En la era de la IA generativa, la habilidad de formular preguntas se ha vuelto más importante que la de tener respuestas. Los gigantes tecnológicos como Google, Anthropic y OpenAI, tienen disponible manuales de buenas prácticas que revela un consenso sobre cómo dialogar eficazmente con sus modelos.
La precisión como base de todo
El principio fundamental y universal es la precisión. Las instrucciones genéricas conducen a resultados predecibles y de poco valor. La especificidad es el mandato principal que comparten todas las guías.
Google señala que los "prompts" más efectivos promedian 21 palabras, mientras que los intentos de los usuarios suelen tener menos de nueve. Esta brecha evidencia una falta de detalle en las peticiones cotidianas.
Para lograr esa precisión, OpenAI recomienda ubicar las instrucciones al inicio del "prompt" y separarlas del contexto con marcadores como "###". Esto crea una jerarquía clara para el modelo.
Anthropic, por su parte, insiste en detallar el alcance, la geografía y el marco temporal de la consulta. No es lo mismo pedir un análisis de ventas que uno de "ventas del último trimestre en la región".
Ejemplos y roles para guiar a la IA
La segunda gran coincidencia es tratar a la IA como un aprendiz al que se le debe enseñar. La forma más directa de hacerlo es mediante ejemplos. Mostrarle un modelo del resultado deseado es más eficaz que describirlo.
Otra técnica de enseñanza es asignarle un rol. Pedirle que actúe como "un economista analizando un balance" o "un guionista creando un diálogo" ajusta su tono, estilo y nivel de conocimiento de forma automática.
Definir las restricciones del formato de salida es igualmente crucial. Indicar si el resultado debe ser una tabla, una lista de viñetas o un email, le da a la IA un contenedor claro para su respuesta.
OpenAI añade una capa de refinamiento: en lugar de decir "qué no hacer", es mejor indicar "qué hacer". Solicitar un "tono profesional y accesible" es superior a pedir un "tono que no sea demasiado académico".
Estrategias avanzadas: del diálogo a la metacognición
La interacción no debe ser un evento único, sino un proceso iterativo. Si la primera respuesta es imperfecta, se debe continuar la conversación, refinando la petición hasta alcanzar el objetivo.
Para tareas de gran envergadura, Anthropic sugiere dividir la solicitud en pasos numerados. Esta técnica guía el "razonamiento" del modelo y garantiza una cobertura completa de todos los puntos requeridos.
Una de las tácticas más sofisticadas, propuesta por Anthropic, es pedirle a la IA que "piense antes de responder". Esta simple instrucción puede inducir al modelo a generar respuestas más reflexivas y estructuradas.
Finalmente, la estrategia maestra, avalada por los tres gigantes, es la metacognición: pedirle a la propia IA que ayude a mejorar el "prompt". Esto la convierte en una colaboradora activa para maximizar su propio potencial.