Nacional > Violencia de género

Una trampa que tendió el asesino y terminó con la vida de su expareja y el bebé de ambos

Aunque se aplicaron los protocolos para impedir que el hombre agrediera a su ex pareja, logró engañarla y la mató según lo había planeado
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13 de marzo de 2018 a las 05:00
Mirtha Rocha, de 30 años, había sufrido la violencia a la que la sometía su pareja, Jesús Pampillón, durante los siete meses en que convivieron en una casa de la ciudad de Castillo, cuando finalmente en enero de 2018 decidió presentar una denuncia en su contra.

El hombre, que acusaba a la mujer de engañarlo con su expareja y padre de sus cinco hijos, entró en cólera el 17 de enero. Ese día, tras una fuerte discusión tomó un rifle calibre 22 y disparó contra tres perros, degolló a otro, para luego matar a los conejos que eran las mascotas de los hijos de la mujer.
Ante esa situación, Rocha presentó una denuncia en la Policía y se refugió en la casa de su padre.

Días más tarde, el 22 de enero, el Juez de Paz de 4º Turno de Rocha, Juan Manuel Cabrera, prohibió cualquier tipo de relación o comunicación entre el agresor y la víctima durante 120 días, al tiempo que dispuso que el hombre debía abandonar la casa -que le pertenecía a la mujer-, y ordenó que el caso fuera seguido por la Policía Comunitaria, que en los días siguiente debería elaborar informes sobre el caso.

Pampillón -que en todo momento negó haber agredido a la mujer- cumplió con la medida de alejamiento y se fue a vivir a La Coronilla, a 54 kilómetros de donde se encontraba Rocha. La Policía comunitaria visitó a la víctima de violencia doméstica el 8 y el 14 de febrero para preguntarle si había vuelto a ser agredida, si él se había intentado comunicar y si se sentía segura. La mujer dijo que ya no había tenido problemas con el hombre. Todo estaba bajo control.

Sin embargo, antes de que se cumpliera un mes desde la última visita de la Policía Comunitaria, y a pesar de que existía una medida de restricción de acercamiento y comunicación, víctima y agresor acordaron reunirse.

Según contó la fiscal de Chuy, Sandra Fleitas, el 9 de marzo el hombre y la mujer mantuvieron una comunicación telefónica en la que Pampillón pidió poder tener contacto con el hijo de ambos -quien todavía no había nacido ya que la mujer estaba embarazada de siete meses-. La mujer accedió, y al día siguiente viajó desde Castillo hacia La Coronilla.

Pampillón la esperó en la parada del ómnibus. Tras encontrarse, caminaron juntos unos 300 metros hacia un monte, donde después de una discusión, el hombre volvió a acusar a Rocha de engañarlo con su expareja. Fue en ese momento que se dispuso a matarla, algo que había planeado hace dos meses, según él mismo se lo había manifestado al hermano de la víctima.

Primero forcejeó hasta tirarla al piso. Quedando ella boca abajo, le colocó en su cuello el cinto que llevaba puesto y, tras asfixiarla, tomó un cuchillo que guardaba en su cintura y le cortó el cuello. La mujer murió en el lugar.

Luego, Pampillón caminó cuatro kilómetros por la playa y enterró el arma homicida. Caminó dos kilómetros más y llamó a su madre: "Mamá, maté a Lorena (...) la ahorqué con el cinto y después la degollé". Luego de eso, enterró el celular y fue a la casa de la madre.

La madre impidió que el joven ingresara a la casa, y llamó a la policía para denunciar el crimen de su hijo. El hombre fue detenido minutos después y acabó confesando el crimen.

La fiscal de Chuy, Sandra Fleitas, solicitó la formalización por un homicidio especialmente agravado, un delito de femicidio y otro de aborto contra Pampillón, al tiempo que pidió 180 días de prisión preventiva. La jueza de 1° turno del Chuy, Alma Susana Mattos, accedió a imputarle los delitos que presentó la Fiscalía, pero dispuso una prisión preventiva de 150 días.

