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Volvió el Cebolla sin la cinta de capitán y, con poco fútbol, marcó la cancha
Esta vez el capitán no fue capitán. Cristian “Cebolla” Rodríguez volvió al fútbol en el clásico de este domingo luego de cinco meses y después de algunas idas y vueltas, que incluyeron situaciones polémicas a raíz de los informes técnicos que recibieron los dirigentes de Peñarol, que llegó con cinco kilos de sobrepeso, a lo que se agregó un desgarro en los aductores.
El Cebolla ingresó para jugar el segundo tiempo del clásico. El equipo necesitaba un peso pesado, un hombre con experiencia porque perdía 1-0 no solo sin haber sido menos que su rival, sino que a su vez, había tenido un par de llegadas interesantes y más control de la pelota en un partido chato.
El capitán era Kevin Dawson, quien fue titular, pero cuando ingresó Cristian Rodríguez para disputar los segundos 45 minutos, el brazalete en el brazo no cambió de como sucede en los casos en los que se cambia de capitán en cualquier partido.
En la vuelta al fútbol luego de cinco meses, el líder del grupo fue el arquero y en este caso, el Cebolla no tuvo el brazalete.
Pero, ¿puede haber un capitán sin brazalete? Perfectamente puede ser el caso del Cebolla, a quien respetan sus compañeros y también sus rivales.
Durante el receso, en el seno de la directiva se planteó la polémica. Los dirigentes quisieron sancionarlo. Quería que el capitán fuera Kevin Dawson y no el Cebolla Rodríguez. En ese momento, el director técnico Diego Forlán sostuvo que “capaz que algún directivo quería (quitarle el capitanato), pero a mí nadie me dijo que no querían que no fuera el capitán (…). No se me pasó por la cabeza sacarle el brazalete de capitán”.
¿Qué mostró el Cebolla en cancha?
Lo primero que hizo Rodríguez a su ingreso fueron dos faltas. Una de ellas, incluso, pudo haberle costado una tarjeta amarilla por una entrada a Claudio Yacob, pero el árbitro Christian Ferreyra no lo entendió de esa forma.
¿Marcó la cancha? Es un hombre con muchos clásicos arriba y fue sobre el argentino quien no solo comanda los hilos del fútbol tricolor, sino que ordena mucho a sus compañeros y es uno de los nuevos líderes del plantel tricolor.
El volante volvió casi sin fútbol encima. Jugó por lo que significa para el grupo. Había tenido muy pocos minutos en el último de los seis amistosos que disputó el equipo, ocho días atrás ante Montevideo City Torque, ingresando justamente por Matías De los Santos, igual que sucedió este domingo en el clásico.
Le falta fútbol y se nota. Le falta físico y se nota. Le sobra temple, y también se nota.
Su ingreso modificó la estructura sistémica del equipo que pasó a jugar con un 4-2-3-1 en vez del 4-4-2 que se había mostrado en la primera parte.
Así, David Terans pasó como extremo derecho, Cebolla detrás de Matías Britos, mientras Facundo Pellistri siguió por izquierda. Pero su ingreso, también hizo retroceder a Terans porque el experimentado volante no está para jugar por afuera y el juvenil como el otro volante externo, entonces ese trabajo lo hizo Terans.
Entró pocas veces en juego, pero de todas formas y en una de las primeras pelotas que tocó, casi iguala el marcador en una jugada que inició Joaquín Piquerez por izquierda y siguió Terans. Su remate se fue apenas afuera. Iban 53 minutos.
Tras la expulsión de Britos, pasó a jugar como doble 5 junto con el húngaro Krisztián Vadócz.
Incluso minutos antes del gol de Peñarol, se lo vio renguear en algunos momentos. Pero esa igualdad le dio bríos para continuar sin problemas en cancha los 10 minutos que quedaban del clásico.
Al Cebolla le falta para que llegue a su ritmo. Si logra alcanzar parte de lo que fue hace dos y tres años, puede ser ese hombre fundamental que Forlán quiere para su equipo.
