Alrededor del 70% de las publicaciones en Instagram jamás serán vistas, esto quiere decir que un 30% de las 60 millones de imágenes publicadas cada día están recibiendo una extraordinaria tracción; pero ¿es realmente necesario? ¿por qué lo hacemos? ¿para qué?
La viralización de imágenes generadas por IA al estilo Studio Ghibli o Anime mostró el impacto de esta tecnología: en solo cinco días se crearon más de 200 millones de imágenes con este formato, lo que implicó un consumo de 216 millones de litros de agua solo para enfriar los servidores, ¡por diversión!
Dormimos 8 horas al día, pero casi el 45% del tiempo despiertos lo pasamos frente a una pantalla. Miramos el celular constantemente, incluso sin notificaciones, desbloqueándolo hasta 140 veces al día y dedicando más de 18 horas semanales a observar pantallas.
El daño colateral y los impactos son múltiples. La voracidad de la industria tech y su rol en la geopolítica global impulsan innovaciones como data centers submarinos o espaciales. Sin embargo, la escasez de electricidad podría convertirse en la próxima pandemia, afectando el funcionamiento de chips, servidores e infraestructura. La movilidad eléctrica y la Inteligencia Artificial generarán una demanda excesiva de energía, probablemente mayor a la capacidad de generación.
En marzo de 2025, hay más de 11.000 satélites activos orbitando la Tierra. SpaceX lanzó más de 8.000 satélites Starlink, de los cuales 6.000 siguen activos, con un objetivo final de 42.000 a 550 km de altitud. Al 5 de marzo de 2025, hay exactamente 11.833 satélites activos. También están los satélites de OneWeb, servicio británico con participación india, y el proyecto Kuiper de Amazon.
Hoy, 6.000 millones de personas usan internet, lo que representa un 70% de la población global, frente al 16% en 2005. El número de usuarios crece un 2,5% anual, aunque persiste la brecha digital entre países con distintos niveles de ingresos. Hay casi 8.000 millones de dispositivos conectados y se espera que sean 30.000 millones en 2030. El mayor crecimiento interanual ocurre en economías en desarrollo. En América Latina se prevén 400 millones de suscripciones a 5G para 2029, y EE.UU. lidera en operadores con redes 5G. Más del 90% de las telecomunicaciones globales pasan por cables submarinos, ocultos junto con tres millones de barcos, según la ONU. Estos cables tienen un alto valor de mercado, con un volumen proyectado de u$s 30.800 millones para 2026 y un crecimiento anual del 14%.
En 2023 se contabilizaron 529 cables submarinos activos o en construcción. El más largo, SeaMeWe-3, conecta 30 países a lo largo de 39.000 kilómetros, apenas 1.000 menos que la circunferencia del planeta, y está en uso desde 1999. Estos cables están diseñados para durar al menos 25 años. Entre 2023 y 2025 se vive un auge sin precedentes en su construcción, el mayor en más de dos décadas.
Se generan 50 millones de toneladas de desechos electrónicos al año, la mayoría sin el procesamiento adecuado para evitar el daño ambiental. Este problema se intensifica por el veloz avance tecnológico, que nos lleva a incorporar nuevos dispositivos por moda, capricho o necesidad, haciendo que percibamos los anteriores como obsoletos. Pero la basura no se limita a la Tierra: según la NASA, en la órbita baja hay 26.000 fragmentos del tamaño de una pelota de tenis, más de 500.000 de menor tamaño y más de 100 millones como un grano de sal. La Agencia Espacial Europea estima 36.000 piezas de unos 10 centímetros.