Carlos Larumbe es un pequeño productor de ovinos y vacunos en Rivera que está considerando abandonar el rubro lanar, algo que no solo le sucede a él y es parte de la explicación de por qué la majada se achicó a menos de seis millones de cabezas, cuando Uruguay tuvo en la década de los 90 más 25 millones.
Ataques de perros cada 15 días
La explicación, detalló, “son las jaurías, los ataques de perros me quitaron como 40 ovejas”.
Es mucho para él, que maneja unos 200 ejemplares.
Muchos directamente murieron. Otros quedaron heridos, pero no lograron recuperarse, “porque la baba del perro tiene un microorganismo que hace casi imposible salvarlos de las heridas por las mordidas”.
Carlos posee su sistema productivo en un pequeño predio de la colonia Enrique Ucar, en la octava sección de Rivera, en el paraje El Palmito que está a 22 kms de Vichadero, el centro poblado más próximo.
Contó a El Observador que justo este año invirtió en varios carneros de la raza Texel, apostando al mejoramiento genético para tener una majada más homogénea y producir más y mejor carne, “pero ya perdí un carnero que no sé si lo mataron los perros o escapó asustado y van 40 lanares perdidos en tres ataques, uno cada 15 días más o menos y durante los fines de semana, que se ve es cuando los perros quedan solos…”.
“Hace 10 minutos justo encontré un galgo solo, con piolita en el cuello, se ve que se escapó y anda suelto en el camino… no sé si esta noche no nos va a hacer un destrozo”, lamentó.
WhatsApp Image 2024-08-26 at 16.10.33.jpeg
Muchos corderos quedan guachos y no todos se salvan.
No solo duele la pérdida de capital
Carlos admitió que no solo está el daño económico que significa perder los animales y los ingresos por la producción que no obtendrá, también hay gastos en remedios, en recuperar lo que ahora falta en la majada, el tema de dedicarle horas a los ataques de perros y no a otras tareas o a descansar... y está un daño “que no se puede calcular en plata: ver a los animales sufrir y el daño anímico”.
“Esto duele mucho, te entra el desgano de hacer cosas, de seguir adelante en lo que uno sabe y quiere hacer… es verdad que estoy pensando en dejar de criar ovinos”, afirmó.
Dijo que en su caso no es productor para acumular capital, que se dedica a eso porque le gusta y que su objetivo es trasladar los beneficios a su familia y a quienes lo rodean, “no soy egoísta, me gusta carnear un animal y compartir la carne, pero estas cosas te sacan las ganas y te llevan a tomar decisiones drásticas”.
“Este año compré 50 ovejas Texel, muy buenas, gasté un mundo de plata y ahora tengo 10 corderos perdidos sin sus madres, uno me lo traje guachito porque se está muriendo… te dan ganas de largar todo, no sé qué hacer…”, expresó.
WhatsApp Image 2024-08-26 at 16.10.33 (1).jpeg
Ovinos muertos en el último de los ataques.
La Policía hace lo que puede
Sobre el accionar de la Policía, señaló que “no puede hacer mucha cosas, ellos no pueden recurrir a la ilegalidad… hacen lo que pueden”.
Mencionó que la ley ampara al que mata a un perro que esté dentro de su campo y agrediendo a las ovejas, no si el perro dispara por un camino, “y por supuesto no puedo andar a los tiros en los campos de los vecinos”.
Puntualizó que ha matado a algún perro cuando las condiciones lo contemplaban, incluso algún perro propio que no tenía el comportamiento correcto.
También dijo, sin vacilar: “Si un perro mío se mete en un campo vecino y lastima ovejas no tengo nada que decir si lo matan, porque ese perro no debe estar ahí”.
Una realidad frecuente, mencionó, es que hay perros que se portan bien, por ejemplo un Border Collie que es un perro equilibrado en su carácter, para el trabajo, pero llega otro que no lo es y alborota a los buenos, que siguen al malo y en jauría matan y lastiman ovejas.
Que cada tener de perros sea responsable y los tenga cuidados, controlados, bien alimentos y sanos es bueno, pero no alcanza… “¿qué pasa con los perros que no tienen dueños, que andan sueltos por ahí, que no son de alguien?”, preguntó.
WhatsApp Image 2024-08-20 at 13.31.11 (1).jpeg
Se pierde dinero por los animales muertos y por la producción que dejarán de aportar en el sistema, en carne y/o descendencia.
Perro con hambre no mata ovejas
“Siempre digo, estoy convencido de eso, que el perro con hambre no mata ovejas… el que mata ovejas es el perro que está bien mantenido, el perro que está ocioso y que en un momento queda descuidado, se suelta y sale a gastar energías”, indicó quien lleva más de 20 años trabajando en un rubro que le encanta, pero que tal vez deba abandonar.
No lejos de Rivera, en Cerro Largo, en los últimos años se han denunciado varios ataques de perros sueltos procedentes del basurero que hay en Melo.