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Un Hereford todo terreno
La Sociedad de Criadores de Hereford del Uruguay (SCHU) promociona a la raza como “fuerte en cualquier ambiente” y eso fue lo que quedó demostrado en la reciente gira anual binacional que organizó dicha gremial, en cuyo marco se visitaron establecimientos ubicados en Río Negro y Paysandú y también en Entre Ríos, en Argentina.
En Uruguay se recorrieron dos ámbitos productivos con condiciones muy distintas, pero a pesar de ello con un muy buen manejo de una raza que se define como noble, apreciándose en ambos sitios un excelente tipo de Hereford.
Durante el día inicial los galpones de ambos establecimientos quedaron chicos para resguardar a todos los participantes, que eran en su gran mayoría criadores y socios uruguayos, pero también con una buena participación de argentinos y brasileños.
Rincón de Francia
Rincón de Francia, el centenario establecimiento de la familia Zabaleta Stirling, ubicado en Young, Río Negro, fue sede para la primera parada de la gira.
La presentación de su rodeo se realizó en el local de ventas de la estancia, donde Joaquín Zabaleta, director de la cabaña, propuso una novedosa actividad. En tanto se iban presentando las diferentes categorías de animales, Zabaleta escogía a un criador del multitudinario público y éste debía elegir un ejemplar que le llamara la atención para que luego el anfitrión hiciera una breve reseña sobre el animal.
A lo largo de las presentaciones muchos fueron los halagos: buena estructura y tamaño, buenos huesos, animales profundos, lindo color y pigmento, ejemplares largos y lotes parejos, pero además con excelentes datos.
Zabaleta confesó a El Observador que pensó en romper el esquema tradicional de una gira aprovechando que el lugar de la pista era fácil para manipular a los animales.
“Uno usa sangre de productores. Entonces tratamos de que alguno vinculado con ese ganado o con esa sangre participara”, dijo.
Hizo referencia a que crían un Hereford largo, de buen porte, con mucho tipo racial, buenas traseros, aplomos y buen hueso. En tanto, comentó que debido a la demanda del mercado se ha intentado mantener todas estas características y sumarle otras como mejorar los números y el peso al nacer, más de pigmentación ocular y circunferencia escrotal.
Felipe Bove, presidente de la SCHU comentó a El Observador que se vio un rodeo con mucha historia. Se trata de una cabaña que tiene 150 años, que cría Hereford desde el año 1902 y que se ha mantenido en la raza a lo largo de varias generaciones.
“Quedamos impresionados con la homogeneidad del lote. A lo largo de toda la fila y de toda la muestra siempre vimos ese mismo tipo de animal que tantos resultados le ha dado”, apuntó.
Cerro del Bombero
Durante la tarde de ese jueves 13 de junio se visitó Cerro del Bombero, de Suc. María del Carmen de León, un establecimiento ubicado en Paysandú.
Allí se vio un predio “distinto”, según Bove, porque se pasó de campo con un índice de Coneat de 160 a uno de 52, de un establecimiento con una carga de 1,1 Unidades Ganaderas (UG) por hectárea, a uno de 1,7 UG por hectárea.
“Un establecimiento que hace ciclo completo, pero cada año viendo cómo se presenta el invierno, estando atento a tomar medidas que faciliten el trabajo”, dijo.
En ambos lugares se destacó la calidad del Hereford y la homogeneidad del ganado. En Rincón de Francia, por ser una cabaña con mucha selección, y en Cerro del Bombero, por estar asesorado permanentemente por los inspectores de la sociedad de criadores. De hecho, Cerro del Bombero tiene más del 90% del rodeo tatuado.
“Ellos están muy contentos. Creen que los hemos ayudado a mejorar todo su rodeo de vacas y a tener un producto cada vez más valioso y de mejor comportamiento”, destacó.
En los campos locales se destacó la calidad y homogeneidad.
Juan Bazzano, director de Cerro del Bombero, contó a El Observador que el objetivo era mostrar el esfuerzo de tantos años y el resultado en números.
El establecimiento cría un ganado rústico, adaptado a la condiciones de campos de baja productividad. El predio tiene un índice de Coneat 52, lo que implica un mayor esfuerzo que en otros sitios de mayor productividad. Es por esto que eligen animales adaptados al ambiente y que produzcan bien en ese ambiente. Y, según Bazzano, eso “se viene logrando”.
El Hereford siempre fue la raza principal. Hace más de 40 años que compran genética, pero desde 2006 se generó el plantel para empezar a producir sus propios toros para cubrir un rodeo grande de vacas. Al lograr buenos porcentajes de producción y de marcación, se pudo comenzar a vender toros y con la entrada de esa genética se incorpora una nueva, de pedigrí y con datos EPD.
“La sanidad, la alimentación, el manejo y la genética son las herramientas que nosotros utilizamos para lograr nuestros objetivos. Creemos que se pueden lograr buenas producciones, pero hay que dedicarse”, concluyó.
Entre Ríos, Argentina
El viernes 14 una delegación uruguaya cruzó la frontera y visitó los establecimientos Los Primos, de Don Juancito SRL, y Tres Colonias, de Tres Colonias SA, ambos ubicados en Entre Ríos, Argentina.
Bove narró que allí se conocieron dos cabañas importantes de la zona que se dedican, fundamentalmente, a vender toros. Ambos establecimientos están enfocados en la cabaña y se dedican a la venta de toros en gran volumen.
“Vimos un tipo de animal que es un poco más moderado que el ganado uruguayo, pero de muy buena calidad. Muy correcto y representativo del tipo que busca Argentina”, explicó.
También destacó que en la actividad que hubo en Argentina cada una de las gremiales de criadores de la región expuso su realidad.
En Argentina, por ejemplo, es muy importante la parte de puro registrado, tanto que en algunas cabañas es “hasta más importante que el pedigrí”.
En Brasil, se destacó, la sociedad de criadores trabaja en conjunto con la raza Braford y con base en los cruzamientos con las razas índicas.
