La Policía detuvo en Malvín Norte a un segundo uruguayo buscado por la justicia argentina como integrante de la banda que intentó robar un banco Macro de San Isidro construyendo un túnel subterráneo, informó Telenoche y confirmaron fuentes de Interpol a El Observador.
Fuentes de Interpol indicaron que el hombre, de 34 años, fue capturado en un operativo policial de rutina que realiza la Guardia Republicana en Malvín Norte.
La Fiscalía de San Isidro había solicitado que se emitiera la alerta roja de Interpol en las últimas horas, y su requisitoria ingresó al Sistema de Gestión de Seguridad Pública (SGSP) uruguayo. Cuando los oficiales le pidieron que se identificara, la orden de captura apareció.
Desde Interpol destacaron que los datos de su división se sumaron al SGSP el año pasado, y valoraron que la implementación ha demostrado resultados positivos.
Fuentes del organismo indicaron que el detenido está "vinculado" a Alan Lorenzo, el primer uruguayo capturado por el intento de robo al banco de San Isidro.
Este vínculo, aclararon, no está relacionado a la actividad de Lorenzo como líder de la barra brava de Nacional, sino a distintas actividades delictivas que realizaban.
El segundo detenido cuenta con antecedentes penales, y el último de ellos fue por un delito de tráfico interno de armas en 2019. En aquella ocasión, también estaba involucrado Lorenzo.
Al igual que Alan, el hombre quedó a disposición de Fiscalía, en arresto administrativo hasta que se efectivice su extradición a Argentina. Este proceso, indicaron desde Interpol, demora entre 20 y 30 días.
Así fue el intento de robo a Banco Macro
Las autoridades argentinas frustraron la semana pasada un presunto golpe bancario a un Banco Macro en San Isidro. Un repartidor avisó sobre un pequeño tubo metálico que emergía entre las baldosas de la vereda, lo que resultó en el hallazgo de un túnel diseñado para acceder a las bóvedas del banco.
El túnel descubierto tiene 150 metros de largo y todas las características de una sofisticada obra de ingeniería civil, en lugar de una improvisada maniobra criminal, tal como contó El Observador el pasado 8 de agosto.
Cada detalle refleja un gran nivel de cuidado y precisión. En diálogo con El Observador, Fernando, dueño de un comercio vecino, explicó que la policía revisó los locales lindantes en la noche del miércoles buscando el origen del túnel, que según contó era "una obra de ingeniería": "enchapado en madera, con banquitos para descanso, todo iluminado". Según su versión, los delincuentes erraron en los cálculos, por lo que terminaron saliendo a la calle.