Protocolos

Aunque la Policía y la Justicia siguieron el protocolo que se aplica para este tipo de casos, no lograron impedir el desenlace trágico. Según explicaron fuentes de Fiscalía, si no se llegó a solicitar el uso de tobilleras o la guardia policial para este caso es porque el hombre había cumplido con la restricción de no acercarse a la víctima de violencia doméstica, tal cual lo había ordenado la Justicia. Además, la declaración por parte de la víctima a efectivos de Policía Comunitaria de que el hombre no había intentado comunicarse ni había vuelto a ser agredida, llevaron a pensar que las medidas dispuestas habían bastado para proteger a la mujer.

El uso de tobilleras se reserva para aquellos casos considerados de más alta peligrosidad, donde el agresor puede intentar romper con la medida cautelar impuesta por la Justicia, o si existen antecedentes penales.

De hecho, Pampillón tenía antecedentes en 2013 por incendio agravado -por el que fue procesado con prisión- y en 2015 tenía una falta por conducir un vehículo sin libreta. El delito por el que fue procesado fue por haber incendiado la vivienda de una ex pareja.

Ahora, el imputado volverá a prisión. Esta vez, solo por el delito de femicidio podría cumplir penas de hasta 30 años. La muerte del niño que la mujer llevaba en su vientre, podría ampliar esa pena hasta los 45 años, el tiempo máximo durante el cual una persona pueda estar privada de libertad en Uruguay.




Olga Costa y Fernando Farinha

Salto

El 8 de marzo Cleomedes Medina, sobre quien pesaba una orden de restricción luego de que su ex pareja, Olga Costa, lo denunciara por violencia doméstica, ingresó a la casa en la que vivía la mujer, en el barrio Umpierre de Salto, y la mató. También fue asesinado Fernando Farinha, uno de los dos policías que custodiaban a la mujer a pedido de la Justicia. La justicia dispuso 150 días de prisión preventiva. Podría pasar hasta 30 años en la cárcel.

Sirley silva

Tacuarembó

Sirley Silva Ferreira, de 25 años, fue asesinada el 21 de febrero por su tío, con quien discutió estando él en estado de ebriedad. El hombre la apuñaló en el torax. Tras un llamado anónimo a la Policía, la mujer fue trasladada a un hospital donde falleció. El agresor, que no tenía antecentes penales fue detenido horas después.

Vanesa Monzón

Vergara

El 19 de febrero Vanesa Monzón de 32 años y madre de seis hijos, fue asesinada por su pareja de tres disparos en la cabeza. El homicida, Daniel Araujo, fue detenido horas después.
Horas antes de que declarara ante la Justicia, el hombre se ahorcó en su celda con una frazada que le habían dejado para abrigarse en la noche, según informó El País.

Julia Olivera

Fraile Muerto

El 10 de febrero una mujer de 29 años fue asesinada por su expareja cuando volvía a su casa. Julia Olivera estaba llegando a su vivienda en Fraile Muerto (Cerro Largo) y, a media cuadra, su expareja la estaba esperando. Cuando se acercó le dio tres disparos, matándola en el momento. El hombre se entregó, y la Justicia le imputó el delito de homicidio muy especialmente agravado, al tiempo que se le dispuso la medida cautelar de prisión preventiva por 180 días.


Edelma Suanes

Tranqueras

El martes 23 de enero Luís Farías mató de un disparo a su pareja, Edelma Suanes, de 65 años, y luego se suicidió. Una amiga de la víctima encontró los dos cuerpos luego de que la mujer llevara varias horas sin responderle los mensajes. Según informó El País, la pareja convivía desde hacía más de 12 años, pero en el útlimo tiempo la mujer quería ponerle fin a la relación, algo que era resistido por Farías.

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