Spinoglio es productor vitivinícola, integrante de una cuarta generación familiar. Desde el Inavi se informó que creció vinculándose en todas las áreas, desde el viñedo hasta la comercialización del vino, y que tiene una fuerte conciencia del valor colectivo de esta actividad, con experiencia en la gestión vitivinícola y en el desarrollo de proyectos sostenibles.
Como vicepresidente asumió Nicolás Monforte, técnico en enología, hijo de viticultor, con una pasión innata por el sector vitivinícola y todo lo relacionado a él, se indicó desde el instituto. Como técnico, desarrolló diversos proyectos enfocados en vinos y viñedos, combinando tradición e innovación y colocando al vino uruguayo en nueve países. Su principal motivación es contribuir y sumar en todos los ámbitos relacionados al sector.
Spinoglio y Monforte asumieron sus responsabilidades en la sede del Inavi, en Las Piedras, Canelones, en un acto en el que participaron en representación del gobierno nacional el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Alfredo Fratti, y el subsecretario de la cartera, Marcos Carámbula.
También concurrieron las autoridades salientes del instituto, los ahora expresidente Ricardo Cabrera y exvicepresidente Oscar Perdomo.
Spinoglio: la relevancia de la vitivinicultura
“Siento una gran responsabilidad y un gran compromiso por la función para la cual fui designado, pero a su vez mucha alegría y confianza”, expresó Spinoglio.
“Confianza porque creo realmente en este sector, en sus posibilidades y en la gente que trabaja en él”, añadió.
Agregó que se trata de un sector de gran importancia y potencial para el país: “Quizás no sea muy relevante en términos macroeconómicos, pero sin duda lo es en la microeconomía y la economía regional de muchos lugares”.
El nuevo presidente destacó, a su vez, la relevancia de la vitivinicultura para la imagen país, para el turismo y para la estructura social del Uruguay.
“Me comprometo a trabajar para que las cosas sucedan”, aventuró. Y en este sentido, señaló que el Inavi debe generar las herramientas necesarias para la reconversión que el sector hoy necesita: “Reconversión que, como ya lo hemos dicho, sea una reconversión integral, donde lo productivo, lo industrial y lo comercial vayan de la mano”.
"Quizás -dijo- deberíamos revertir el orden y pensar en cuál es nuestro proyecto comercial como sector, para adaptar la industria y la producción a los nuevos objetivos. Ese sin duda, será nuestro primer gran desafío”.
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Oscar Perdomo, Ricardo Cabrera, Diego Spinoglio, Alfredo Fratti, Marcos Carámbula y Nicolás Monforte.
Fratti: la carne y una copa de vino
Fratti, en tanto, aseguró que la idea de esta administración es “escuchar a la gente que está con las manos en la masa, tratar de dar respuesta a las dificultades y buscar soluciones”.
Agregó que considera al vino “bien importante para el país”, e insistió en la necesidad de “pegarlo a la carne que es nuestro buque insignia de exportación. Allí donde haya un corte de carne tiene que haber una copa de vino. Uruguay se está posicionando como una boutique de carne en el mundo y el vino tiene que hacer lo mismo”.
Para finalizar, Fratti auguró que “siempre, siempre, lo mejor está por venir”.
Carámbula, por su parte, reconoció todo el trabajo realizado durante la transición, como ejemplo de democracia.
“Fue un proceso complejo, y debo confesar que más allá de mi conocimiento del sector, por ser de Las Piedras, aprendí un montón con muchos referentes, pero particularmente con Diego y Nicolás, dos perfiles necesarios para una etapa nueva del Inavi”, destacó.
Agregó que las nuevas autoridades se asocian mucho al inicio de una recuperación integral del sector, "que es continuidad, pero actualizada a los tiempos y los desafíos que se vienen, para la sustentabilidad de un sector que genera riqueza, trabajo y desarrollo y que, además, en esta zona es parte de nuestra identidad y nuestra cultura”.
Cabrera: el valor de las transiciones
El presidente saliente del Inavi, Cabrera, aludió a Spinoglio y Monforte como “dos compañeros de ruta con muy similares paradigmas, como eslabones de puro metal en una cadena de respeto, profesionalidad y sobre todo ética”.
Agregó que el presidente anterior, José Lez, “fue el eslabón del comienzo de mi gestión. En aquel entonces la transición era algo intangible y se dio naturalmente, sin proponérnoslo. Hoy nos llena de satisfacción saber que todo el trabajo habrá contribuido al crecimiento”.
Cabrera finalizó haciendo alusión al Soneto al vino, de Jorge Luis Borges, que reza: “Vino, enséñame el arte de ver mi propia historia / como si esta ya fuera ceniza de la memoria”.
Por su parte, Perdomo agradeció al directorio y a los funcionarios del instituto, y deseó a las nuevas autoridades lo mejor par esta gestión.