París tiene esta noche un encuentro con el mundo. La ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de París 2024 se perfila como un evento monumental, mágico y un desafío de seguridad sin precedentes. Al recorrer a pie las orillas de los seis kilómetros del Sena intervenidas para este espectáculo, se percibe una atmósfera de ansiedad y temor, reflejada en la vigilancia extrema. Barricadas policiales, controles interminables y un sistema de identificación ‘Pass Jeux’ han perturbado la vida en el centro de la "ville" de París. La visión de la ciudad de la luz blindada es un reflejo de la alarma ante cualquier amenaza, pero también ante cualquier falla.
El Sena, habitualmente vibrante con tráfico fluvial, ahora es un desierto bajo estricta custodia de miles de uniformados. El espacio aéreo sobre París está prácticamente cerrado, con helicópteros militares y decenas de drones proporcionando observación continua. Además, cientos de cámaras han sido colocadas para lograr una transmisión televisiva innovadora. Cientos de drones sincronizados, lentes robóticos y tecnología de punta garantizan que cada detalle del evento sea capturado desde ángulos nunca antes vistos. La capital del hexágono no tiene excusas; todo el mundo espera que muestre su esplendor en esta fiesta global.
Más de 45.000 policías y gendarmes han sido desplegados para proteger a 160 jefes de Estado y miembros de gobierno, 320.000 espectadores y más de 10.000 atletas. Entre los escenarios de riesgo considerados están un pánico mortal, actos terroristas y ataques de tiradores desde balcones o tejados. Para mitigar estos riesgos, se han desplegado unidades especiales como el Brav-N, junto con francotiradores del RAID y del GIGN en puntos estratégicos a lo largo del recorrido.
París es anfitriona de millones de invitados que pasarán sus bulevares, avenidas, parques, museos y miles de bares y restaurantes, venidos de todo el mundo. El presidente Emmanuel Macron ha estado profundamente involucrado en la organización de estos Juegos, enfrentando críticas y escepticismo desde el principio. Apodados despectivamente "Los dulces soñadores" por algunos, los organizadores han trabajado incansablemente para deshacer esta visión. Macron, recordando su juventud viendo los Juegos Olímpicos por televisión, ha sido un defensor ferviente de París 2024, comprometido a demostrar que la ciudad puede cumplir con las expectativas internacionales.
La ceremonia contará con un desfile acuático de más de 100 barcos que recorrerán el trayecto desde el puente de Austerlitz hasta la Torre Eiffel. Este recorrido incluirá actuaciones de artistas como Aya Nakamura y Céline Dion, junto a otros que celebrarán el patrimonio cultural francés. La llegada de la estrella quebequense a la ceremonia inaugural habla de una remontada milagrosa a una dura enfermedad. Este jueves 25 de julio, fue la propia estrella quien publicó en Instagram varias fotografías suyas en el Louvre y unas palabras: “Cada vez que vuelvo a París, me recuerda que hay tanta alegría y belleza que ver en el mundo. ¡Me encanta París y estoy muy feliz de volver!”.
La magnitud de la logística necesaria es impresionante, con más de 80 pantallas gigantes y sistemas de sonido instalados a lo largo del Sena para asegurar que los cientos de miles de espectadores puedan disfrutar del espectáculo. Las pruebas de sonido adelantaron un clima que será estremecedor. Lograr musicalizar y sincronizar a cielo abierto París es un hecho imposiblemente bello para narrar. Sebastián, el amigable encargado del tradicional L'Escalade en la Île de Saint Louis, ubicado en 1 Rue Des Deux Ponts, a pesar del trastorno y las mesas vacías por los transeúntes vedados de entrar a la "zona gris" reservada solo para acreditados, nos contagia con su entusiasmo y expectativa. Con una sonrisa que irradia calidez, nos muestra orgulloso un trofeo, un mate y algo de yerba, símbolos de sus simpatías con argentinos y uruguayos. Su gesto amable y sincero es un símbolo de amistad y esperanza en medio de los desafíos, recordándonos el poder de la cercanía y la solidaridad.
