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Un hallazgo inesperado que provocó reacciones mesuradas de los candidatos
Las cámaras de televisión desplegadas en el templo de la masonería ya estaban instaladas para enviar las imágenes en vivo a todas las televisiones del país. La presencia de cuatro precandidatos a la Presidencia compartiendo un panel sobre principios y propuestas programáticas era el menú principal de la agenda política en la tarde del martes, pero una noticia de último momento cambió el foco de atención y lo fijó unos kilómetros hacia al norte sobre la entrada del Batallón N° 13.
Hasta allí se movieron los medios de comunicación para tener los detalles del primer hallazgo en la actual administración de restos humanos que pueden pertenecer a un desaparecido durante la dictadura. El descubrimiento de un esqueleto en el otrora “300 Carlos”, un excentro de detención clandestino, sumó un nuevo factor sorpresivo a la campaña electoral. Así como la semana pasada fue el anuncio de los problemas de salud del presidente Tabaré Vázquez el que marcó el tono de la competencia, lo mismo ocurrió esta semana con el inesperado hallazgo en el predio militar.
La noticia puso una pausa a los debates más candentes de la campaña electoral y colocó al pasado reciente en el centro de la agenda. Mientras que los familiares pidieron que el tema se mantenga al margen de la competencia electoral, los candidatos de la oposición ratificaron su compromiso de continuar la búsqueda de desaparecidos, y el Frente Amplio dio muestras de su cercanía con la causa.
Posturas
A la salida del encuentro convocado por la masonería, los candidatos Daniel Martínez, Luis Lacalle Pou, Ernesto Talvi y Pablo Mieres se vieron obligados a decir algunas palabras sobre el tema del momento y, a diferencia de lo que ocurrió en la última elección, esta vez todos coincidieron en que la búsqueda de respuestas debe continuar.
El nacionalista Luis Lacalle Pou, que en 2013 había dicho que estaba dispuesto a detener las excavaciones, reiteró que el tiempo le demostró que se había equivocado al realizar aquellas declaraciones. “Yo hablé de dar vuelta la página y en realidad cometí una enorme injusticia sobre el sentimiento de familiares que no van a dar vuelta la página hasta que satisfagan la necesidad de saber dónde están sus seres queridos”, afirmó.
El candidato blanco, hasta el momento favorito entre los líderes de la oposición para ganarse un lugar en el balotaje, dijo que sus dichos de aquel entonces no constituyeron un “error político”, sino “un error humano, aún más grave”. Lacalle dijo que “reconocer el error humano” suponía “desandar el camino, prestar atención y dar toda la asistencia que sea necesaria”.
En tanto, el colorado afirmó que en caso de ser electo trabajará sobre un tema que advirtió es “responsabilidad del Estado”. “Nosotros hemos mantenido una posición muy clara con respecto al tema de los desaparecidos, que la responsabilidad del Estado no se va a extinguir nunca. Que mientras haya un hilito de esperanza para que las familias puedan hacer su duelo y saber qué fue de la vida de sus seres queridos entonces habrá que seguir buscando”, dijo.
En tanto, el postulante de Cabildo Abierto y excomandante del Ejército, Guido Manini Ríos, afirmó: “Ojalá aparezcan más cuerpos. Creo que eso sirve para que una familia, una vez que se identifique, tenga el reencuentro con los restos de un ser querido. Es una buena noticia para todos”.
En el oficialismo, en tanto, debaten por estas horas hasta qué punto sacar pecho por los resultados –recordando, por ejemplo, que todos los cuerpos de desaparecidos fueron hallados durante los gobiernos frenteamplistas– o si dejar pasar los días y así evitar la confrontación en un área de extrema sensibilidad para la población.
Las declaraciones de los dirigentes frenteamplistas, incluyendo el pronunciamiento de la coalición a través de sus cuentas oficiales, fueron sumamente medidas y priorizaron las muestras de apoyo a la causa de los familiares antes que las valoraciones político-partidarias.
Lo que sí se reeditó es el viejo enfrentamiento entre la izquierda y las Fuerzas Armadas por este tema, con mensajes de dirigentes políticos que aludían al silencio militar. En tanto, las críticas en redes sociales a la marcha atrás de Lacalle Pou corrieron por cuenta de cuentas de militantes.
El frenteamplista Daniel Martínez, que en un principio no quería hablar en la noche del martes, se limitó a reiterar su compromiso de “seguir trabajando para que la verdad se sepa y no quede una sola persona sin saber qué pasó hasta con el último uruguayo desaparecido”.
artínez dijo que “la lucha por saber qué ha pasado con los desaparecidos es un problema de ética y de valores”, y añadió que la aparición de “un cuerpo más ratifica que esta lucha debe continuar”.
El senador y secretario ejecutivo del Partido Comunista, Juan Castillo, dijo a El Observador que le parecería “penoso golpearse el pecho” con los hallazgos. “Celebrarlo sería una victoria pírrica”, aseguró.
Por su parte, el politólogo Adolfo Garcé señaló que “no se puede separar” la aparición de restos de “una política pública” que se “intensificó con la llegada del Frente Amplio al gobierno”.
