Para jugar al básquetbol hay que saber leer. No basta con meterse a la cancha, tener ganas de picar la pelota y quebrar la muñeca en el aire con la precisión y la fuerza necesaria para que una pelota de cuero de 24 centímetros de diámetro entre en un aro de 45. No. No basta, al menos, si lo que uno quiere es jugar bien. Hay que entender cuándo pasar, cuándo moverse de un poste al otro, a qué distancia cargar el rebote y para qué lado llevar al rival a la hora de marcar. También hay que saber cómo zafar de una cortina y cómo auxiliar a un compañero cuando está en apuros. Hay que entender cuándo es el mejor momento para el tiro y saber para dónde va la jugada, leerla. The Last Dance, la serie documental de Netflix y ESPN sobre Michael Jordan y los Chicago Bulls hizo muchas cosas bien, pero, sobre todo, hizo eso: leyó la jugada. La leyó a la perfección.