El pasado 30 de setiembre la filial uruguaya de Nestlé desvinculó a los 13 trabajadores que cumplían funciones en su centro de distribución del Parque Industrial Zona Este y pasó a tercerizar esa área de negocio con la empresa Tasa Logística, firma con la que ya gestiona esa unidad en otros mercados como Chile y Argentina.
La compañía de alimentación más grande del mundo -que en Uruguay engloba a marcas como El Chaná, Águila, Vascolet o el café Starbucks que se vende en grandes superficies- mantuvo reiteradas reuniones con el sindicato, que al ver movimientos extraños en el centro de distribución -como visitas de personas ajenas a la firma a la que se le explicaban los procesos- estaba en alerta por lo que pudiera suceder con los puestos de trabajo.
En todas esas instancias las autoridades de la firma negaron a la gremial que fueran a hacer cambios en la plantilla, incluso así lo afirmaron el mismo día en que se efectuaron los despidos, afirmó Martín Montes de Oca, representante del sindicato de trabajadores de Nestlé. "Es una forma de manejo que tienen desde hace cinco o seis años, ocultan todo". Y apuntó: "A nosotros no nos interesa saber sobre el negocio, pero sí la estabilidad de los puestos de trabajo", "nos mintieron en la cara", dijo.
Al ser consultado acerca de los argumentos esgrimidos por la multinacional para proceder con lo despidos, Montes de Oca señaló que la empresa decidió apuntar su foco en la producción y en el desarrollo de nuevos productos y desentenderse de la distribución de los productos.
Desde Nestlé Uruguay señalaron a Café y Negocios que las desvinculaciones responden a que la gestión de del centro de distribución por parte de un operador especializado es “la opción más sostenible a largo plazo”.
Esta decisión a nivel local, explicaron, busca fortalecer su competitividad y “permitir que la compañía concentre sus esfuerzos en su actividad principal: la producción y comercialización de alimentos y bebidas”.
“El Centro de Distribución de Nestlé Uruguay continuará operando con total normalidad. Lo que cambió es el modelo de gestión: la operación pasó a ser administrada por un operador logístico especializado, lo que permitirá garantizar eficiencia y altos estándares de servicio”, informaron desde la compañía a Café y Negocios y agregaron que “la estructura y funcionamiento del centro de distribución se mantienen activos, pero bajo un esquema que ya ha demostrado su efectividad en otros mercados de la región”.
En 2018, Nestlé invirtió alrededor de US$ 30 millones en Uruguay para la instalación de su fábrica de última generación, el centro de distribución y nuevas oficinas. La planta ubicada en el kilómetro 24 de la ruta 101 se posicionó como un eslabón clave de la estrategia de la empresa para triplicar su capacidad de producción y potenciar su volumen de exportación.
La visión de la Unión Internacional de Trabajadores de la Alimentación
Para el secretario regional para América Latina de la Unión Internacional de Trabajadores de la Alimentación (UITA), Gerardo Iglesias, la empresa se transformó en la última década. El titular de la asociación, que mantiene reuniones periódicas con las autoridades latinoamericanas de la compañía, sostiene que el momento de Nestlé en Uruguay se replica en las operaciones que la firma tiene en la región. "En Argentina se está viviendo un proceso de tercerización fuerte y una falta de diálogo total, algo muy similar a lo que pasó en Uruguay", apuntó Iglesias en intercambio con Café y Negocios.
En Nestlé Uruguay trabajan unos 130 empleados, hoy en día 36 están afiliados al sindicato. De los 13 empleados despedidos en esta instancia 10 estaban sindicalizados y dos eran dirigentes gremiales.
"Si a mí me hubieran preguntado hace 10 años si Nestlé era una empresa antisindical, yo hubiera dicho que no. Si me hacen la pregunta ahora, la respuesta sería otra", subrayó Iglesias y acusó a la compañía de proceder con "comportamiento antisindical". En ese sentido adujo que con la empresa "se perdieron todos los niveles de confianza" y que “no se le puede creer nada a Nestlé”. Con respecto a los efectos de estas medidas en Uruguay y la región el titular de la UITA remarcó que “hay un gran temor en todas las plantas de Nestlé por lo que pueda pasar” ya que el diálogo que antes era eficiente y constructivo entre las partes se rompió.
“Uruguay hizo muy bien los deberes y se adelantó a los dichos del nuevo CEO que cayó en paracaídas días después de estos despidos”, opinó Iglesias. Desde la empresa indicaron que las definiciones relativas al Centro de Distribución se tomaron con anterioridad a los recortes anunciados por la compañía a nivel global y subrayaron que la decisión obedece exclusivamente a la evolución del modelo de negocio para abocarse a producir y comercializar alimentos y bebidas, tanto para el mercado local, como para la exportación.
El momento de Nestlé en el mundo: recortes de trabajadores y acciones en alza
El nuevo CEO de la multinacional Philipp Navratil, exjefe de la división de Nespresso, asumió el liderazgo del grupo en setiembre, en medio de una agitación interna marcada por cambios abruptos en la cúpula directiva.
Su primer anuncio fue precisamente el recorte de personal que afectará a 16.000 trabajadores a nivel global durante los próximos dos años, en el marco de un plan de reestructuración destinado a reducir costos y recuperar el crecimiento tras un período de estancamiento. Este número representa aproximadamente el 6% de la plantilla de la compañía a nivel global.
“El mundo está cambiando y Nestlé debe adaptarse más rápidamente”, declaró públicamente Navratil y agregó: “Eso implicará tomar decisiones difíciles, pero necesarias”.
En este sentido, la compañía informó que las desvinculaciones apuntarán a puestos administrativos, con 12.000 de los recortes previstos en funciones no operativas repartidas en diversas regiones. A esto se suman 4.000 empleos restantes que se eliminarán con el objetivo de modernizar las operaciones logísticas y de producción.
Según la empresa, el programa permitirá generar ahorros anuales de 1.000 millones de francos suizos (US$ 1.260 millones) hacia 2027.
Esta iniciativa fue bien recibida por el mercado bursátil. La acción de la multinacional de origen suizo en la bolsa local pasó de 74,9 a 84,8 francos suizos tras el anuncio.
Analistas financieros interpretan la medida como una señal de que Nestlé busca recuperar su competitividad en un sector cada vez más dinámico y fragmentado.