anuncio de Jesús. "El gran problema del Uruguay es que la gente no le encuentra sentido a su vida (...) y nosotros, por puro don de Dios, tenemos la vida llena de sentido. Anuncien la alegría de Jesús. Anuncien a todos los demás jóvenes, al Uruguay entero, que la vida es bella", pidió a los jóvenes que lo escuchaban. Llegados desde todo el país, estaban en la calle y el pasto de esa zona de la bahía, mirando hacia el escenario que estaba de espaldas al mar.
Luego Sturla unió ese concepto de la llamada con el mensaje de esta jornada (Él transforma tu corazón), y destacó cómo las personas que la noche anterior habían dado su testimonio eran ejemplos de eso. "El espíritu de Jesús hace que nuestro corazón se ensanche, se amplíe. En cambio, el mal espíritu es el que lo angosta, lo achica", insistió.
"Gente buena, cristianos sin miedo, que dan testimonio, que rezan y que sirven. ¿Dónde encontrar la fuerza? No hay otro lugar que en el corazón de Cristo Jesús", dijo monseñor Sturla poco antes de terminar, con un pedido de que Dios transforme "el corazón abierto a la gracia" de los presentes.
La misa fue el cierre de la 37ª Jornada. Pero una vez que concluyó, la fiesta no terminó. Los jóvenes coparon el escenario y siguieron bailando y cantando durante algunas horas.
Lío en los barrios
En la mañana de ayer los participantes de la JNJ se dedicaron a "hacer lío" en distintas partes de la ciudad. El cardenal acompañó a algunos de esos grupos. Estuvo con quienes visitaron enfermos en el hospital Maciel y junto a unos jóvenes que pintaron una capilla en Chacarita de los Padres.
Algunos jugaron con niños en Punta de Rieles, otros fueron a hogares de ancianos o bailaron por el Parque Rodó.
Después de eso, almorzaron en Kibón, el mismo lugar donde pasaron la tarde del sábado, cuando hubo música y espectáculos en vivo, así como momentos de oración.
Por la noche cada uno de los presentes encendió una vela y todos rezaron de rodillas ante la eucaristía. Esta ceremonia estuvo presidida por el obispo de San José, monseñor Arturo Fajardo, presidente de la Comisión Nacional de Pastoral Juvenil.
A un costado del escenario, donde estaba el altar, había algunas decenas de sacerdotes confesando, entre ellos obispos como Heriberto Bodeant (Melo), Jaime Fuentes (Minas) y Alberto Sanguinetti (Canelones). Sturla también estaba entre los confesores.
La actividad fue organizada por la Comisión Nacional de Pastoral Juvenil de la Conferencia Episcopal Uruguaya y fue declarada de interés departamental por la Intendencia de Montevideo. El objetivo de los participantes era "festejar, reflexionar, orar y 'hacer lío'".
Todos los años se realizan encuentros de este tipo en las 10 diócesis del país, pero con cierta periodicidad estas reuniones son una única nacional. La anterior fue en Maldonado en 2012.
