Valeria Larnaudie se convirtió en la primera mujer en asumir el cargo de rectora en una universidad pública uruguaya.
Archivo: UTEC
PresidenciaAlgo inédito sucedió en la educación superior pública de Uruguay: una mujer fue elegida por primera vez para ocupar el cargo de rectora en una institución pública.
Se trata de Valeria Larnaudie, quien integrará el Consejo de Dirección de la Universidad Tecnológica (UTEC) con Álvaro Pena y Marcelo Ubal.
En diálogo con El Observador, la nueva autoridad contó que inicia su gestión con una agenda centrada en la ampliación del acceso a la educación terciaria, el fortalecimiento de la investigación y la promoción de la equidad territorial y de género.
Larnaudie subrayó que la UTEC fue concebida como una universidad enfocada en el interior del país. Según explicó, “hay varios desafíos que son típicos de eso, que están asociados y son diferentes en cada región”. Entre los principales obstáculos mencionó el acceso y transporte de estudiantes, así como su situación económica: “el 84% son primera generación de universitarios, la mayoría de ellos son de ingresos bajos y medios”.
Afirmó que el objetivo central de su gestión es que “los estudiantes no tengan que limitarse en sus opciones por el lugar en el que nacieron o por las circunstancias sociales en las que nacieron”. Destacó el rol del sistema de becas y la coordinación con el Fondo de Solidaridad para apoyar la permanencia en las carreras.
Otro de los ejes estratégicos es el fortalecimiento de la investigación. “Se trabaja y se trabaja muy bien en la UTEC”, señaló Larnaudie, al tiempo que reconoció desafíos pendientes, como la radicación de docentes e investigadores en el interior.
Informó que entre un 20% y 25% del cuerpo docente es extranjero, y que ese porcentaje asciende a 40% en el caso de los investigadores. En ese sentido, planteó como una meta que “algunos de esos egresados elijan formar parte de esta universidad y fortalecer los equipos docentes”.
La rectora destacó también la importancia de promover una cultura de participación en la universidad. “Queremos una mayor participación de los docentes y estudiantes en las tomas de decisiones”, expresó. Según su experiencia, “las visiones de los distintos actores enriquecen cualquier proceso de toma de decisiones”.
Consultada sobre el presupuesto, indicó que el principal argumento para solicitar más recursos es “lo que la UTEC ha hecho en los distintos territorios”.
Subrayó el impacto de la universidad en la formación y el arraigo de jóvenes en sus comunidades, lo que contribuye a revertir la migración hacia Montevideo. Mencionó además el desarrollo de nuevas ofertas educativas: “Una es la licenciatura en Ingeniería de Datos e Inteligencia Artificial, que está muy buena, pero necesitamos el presupuesto para eso”.
La rectora anunció también la apertura del Instituto Tecnológico Regional (ITR) en Minas, prevista para septiembre. Advirtió que es necesario asignar presupuesto a las carreras que lo complementen para “que no sea un edificio vacío”.
Sobre su condición de primera rectora mujer en una universidad pública, Larnaudie dijo: “Ojalá hubiera sido la segunda o la tercera, porque obviamente la primera mujer rectora marca que todavía hay brechas”.
Remarcó que el problema no está en el ingreso, donde acceden más mujeres que hombres, sino en los cargos jerárquicos académicos. En particular, apuntó a la baja participación femenina en áreas STEM. “Ahí sí hay una brecha importante en el acceso”, afirmó.
Señaló que el trabajo para revertir esa tendencia comienza desde edades tempranas, con políticas en escuelas y liceos. Destacó iniciativas como Niñas Programadoras y Mujeres en las TIC. A nivel interno de la UTEC, resaltó que “en los altos puestos jerárquicos ya hay un 49% de mujeres”.
Larnaudie definió la inteligencia artificial como “el reto que está asumiendo toda la comunidad educativa del mundo”. En su visión, uno de los mayores desafíos es lograr que los estudiantes valoren el proceso de aprendizaje aun cuando muchas tareas puedan ser resueltas por IA. “Tienen que entender qué fortalezas o qué habilidades adquieren ellos al hacer el ejercicio y no hacer que se los haga una IA”, indicó.
Señaló que el impacto varía según la modalidad: “Las que son más híbridas y virtuales probablemente son las que van a ser más afectadas”. Comparó el desafío con la llegada de la calculadora a la educación: “En la escuela no te dicen, vas a tener una calculadora, no aprendas a sumar”.
Respecto a cómo enfrentar estos cambios, aclaró: “No queremos tirar políticas desde arriba”. Explicó que cada carrera deberá analizar su situación curricular.
UTEC ya ofrece maestrías en inteligencia artificial y robótica, y proyecta la creación de diplomaturas en ciberseguridad. Larnaudie enfatizó que los procesos de actualización docente deben acompañar la velocidad de cambio tecnológico. “Los docentes se van formando en el mismo tiempo”, dijo, y apuntó que es necesario tener capacidad de respuesta con programas breves y de calidad.