El Ministerio de Vivienda y Ordenamiento Territorial presentó esta semana el Plan Quinquenal de Vivienda y Hábitat.
Uno de sus lineamientos estratégicos está vinculado con el acceso y permanencia en la vivienda, y se orienta a diversificar modalidades de tenencia mediante opciones de propiedad, alquiler social, cooperativas y autoconstrucción, respaldadas por instrumentos de crédito, subsidios y garantías públicas.
Primera Vivienda
Como parte del lineamiento, el ministerio prevé desarrollar el programa Primera Vivienda, con lo que se busca “facilitar” el acceso a la primera vivienda a hogares jóvenes y familias que tienen capacidad de pago mensual, pero tiene dificultades para reunir ahorro previo o no cumplen con los requisitos exigidos por el sistema financiero para acceder a crédito hipotecario.
La ministra de Vivienda, Tamara Paseyro, afirmó que el programa propone instrumentos “más inclusivos”, que reconozcan las trayectorias laborales, los distintos regímenes de ingreso y los proyectos de vida de este segmento de la población.
Según explicó, el Banco Hipotecario del Uruguay (BHU) y la Agencia Nacional de Vivienda (ANV) prevén implementar mecanismos que combinan crédito hipotecario, Fondo de Garantía de Crédito Hipotecario y subsidios directos, con el fin de reducir las barreras de entrada al mercado formal de vivienda.
A modo de ejemplo, la ministra mencionó que con el programa Primera Vivienda, el BHU ofrecerá créditos que financiarán hasta el 95% del valor del inmueble. Esto significa que el ahorro previo, que hoy es del 20%, se reducirá al 5%, facilitando el acceso a la compra.
Se prevé que entre 2025 y 2029 el programa alcanzará a más de 4.000 hogares. El primer llamado a postulantes será para la adquisición de 350 viviendas en el mercado.
Programa Entre Todos
Otras de las herramientas que se busca potenciar es el programa habitacional Entre Todos. Paseyro sostuvo durante la presentación en Torre Ejecutiva que con las modificaciones que se han planteado se podrá “ampliar” el acceso a viviendas promovidas con tope de precios y subsidios a la demanda, “garantizando” además su llegada a hogares de ingresos medios y medios bajos.
Alquiler social
Por otro lado, se prevé desarrollar un sistema de alquiler social, con el que se buscará llegar a más de 6.000 hogares en el quinquenio. Este sistema integrará viviendas nuevas y unidades recuperadas del stock público, junto con subsidios parciales al alquiler y programas de garantía.
Según se explicó, el alquiler social se orienta a hogares que ya acceden al mercado de arrendamiento, pero lo hacen en condiciones inestables o destinando una parte excesiva de sus ingresos al pago del alquiler. El objetivo es generar una oferta “asequible” para estos sectores, de modo que el costo de la vivienda no comprometa otras necesidades básicas.
Los hogares inquilinos destinan en promedio 24,5% de sus ingresos al alquiler, proporción que asciende a 37,6% en el quintil más bajo.
“A través del subsidio parcial, se busca aliviar la carga económica del alquiler, mejorar la estabilidad habitacional y ampliar las oportunidades de permanencia en viviendas adecuadas. De este modo, el plan de vivienda consolida el alquiler social como una alternativa real y sostenible dentro de la política habitacional, complementaria a la propiedad y a otras formas de acceso”, afirmó Paseyro.
Autoconstrucción
El Ministerio de Vivienda también prevé fortalecer el programa de autoconstrucción asistida y del sistema cooperativo de vivienda. Con ello se alcanzaría a más de 16.000 nuevas soluciones, terminadas y en ejecución al final del quinquenio. “Estas herramientas integran esfuerzo propio, crédito y subsidio, consolidando esta modalidad como una de las columnas vertebrales de la política de vivienda en Uruguay”, según la ministra.