La complicidad de Max Capote y Mónica Navarro se nota tanto frente como detrás de cámara

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Una tienda donde se habla de música pero no se venden discos

Para la cuarta temporada de Blister, transmitido por Tevé Ciudad, se cambiaron las entrevistas por un programa de ficción donde los artistas siguen siendo el foco
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04 de junio de 2015 a las 05:00
Luego de entrevistar a una extensa lista de músicos y revivir la Vieja Farmacia Solís como escenografía para hablar de música, Blister, el programa musical de Tevé Ciudad se adentra en la ficción.

Sus conductores, Mónica Navarro y Max Capote, por primera vez comparten espacio para interpretar a los empleados de una tienda de discos donde los clientes son músicos pero la charla se va de tema.
"Cuando Javier Hayrabedian y Gabriel Peveroni (productores del programa) nos plantearon este cambio tan profundo en el concepto del programa, con Max nos miramos y dijimos: ''Whaaat?'. Nos re asustamos", contó entre risas Navarro.

Es que el cambio no es solo en la locación y en el formato sino también en su rol: ahora los músicos tienen que actuar. Pero no son novatos. Navarro ya tiene amplia experiencia en la actuación y Capote, por su parte, ya tiene su personaje escénico establecido. Sus papeles, que se basan en sus personalidades, se exageran hacia diferentes dimensiones.

Mientras Navarro es la encargada obsesiva y un tanto loca, Capote es el empleado silencioso que busca solucionar problemas al mismo tiempo que tiene una changa escondida, un estudio de grabación detrás de la disquería. Por su parte Felipe Reyes, que recomendaba videos y artistas, ahora lo hace desde el papel del dueño ausente del local, que aparece solo en forma de mensajes grabados.

"Mi personaje está un poco mal de la cabeza y vamos a ir laburando un poco más sobre eso. La mina es muy obsesiva, le gusta controlar y tener todo ordenado, cambiando de un tema a otro sin seguir el hilo de las conversaciones", contó Navarro.

En ese sentido, las entrevistas se transforman en conversaciones que se hilvanan con las novedades que trae el entrevistado, las ocurrencias del guión creado por Peveroni y, en muchas ocasiones, con improvisaciones de los conductores.

"Hay algo que está mal que pase y que se desprende de nuestra inexperiencia en televisión: que el programa quede más o menos bueno depende de los invitados. Que sean más colgados o que hablen más. Y eso está mal, tiene que depender más de nosotros", dijo Capote.

Sus personajes en cámara muchas veces antagonizan, sin embargo fuera de papel no paran de hacer bromas y tomarse el pelo. "Parece como que tuviéramos mala onda con Mónica ahí adentro, pero en realidad tenemos la mejor", dijo Capote. "¡Somos como hermanos!", agregó Navarro casi cantando.

Disquería abierta

"Como ahora Tevé Ciudad es señal digital abierta, la idea era un poco cambiar el formato con el que veníamos laburando", afirmó Navarro. "El otro era más de cable, este es más de tele abierta. La supervivencia de un programa de televisión está en cambiar. Si es siempre lo mismo, quedás afuera", agrega Capote.

El programa se graba por primera vez dentro de las instalaciones de Tevé Ciudad en un "falso vivo". No se repiten tomas, sino que todo tiene que salir con naturalidad y de corrido. Con ese desafío los conductores devenidos en protagonistas conversan con dos músicos invitados y cada intervención se intercala con videos elegidos por los productores. La escenografía, repleta de discos, libros, revistas, vinilos y casettes, algunos prestados, otros propiedad de Peveroni, hacen que la mirada se pierda en los recovecos de cada estante. Nada está a la venta, por supuesto.

Para su quinto programa, grabado el pasado martes, los invitados fueron Pedro Dalton, que llevó la reedición del clásico de Horacio Quiroga, Cuentos de amor, locura y muerte, que cuenta con sus ilustraciones, y el músico Claudio "Peyo" Barrios –también conocido por su participación en el spinoff de Tiranos Temblad, llamado Siranos Semblad– interpretó el tema De nuevo, de su primer disco solista tras liderar la banda Rudos Wild.

De esta manera el programa adquirió un formato de "ficción periodística", donde la excusa para la participación de invitados suele ser una noticia, pero la charla deriva hacia otras zonas.

"La cantidad de las cosas que se pueden hacer son infinitas", dijo Navarro. "Por el tipo de invitado, los lugares que podés recorrer, elementos exteriores que se pueden incorporar. Creo que a medida que el tiempo vaya pasando se va a ir ficcionando mejor".

Blister se estrena los jueves a las 22 y se repite los viernes y lunes a las 13 y los domingos a las 21 horas.

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