Una encuesta reveló un fuerte rechazo a la presidenta Boluarte y al Congreso peruano

La presidenta Dina Boluarte cuenta con la aprobación de solo el 15% de los peruanos, con un 78% de desaprobación.

En diciembre de 2022, el presidente elegido democráticamente de Perú, Pedro Castillo, fue derrocado por el Congreso después de que el mandatorio intentara cerrarlo. Luego de ser separado del cargo, Castillo fue arrestado y sujeto a prisión preventiva por el término de 18 meses mientras se sustancian diversos procesos judiciales en su contra. Su cargo fue ocupado por la vicepresidenta Dina Boluarte.

El régimen fuertemente militarizado de Boluarte ha reprimido violentamente las manifestaciones que se produjeron luego de la caída de Castillo, resultando en la muerte de al menos 60 manifestantes.

El IEP, una organización de estudios en Ciencias Sociales, viene realizando encuestas de opinión en forma periódica y la última, realizada en el mes de marzo, mostró que el régimen de la presidente Boluarte es extremadamente impopular entre amplias capas de la sociedad.

En enero, febrero y marzo, el Congreso de Perú tuvo índices de desaprobación del 89 %, 90 % y 91 %, respectivamente.

El estudio del IEP no encontró diferencias entre las zonas urbanas y rurales, en todas partes del país, en promedio, al menos el 90% de los peruanos se oponen al Congreso, mientras que solo el 6% lo apoya.

El congreso unicameral de Perú está dominado por sectores de la derecha política peruana y ha sido el centro de notorios escándalos de corrupción como el de los “Mamanivideos” de 2018, cuando se difundieron imágenes del hijo del expresidente Fujimori y otros políticos y abogados comprando votos de legisladores para salvar del juicio de destitución al presidente Pedro Kuczynski.

Entre los peruanos que se identifican como de izquierda, solo el 4% apoya al congreso y el 93% se opone, mientras que entre los de derecha, el 10% apoya al congreso y el 88% se opone.

La presidenta Boluarte enfrentó una desaprobación del 76 %, 77 % y 78 % en enero, febrero y marzo, respectivamente.

Boluarte tiene un poco más de apoyo entre la población acomodada de Lima, pero incluso en el área metropolitana de Lima, tiene solo un 18% de apoyo, con un 72% de desaprobación.

En otras ciudades de Perú, Boluarte tiene un 14% de apoyo y un 80% de desaprobación. En las áreas rurales, tiene solo un 11% de apoyo y un 81% de desaprobación.

Curiosamente, aunque algunas de las pocas personas que respaldan a Boluarte han explotado cierta retórica feminista para justificar su gobierno de facto, el mismo estudio encontró que solo el 11 % de las mujeres la apoyan, mientras que el 79 % de las mujeres se oponen a ella.

De hecho, Boluarte es ligeramente más popular entre los hombres, aunque solo el 18% la apoya, mientras que el 76% de los hombres se opone.

El grupo de expertos del IEP que realizó esta encuesta no simpatiza de ninguna manera con Castillo y de hecho, había sido bastante antagónico de él cuando estaba en el poder.

La organización, con sede en Lima es un prestigioso “laboratorio de ideas” ligado a las elites económicas de Perú y está financiado -paradójicamente- por empresas, organismo y gobiernos que han apoyado el derrocamiento de Castillo y la asunción de Boluarte.

En el sitio web del IEP figuran sus fuentes de financiación que incluyen, por ejemplo, la la Agencia de Estados Unidos para el desarrollo internacional (USAID), la Agencia Alemana para la cooperación (GIZ), la embajada británica, el Banco Mundial, la Fundación Rockefeller y la Open Society Foundation, entre muchos otros auspiciantes.

Pese a que las fuentes principales de sus finanzas son proclives al gobierno de Boluarte, las encuestas del IEP no pudieron ignorar la realidad política del Perú marcada por una extendida oposición social a lo largo del país al actual régimen de facto.

(IEP; información de agencias)