El acceso a la ceremonia se ha intentado democratizar notablemente, a pesar de que continúan las numerosas críticas. Las áreas superiores del río son limitadas pero de acceso gratuito, mientras que las zonas más cercanas requerirán entradas. Los precios han superado en algunas instancias los 5000 euros. Esto ocurre cuando la decisión reflejó el deseo de los organizadores de hacer de estos Juegos un evento inclusivo y accesible para todos. Sin embargo, la seguridad redujo el aforo considerablemente de los millones que estaban en los borradores originales. A lo largo del recorrido, los espectadores podrán observar algunos de los monumentos más emblemáticos de París, como la Plaza de la Concordia, la Explanada de los Inválidos y el Grand Palais.
Este es el gran día. La jornada que celebrará la gran ceremonia de inauguración desde las 19:30 horas. Para ser testigos de este super evento, estarán presentes dignatarios y figuras de alto perfil como el rey Felipe de Bélgica, el primer ministro británico Keir Starmer, el Príncipe Alberto de Mónaco, el Secretario General de la ONU Antonio Guterres y la primera dama de Estados Unidos, Jill Biden. El presidente argentino Javier Milei asistirá acompañado de su hermana, Karina Milei. La seguridad en torno a estos líderes es extrema, con atención especial para el presidente israelí, Isaac Herzog, debido a la situación en Gaza y el antisemitismo creciente en Francia. El presidente chino, Xi Jinping, está representado por un viceprimer ministro. Bajo sanciones occidentales, Vladimir Putin no fue invitado y el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky finalmente decidió quedarse en Kiev.
El evento no solo será una celebración del deporte y la cultura, sino también una prueba de fuego para el sistema de seguridad de Francia. Una Francia que es un blanco para el terrorismo internacional, las amenazas híbridas rusas y las almas revolucionarias protestantes de los franceses. Con todos los ojos puestos en París, la ciudad debe demostrar su capacidad para organizar un evento de esta magnitud sin incidentes. Con un detalle, un gobierno del Primer Ministro, Gabriel Attal, renunciado tras la crisis por los resultados de las recientes elecciones legislativas. Mientras el mundo espera con expectación, los organizadores confían en que su visión se convierta en una realidad memorable y segura.
El despliegue de seguridad incluye escenarios hostiles identificados. El primero, y más temido, es un pánico mortal causado por un evento de seguridad real o una falsa alarma. Para contrarrestar esta posibilidad, se desplegará el Brav-N, una unidad especial de intervención náutica. El segundo riesgo es un acto terrorista cometido por un individuo con un arma rudimentaria, a pesar de los estrictos controles de seguridad. El tercer escenario es un ataque de un tirador armado desde un balcón o tejado cercano. Los francotiradores del RAID y del GIGN estarán posicionados estratégicamente a lo largo del recorrido para responder rápidamente a cualquier amenaza.
París espera cumplir y superar las expectativas del Comité Olímpico Internacional (COI). La ceremonia es tanto una celebración personal para Emmanuel Macron como una prueba de su capacidad para liderar en tiempos de desafío. La idea de celebrar la ceremonia en el Sena surgió tras los Juegos de Tokio 2021. A pesar de las preocupaciones de seguridad, Macron insistió en encontrar soluciones en lugar de aceptar la inviabilidad del proyecto. Desde el primer día, ha luchado contra el derrotismo y ha impulsado medidas estrictas para asegurar la realización del evento. Esta ceremonia es un reflejo de su determinación y visión para Francia.
En definitiva, la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos marcará un hito en la historia de estas celebraciones, combinando una espectacular muestra artística con un despliegue de seguridad sin precedentes, en una París monumental que busca estar a la altura de sus promesas. El espectáculo de casi cuatro horas, imaginado por el director Thomas Jolly, presentará "una Francia orgullosa de su historia".
Lo que se proyecta para las pantallas de una audiencia televisiva de millones se adelanta como “conmovedor”. Desde su estreno mundial en Múnich (Alemania) en 1972, sus ceremonias de apertura son el único evento que reúne hasta 1.500 millones de personas al mismo tiempo. Y serán estas imágenes, la transmisión vívida y vibrante, el eje de una continuidad legendaria que pasará de una generación a la siguiente, inmortalizando por siempre los Juegos Olímpicos de París 2024 que están a punto de comenzar.
