Talvi se diferenció de sus socios y se alineó con el gobierno por Bolivia

El gobierno uruguayo expresó este lunes su "consternación" por "el quiebre del estado de derecho" en Bolivia y calificó de golpe de estado la renuncia del presidente Evo Morales.

"Uruguay considera que no existe argumento que pueda justificar estos actos, en particular habiendo anunciado pocas horas antes el presidente Morales su intención de convocar a nuevas elecciones, a partir del informe producido por la misión electoral de la Organización de Estados Americanos", expresó la cancillería a través de un comunicado.

El ministro de Transporte y Obras Públicas, Víctor Rossi, dijo tras el Consejo de Ministros en la Torre Ejecutiva que el comunicado había sido analizado durante la sesión y que el gobierno estaba viendo "hora a hora" lo que ocurría.

"Personal de la cancillería y asesores de Presidencia tienen este tema como muy importante. No se entró en detalle sobre las valoraciones, pero para nosotros no es difícil interpretar eso", agregó en referencia al título del comunicado que calificó la situación como un golpe de Estado.

Rossi señaló que había ocurrido un “deslizamiento del funcionamiento institucional” y que si bien no había “demasiada información” todo indicaba que se había debido a “presiones de algunos sectores que no siguieron el camino constitucional”.

Horas antes se había expresado el excandidato colorado. “Yo le llamo golpe de estado”, afirmó Talvi este lunes. "Las Fuerzas Armadas le piden la renuncia... llamémosle como le llamemos, yo le llamo golpe de estado. Sin ningún inconveniente", señaló en el programa Buen Día Uruguay, de Canal 4. 

Leonardo Carreño

Sin embargo, esta posición aleja a Talvi -en la mira del Partido Nacional como futuro canciller en un eventual gobierno multicolor-, de los otros partidos que integran la coalición.

El excandidato del Partido Independiente, Pablo Mieres, calificó de "autogolpe" lo que sucedió en torno a Evo Morales. "Robó las elecciones, cometió fraude, debió retirarse del poder". Aunque dijo que la intervención militar es "indebida", es la causa de una "ruptura institucional". 

Mieres agregó que cuando Morales anuló las elecciones y llamó a realizar una nueva votación, permaneciendo en el cargo, se concretó una nueva "ruptura de las reglas de juego".

Por su parte, el senador del Partido Nacional, Javier García, compartió la declaración del canciller Rodolfo Nin Novoa este domingo, advirtiendo de un "vacío de poder" en el país sudamericano. "Seguramente tiene información de la embajada en Bolivia que dio el cambio de posición, que iba en consonancia con lo que ha dicho Europa y la OEA", explicó.

Para García, es "un enorme fraude electoral", que espera "se resuelva por una vía pacífica".

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En tanto, el diputado electo de Cabildo Abierto, Eduardo Lust, dijo que la situación es "rara". "El golpe de estado es cuando una fuerza militar al margen de las reglas constitucionales se hace cargo del gobierno. Aparentemente eso no fue lo que pasó en Bolivia", sostuvo.

"La Constitución boliviana dio la opción de tres veces presidente, quiso presentarse a una cuarta, el pueblo votó en contra, y el tribunal constitucional entendió que era un derecho humano presentarse a la Presidencia de forma indefinida", por lo que esto es, según su opinión, una "actitud antidemocrática", envuelta en el "fraude electoral".

El gobierno de Bolivia quedó acéfalo este domingo tras la renuncia del presidente y de las demás autoridades que formaban la cadena de sucesión constitucional, al cabo de tres semanas de protestas contra su cuestionada reelección en los comicios del 20 de octubre y tras perder el apoyo de las fuerzas armadas y de la Policía.