La dinámica del mundo actual y un público renovado, además del impacto de la pandemia, ha derivado en una mayor demanda por el remate online, algo sobre lo que Pablo Barrientos ha tomado nota. Desde hace dos años, sin ceder en los remates judiciales, se ha abocado en profundizar en las subastas en línea.
El martillero, que lleva más de dos décadas en este ámbito, comentó que a partir de la pandemia “la apertura de los remates online han abierto un nuevo nicho de trabajo”. “Se trabaja de forma sostenida y en crecimiento”, remarcó. “Además, trabajo mucho en el tema judicial, que sigue viento en popa, con buena demanda. En la modalidad presencial es lo único que estoy haciendo hoy por hoy”, resumió Barrientos.
La plataforma virtual le ha permitido sumar “muchísimo trabajo”, con tres y cuatro subastas por semana. Una de las últimas convocatorias fue la de un astillero, que la desarrolló tanto online como presencial en tres días. “Estuvo muy bueno. Participaron más de 120 personas. O sea, se le vendió a más de 120 personas. Fueron remates de cinco horas y estuvieron incluso a la misma hora del partido de Uruguay (por Copa América). La gente siguió sostenidamente comprando. El público se mantuvo fiel, no se bajó del remate”, relató.
Barrientos aseguró que en los remates virtuales cuentan con un “público muy heterogéneo”, y que gusta acceder a través de las redes sociales, como en esa subasta del astillero. “Me manejo mucho con redes sociales, con Facebook, con Instagram. Y en este remate especialmente ingresó muchísima gente a la plataforma luego de haber tomado contacto con nuestras redes sociales”, manifestó. “Estamos manejando una cartera de unos 3.000 clientes más o menos”, informó el rematador.
De cara a la segunda parte de este 2024, Barrientos cree que se mantendrá el crecimiento sostenido de este último tiempo, también de la mano de las propuestas online. “Hay necesidad de hacer efectivo, de convertir en dinero los activos parados. Hay mucha demanda, mucho pedido para lotear”, dijo. “Ahora mismo estoy en una empresa que hace esas actividades y estamos en el depósito loteando maquinaria comercial. Y eso va a salir ahora”, añadió el martillero.
Pese a la feria judicial que tiene lugar estos días, Barrientos subrayó que él “no para” aunque, claro está, no lleve adelante remates judiciales. “Los particulares los sigo haciendo. Incluso en enero también estuvimos trabajando mucho. En esta profesión nunca sabés cuándo te va a entrar al trabajo y nunca sabés cuándo se te va a terminar el trabajo. Porque el ejercicio libre de la profesión te deja eso, en cualquier rubro”, reflexionó.
De cualquier modo, en este momento y con “veintipico de años rematando”, “este es el momento que más trabajo tengo, sin duda”. “Una de los cambios positivos de la pandemia, o de los nichos de mercado que trajo, este es uno de los más positivos”, insistió acerca de los remates virtuales.
“Armás un remate presencial particular y te va muy poca gente. Cualquiera de mis remates online siempre tuvo más público que cuando hacía los remates presenciales. El peor de los remates online siempre trajo más gente o participó más gente de los que podían ofrecer los remates presenciales semanales”, aseveró. “Llegás a un público que antes no llegaba” y en horarios que a todos beneficia.
A su vez, aumentan las posibilidades de “captar clientes en todo el país”. “Estoy trabajando con gente de Artigas, de Cerro Largo, de Rivera, de Tacuarembó, Juan Lacaze”, concluyó Barrientos.