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Viviana Ramos: por qué es difícil encontrar el cuerpo pese a que el asesino confesó
Este sábado comenzaron las tareas de búsqueda del cuerpo de Viviana Ramos, la mujer que estaba desaparecida desde 2012 y que la semana pasada un hombre confesó haber asesinado y enterrado a orillas del río Santa Lucía con ayuda de un cómplice.
En el lugar que señaló el asesino trabaja un equipo de antropólogos, y Bomberos desmalezó la zona para facilitar el trabajo.
Hasta el momento no hay novedades sobre los restos de la mujer. La fiscal del caso, Alexandra González, dijo a El Observador que es un predio bastante grande, con muchos arbustos. "Calculo que estarán llegando a la parte arenosa, que es donde se cree que puede estar, en unos días".
Según pudo saber El Observador, cuando se realizó la reconstrucción los dos hombres señalaron lugares diferentes de enterramiento, por lo que el área de búsqueda se amplió.
La zona es inundable y el río ha tenido 22 crecidas desde 2012, por lo que el cuerpo podría haber sido arrastrado por la corriente. Pese a esto, González explicó que "hay un pozo y árboles, por lo que la expectativa es que no se hayan arrastrados los restos que pueda haber".
La referente del equipo de antropólogos, Alicia Lusiardo, dijo a Telemundo que se encuentran trabajando dos equipos en simultáneo, haciendo sondeos, y hasta el momento solo encontraron nailon y otras cosas.
El hombre de 68 años que confesó haber asesinado a Ramos fue procesado con prisión por un homicidio muy especialmente agravado, junto con la persona que en su momento ayudó a enterrar el cuerpo. Este segundo hombre también fue procesado con prisión por un delito de encubrimiento.
La fiscal explicó que la indagatoria continúa, y en las próximas semanas se citará a testigos para declarar. "Tenemos indicios de que hay más personas que pueden tener información. Primariamente serían testigos, no habría más involucrados, pero para la acusación hay que buscar más elementos", dijo González.
El asesinato se dio luego de una discusión entre el hombre y la víctima, quienes mantenían relaciones sexuales en "forma ocasional", según informó la fiscal. De acuerdo a lo que declaró el homicida ante la Justicia luego de entregarse el pasado miércoles a la policía de Canelones, la mujer le había pedido dinero dos veces para pagar deudas relacionadas con el consumo de drogas, y cuando lo hizo por tercera vez "entonces la mató", contó González.
Eso fue en julio de 2012, y desde entonces Viviana Ramos fue declarada desaparecida e integró la nómina de personas ausentes del Ministerio del Interior.
"Confesó ahora, pero no fue por un tema de remordimiento. No se mostró arrepentido en ningún momento ni se mostró afectado por los hechos", dijo González.
Luego de matarla, el asesino le pidió ayuda a un albañil que conocía de la misma cuadra para enterrar el cuerpo. Este hombre fue el que cavó un pozo cerca del río Santa Lucía y, según admitió ahora a las autoridades, el cadáver fue enterrado a pocos metros del agua, en una zona conocida como La Picada de Hernández.
El motivo por el que el asesino decidió entregarse más de siete años después no quedó claro a criterio de la fiscal. Fuentes policiales habían dicho a El Observador que el imputado lo hizo porque el albañil lo estaba amenazando con contarle a la policía el delito, y bajo esa presión obtenía todos los días un pago de $ 1.000, entre otros beneficios.
Sin embargo, González dijo que "no quedó probado" que haya habido extorsión, y que en su opinión el homicida se terminó entregando "por un tema de hasta perjudicar a la otra persona".
