Para el futuro ministro de Ganadería Agricultura y Pesca, Carlos María Uriarte, "la lechería es un pilar básico para la actividad agropecuaria de Uruguay".
Eso, que lo dijo este martes en la sede de la Asociación Nacional de Productores de Leche (ANPL), generó un gran optimismo en el sector, donde se entiende que los tamberos encontrarán ahora en el lugar clave para la toma decisiones a un interlocutor que conoce el rubro y que se ha comprometido con esta causa.
Uriarte dio sus primeros pasos como productor como tambero, una actividad que, según él, lleva "en el alma".
Incluso, también se inició como gremialista en la Sociedad de Productores de Leche de Cerro Largo, "una gremial chica pero con buena gente" que lo impulsó a seguir adelante su carrera gremial.
“Normalmente las decisiones se tomaban con un desconocimiento del sector y por eso llegaban tarde o no se hacían. Vivimos esa realidad durante demasiado tiempo. Estamos comprometidos con el sector, porque para nosotros es un factor elemental para el afincamiento de la gente en el medio rural”, señaló Uriarte.
Las declaraciones del futuro jerarca, como se adelantó, fueron realizadas este martes en el marco del brindis de fin de año que la ANPL realizó en su sede, en Montevideo.
Ante la presencia de directivos de la ANPL, de Conaprole, de Prolesa y de Proleco y un gran número de productores y tamberos, el futuro ministro afirmó además que, al igual que la ganadería ovina, "la lechería promueve la crianza en un entorno de trabajo".
“No somos de los que se conforman con que los números generales del país cierren y la producción se mantenga exclusivamente a precios cada vez más caros. Este desafío que hoy nos toca, más que un desafío es un honor. Asumimos en el nombre de todos, no hay persona que sea capaz de llevar adelante semejante desafío solo. Lo que hacemos es abrir una portera para aprovechar una oportunidad en la cual no podemos fallar”, concluyó.
Para los lecheros se va un 2019 cargado de optimismo y entusiasmo, en tanto esperan el 2020 “con más entusiasmo que optimismo”, ambientados por los mejores resultados obtenidos en el período. Ese fue uno de los conceptos que transmitió Walter Frisch, presidente de la ANPL, durante su discurso de cierre de año.
En primer lugar, el productor y directivo destacó el valor que la lechería y la cadena láctea generan en la agropecuaria, así como el valor humano que agrega el sector. Hizo referencia a que la lechería es una de las áreas que involucra a toda la cadena y afianza la comunicación entre todas las partes.
Un punto alto en su discurso fue las buenas sensaciones que genera el cambio de gobierno que se concretará el próximo 1° de marzo. Según el gremialista, no quiere decir que el nuevo gabinete sea “mejor o peor”, sino que significa un cambio que traerá un nuevo diálogo e intercambios de puntos de vistas.
“No es fácil ser dirigente, pero más difícil debe ser para los gobernantes. No es nada fácil el desafío que se viene para adelante es un mundo donde la agresividad comercial se nota día a día”, aseguró.
De igual forma, lamentó que más de un centenar de productores hayan dejado el rubro, algunos por temas de edad y por falta de continuidad dentro de la familia, pero otros porque eran tamberos jóvenes que no pudieron seguir adelante. “Defender sus intereses es nuestro motivo como gremial”, afirmó.
“Para nosotros no fue un año fácil, fue difícil y eso habla de la independencia que tuvimos. Fue un año donde tuvimos que debatir puntos importantes y tuvimos nuestras rispideces con nuestra hija, que es Conaprole”, indicó.
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