La muerte de Juan Izquierdo, zaguero de Nacional, conmocionó al deporte uruguayo y mundial. El futbolista sufrió un paro cardíaco el pasado jueves en pleno partido de los tricolores contra Sao Paulo, por los octavos de final de la Copa Libertadores, y tras estar varios días en coma con respiración artificial, falleció.
En los útimos casos hubo algunos casos de muerte de deportistas en plena cancha.
En 26 de setiembre de 2019 murió el juvenil Agustín Martínez, de Boston River, próximo a la hora 11.30 después que unos días antes fuera ingresado de urgencia en el Hospital Pasteur como consecuencia de que se desvaneció y perdió el pulso en un partido de fútbol de Tercera División de su equipo ante Cerro por el Torneo Clausura. Tenía 17 años.
En julio de 2020 falleció el basquetbolista Ignacio De León, de 25 años, mientras estaba jugando un partido amateur en cancha de Montevideo.
En febrero de ese mismo año murió el adolescente de 13 años Leandro Paz, mientras entrenaba con su equipo Sparta de Minas.
El 17 de junio de 2021 falleció Robert "Bola" Lima, exjugador de Peñarol, mientras jugaba un fútbol 5 con amigos.
La ley 18.360 establece en su artículo 1° que "los espacios públicos o privados donde exista afluencia de público deberán contar como mínimo con un desfibrilador externo automático, que deberá ser mantenido en condiciones aptas de funcionamiento y disponible para el uso inmediato en caso de necesidad de las personas que por allí transiten o permanezcan". El decreto que reglamentó dicha ley, el 330/009 dice que "se entiende por disponibilidad de Desfibrilador Externo Automático, el hecho de poder acceder a la desfibrilación en un plazo menor a cuatro minutos".
Entre 3.000 y 4.000 personas fallecen al año en Uruguay por muerte súbita, según los datos de la Comisión Honoraria para la Salud Cardiovascular.