La crónica de Diego Cayota y Joaquín Pisa sobre el cortejo fúnebre que despidió al expresidente José Mujica el 14 de mayo, hacía referencia a la compra por US$ 32,5 millones de la estancia María Dolores con la intención de crear ahí una nueva colonia con productores lecheros.
El hecho despertó un debate por el uso de los recursos públicos y evidenció las visiones políticas sobre la distribución de la tierra y sobre la vigencia del Instituto de Colonización en 2025.
Es cierto que comprar tierras era una promesa de campaña de Yamandú Orsi, que durante el gobierno de Mujica fue cuando más tierras se adquirieron, por lo que por ese lado no puede llamar la atención la compra pero sí por el momento y la oportunidad, justamente en un gobierno que arrancó con el freno de mano, bajo el argumento de que hasta no tener presupuesto propio no quiere jugársela a decir en qué gastarán.
De hecho, en los días siguientes se fueron conociendo más detalles, que generan más dudas que certezas sobre el desarrollo productivo proyectado. Se dijo que el precio ofertado es de 2,44% por encima de la tasación realizada, lo que está dentro de los márgenes permitidos. Sobre el proyecto se supo que se pretende instalar 20 unidades lecheras de unas 100 hectáreas cada una, en las que trabajarán los colonos junto con sus familias (unas 190 personas). A su vez, se destinarán 900 hectáreas para la conformación de dos unidades ganaderas de recría y otras 800 para un banco de forraje en pasturas.
Para quienes no sabemos nada de campo es difícil dimensionar el negocio pero el INC anunció que piensan producir unos 20 millones de litros de leche anuales, con una facturación estimada en US$ 8,5 millones, de los cuales unos US$ 7 millones se distribuirían entre productores, trabajadores, servicios y proveedores de la zona.
Otro detalle no menor es que mientras se “vendió” por parte del oficialismo –y así se dijo en la sesión de directorio en la que se aprobó la compra- como una gran ventaja de ese predio que tiene instalado un importante sistema de riego valuado en US$ 3 millones, ese sistema no está incluido en la venta, como informó La Pecera y Santiago Soravilla amplió en esta nota.
El senador colorado Pedro Bordaberry, que también es productor rural, calificó el proyecto de “desarrollismo mágico”, de ser un plan creado por unos “burócratas que no entienden nada de cómo funciona el campo” y lo comparó con Conexión Ganadera, en Así nos va de radio Carve.
Sánchez sin embargo, dijo que el plan fue ideado por los técnicos del INC que saben de campo. Además de defender el momento en el que lo anunció, adjudicó los “enojos” que generó el tema a los privados que perdieron, al que no pudo comprar porque la ley habilita al INC a igualar esa oferta y le de prioridad para comprar y alcomisionista que se perdió de cobrar US$ 1 millón.
Como una cosa lleva a la otra, al poner demasiado la mirada en Colonización en la oposición se enteraron (el senador Robert Silva hizo punta con el tema), de que Eduardo Viera era colono, detalle que había omitido incluir en su CV de pedido de venia. Por lo tanto, estaba vedado constitucionalmente a presidir el directorio ya que el artículo 200 de la Constitución establece que los miembros de directorios de los Entes Autónomos o Servicios Descentralizados no podrán “ejercer simultáneamente profesiones o actividades que, directa o indirectamente, se relacionen con la institución a que pertenecen”.
Después de nueve días de debates, consultas jurídicas, bibliotecas que en esta caso coincidían casi unánimemente en la incompatibilidad, y un empujoncito del propio Orsi que declaró el miércoles 21 que “el presidente de Colonización, a partir de ahora, no puede seguir más en su situación de colono” y que “debería dar un paso, como ha habido otros casos”, Viera renunció. Se trata de la tercera renuncia de un jerarca después de la ministra de Vivienda Cecilia Cairo y de la vicepresidenta de la Administración Nacional de Puertos Alejandra Koch.
