El gobierno –por iniciativa personal del presidente José Mujica-resolvió
en los últimos días que el Estado, es
decir, la sociedad que integramos todos los uruguayos, destine millones de dólares –aún no se sabe cuánto exactamente- a subsidiar a través de capital de giro y combustible más barato entre otras cosas a un grupo de empleados de la ex aerolínea Pluna para que conformen una cooperativa y operen los aviones y las rutas de la fundida empresa aeronática de bandera
¨Si nos toca perder vamos a perder
con los trabajadores. Hasta ahora hemos tenido capitalistas y perdimos siempre.
Bueno, me la juego con los trabajadores y chau”dijo el presidente para explicar su decisión de subsidiar a los empleados de la fundida aerolínea que le costó
al Estado US$ 13 millones desde que dejó de volar en julio pasado y ha perdido dinero desde tiempos inmemoriales tanto
bajo la órbita estatal como en asociación con privados
La salida que tiene más fuerza para recuperar la conectividad del país y que
cuenta con el apoyo explícito del presidente José Mujica, comenzará a andar con dinero aportado por el Fondo de Desarrollo (Fondes), una institución creada en el actual gobierno, que se capitaliza con 30% de las utilidades del Banco
República (BROU), y que fue establecida para financiar proyectos
autogestionados.
Mientras el gobierno planea destinar millones de
dólares para que vuelva a volar una aerolínea fundida el ferrocarril –ampliamente
necesario para sacar la producción de los campos como la madera sigue
abandonado pese a expresiones de voluntarismo que han quedado en la nada. Se calculaque resucitar el tren costaría unos US$ 400 millones entre arreglar las víasférreas y comprar nuevas locomotoras , pero nada concreto se ha hecho por falta de capitalistas interesados.
Mientras el gobierno piensa como resucitar Pluna también se supo que UTE debió apelar a financiamiento bancario para sortear el déficit
de caja que le provocará un sobrecosto energético de US$ 500 millones este año,
y que probablemente se extenderá hasta principios de 2013.
No queda muy claro cuál es la escala de prioridades de un gobierno que llegó al poder con el eslogan de ¨por un país productivo¨
¿Seremos más soberanos por tener una aerolínea de bandera. O será más
importante tener buenas rutas y ferrocarriles para sacar la producción?
O queda bien ponerse del lado del obrero casi a la vez que se le reclama
inéditamente al movimiento de trabajadores moderar aumentos de salarios para contener la inflación?
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