En una conferencia de prensa en la que hizo el anuncio junto al ministro Fratti, Viera dijo que dejaba el cargo “para no complejizarle el trabajo al gobierno” y que “no se siga manoseando a Colonización”. Fratti responsabilizó a los legisladores por no tomarse el trabajo de buscar ellos la información sobre que Viera era colono antes de votar la venia.
Por más que el gobierno se empeñe en ir dejando atrás estos temas dolorosos, el debate continuará porque la comisión de Ganadería, Agricultura y Pesca del Senado convocó para los próximos días al ministro de Ganadería, Alfredo Fratti. Es fácil imaginar que la lupa sobre Colonización continuará después de este episodio.
Libros y ratas
20240906 Limpieza y reacondicionamiento de la fachada de la Biblioteca Nacional. IG
Foto: Inés Guimaraens
Otro de los temas más comentados de la semana fue el anuncio del cierre de la Biblioteca Nacional por tiempo indeterminado.
¿El motivo? Una crisis multicausal que incluye graves problemas edilicios, de conservación del acervo, falta de control de plagas, escasez de funcionarios y falta de presupuesto.
“Llegamos a la conclusión de que esta era la decisión que teníamos que tomar en este momento. Es una decisión parcial, no es perpetua, no va a durar cinco o diez años, va a durar el tiempo que tenga que durar, pero vamos a reabrir”, dijo en entrevista con Emanuel Bremermann. También dijo que no fue una decisión que tomó sola y que estará encantada de ir al Parlamento a explicarlo.
Comunicacionalmente se puede cuestionar que lo haya anunciado en el día del libro que coincide con la fundación de la Biblioteca Nacional hace 209 años, pero también se puede señalar, como ella misma ha defendido, que se buscaba un efecto, y se logró, y fue poner las miradas en una institución a la que se le presta muy poca atención.
Su antecesor, Valentín Trujillo, cuestionó duramente la medida institucional. Primero lo hizo en un comunicado en sus redes y este viernes en Asi nos va de radio Carve la calificó de “desacierto e improvisación total”. A su juicio si se tratara de un edificio que “decadente y en ruina”, tampoco podrían entrar los investigadores o el personal que seguirá trabajando con normalidad.
Trujillo rebatió los argumentos de Schiapapietra al señalar que iniciar obras no justifican el cierre total del edificio y que la única inundación fue en 2024 en un baño y no afectó a los libros u otros materiales. Sobre las ratas dijo que están afuera del edificio por el "estado lamentable de la ciudad de Montevideo" y que se tomaron medidas como bloquear boquetes. “Eso es gestionar lo público es encontrar las herramientas para funcionar”, insistió Trujillo, quien además de escritor fue periodista de El Observador más de diez años.
Otro aspecto llamativo del anuncio de Schiappapietra es que mientras dice que "hasta no asegurar un buen funcionamiento de las instalaciones no se volvería a admitir público sin agenda", afirmó que por día van unas 15 o 20 personas. ¿Realmente se justifica cerrar la biblioteca por 20 personas que igualmente entrarán algunas de ellas con agenda? Se cierra para 20 pero entran cinco, siete, ¿cuántas?
Lo más cuestionable es que se haya cerrado para idear el plan y no que se haya ideado el plan mientras se trabajaba y se atendía al público.
Tal vez no debería llamarnos la atención porque en Uruguay estamos acostumbrados a que los gobiernos –de todos los partidos- vendan proyectos sin decir cómo lo harán o de dónde saldrá el dinero.
Este sería un caso más. Mientras que Schiappapietra en la entrevista habló de un plan junto al MTOP aunque se excusó de poder mostrar las maquetas, la decana de la Facultad de Información y Comunicación (FIC), Gladys Ceretta anunció en El País que están “trabajando” en un plan que presentarán en un mes aproximadamente.
Por el momento no hay plan para los libros, y el de las vacas requiere más explicaciones.