El sol se pone detrás de los árboles, abajo una garza hunde sus patas en el llano humedal repleto de cangrejos y lo único que cierne algún desasosiego sobre esta calma es el cartel de “ecosistema en peligro” sobre el alambrado. Un proyecto de barrio privado con 68 lotes y siete manzanas sobre este margen del arroyo Solís Chico mantiene en vilo a vecinos y tierra adentro en el departamento, desde el escritorio del intendente de Canelones, precipita una serie de anuncios con ribetes políticos.
Marcelo Metediera tomó la posta en la comuna canaria cuando Yamandú Orsi renunció para hacer campaña y en el tema de los barrios privados piensa diferente a su antecesor.
El caso del Solís Chico –a resolverse este lunes en la Comisión de Cuenca que se reunirá en Atlántida– se limita a cuestiones ambientales. Pese a que en enero avaló como intendente interino la “viabilidad” del proyecto postulado por el grupo desarrollador de La Tahona –bajo la sociedad Solvy SA–, Metediera tomó nota del “ruido” en torno a que la construcción pudiera afectar el cangrejal contiguo, sobre el que rige “protección ambiental”.
20240926 Vista de El Cangrejal. Proyecto de barrio privado en Solis Chico, genera quejas en vecinos de La Floresta. (5).jpg
Foto: Inés Guimaraens
“Me comprometí a que hasta que no se vuelva a reunir la comisión no se movía ni un centímetro el expediente. El diseño como está proyectado no sería viable ambientalmente y hay que modificarlo”, dijo el jefe comunal a El Observador. “El lunes 30 voy a levantar varias cosas que plantean las organizaciones sociales y vamos a ver si avanzamos”.
Metediera tiene en la mira las tres manzanas más próximas al humedal. El tema es complejo: las organizaciones de vecinos, que trabajan junto al Centro Universitario Regional Este de la Universidad de la República, reclaman que por encontrarse el terreno dentro del Inventario de Ecosistemas Relevantes debería haber un “buffer” de 50 metros alrededor del humedal sin intervención alguna, pero la Intendencia de Canelones permitió hasta diez metros. Yamila Castro, arquitecta y vecina del balneario Las Vegas, lo ilustró así ante los diputados de la Comisión de Ambiente en agosto: “Fíjense que diez metros es muy poco. Es la distancia que hay desde donde estoy sentada a donde están ustedes. Ahí ya habría una casa y, al lado, ya estarían los cangrejos”.
Solvy SA, sin embargo, presentó un estudio biológico de Prado Consultores que concluye que “no existe superposición entre las manzanas proyectadas en el emprendimiento y el cangrejal”, en tanto hay “un claro escalón que delimita la zona del cangrejal y un monte mixto en la parte superior del terreno”.
El intendente Metediera está de acuerdo con los vecinos en varios puntos y tiene especial preocupación por una zona “buffer” entre el humedal y la avenida que bordea el arroyo, para la que alertan que la tala de árboles en pos de construir puede profundizar la erosión sobre una barranca donde pasan vehículos pesados, como el 711 que llega a La Floresta.
"Me quiero apoyar en la gente para que, lo que se pueda hacer, se haga bien", concluyó. En otras palabras, que el proyecto disminuya en cantidad de lotes y manzanas si es necesario.
20240926 Vista de El Cangrejal. Proyecto de barrio privado en Solis Chico, genera quejas en vecinos de La Floresta. (6).jpg
Foto: Inés Guimaraens
Un dilema para el Frente Amplio
Por fuera de ese expediente puntual que él mismo se ha puesto al hombro, el jerarca del Partido Comunista marca la cancha sobre la continuidad de los barrios privados en Canelones, defendidos a capa y espada por Orsi como una fuente importante de recursos –con altas contribuciones inmobiliarias– para derramar en el resto del departamento.
Los barrios privados son un dilema incómodo para el Frente Amplio. La posición que todavía hoy mantiene Orsi es incluso contraria a la definición de las bases programáticas que por unanimidad votó el Congreso frenteamplista: “Se deberá evitar la construcción de barrios o enclaves cerrados”, ya sea “barrios privados o cualquier eufemismo”, porque “potencian las diferencias sociales y generan más segregación”.
Metediera reivindica esa línea de pensamiento: “Conceptualmente no comparto la lógica de los barrios privados. Canelones tiene un importante desarrollo logístico que va de la mano con la inversión en estos barrios, que genera mucha contribución inmobiliaria y con eso hacemos obras. Lo que pretendo es que no existan nuevos barrios privados en zonas más allá de Camino de Los Horneros, que hoy está consolidada con un plan parcial”.
“Hoy la normativa te permite instalar ese tipo de barrios en suelos de categoría suburbano turístico. Ahí vamos a cambiar algunas lógicas normativas: se podrán consolidar nuevos desarrollos, pero no con las características que hoy conocemos, con barrera para el ingreso o sin libre circulación”, espetó el actual intendente, quien adelantó a El Observador que presentará las modificaciones “antes de que termine el año”, ya sea por la vía de un proyecto de decreto –que debe aprobar la Junta Departamental– o mediante resolución administrativa.
1709596009584.webp
Marcelo Metediera, nuevo intendente de Canelones
Gastón Britos/Focouy
Metediera garantizó en tanto que “lo que hoy está ejecutándose va a seguir como está”.
Según la reciente investigación "Urbanismo neolibreal: barrios privados en Uruguay" del académico Marcelo Pérez Sánchez, hoy hay 17 barrios privados en Canelones. Por otro lado, una tesis de grado para la Facultad de Información y Comunicación escrita por Valeria Trindade e Ignacio González, consigna en base a datos oficiales que entre 2020 y 2023 la Intendencia de Canelones casi duplicó las habilitaciones bajo el régimen de Urbanización en Propiedad Horizontal (UPH), pasando de 15 a 26. La investigación aclara además que otros desarrollos similares pueden haberse autorizado bajo regímenes más difíciles de identificar.
En este tema, además del argumento de generar recursos para la intendencia, el discurso de Orsi ha sido históricamente similar al de los propios desarrolladores de barrios privados: que la realidad uruguaya “es bastante distinta” al modelo de countrys argentinos y que no queda una zona “partida en dos”, sino que vecinos de uno y otro lado “se integran”.
Otro punto a menudo esgrimido, especialmente sensible para el Partido Comunista, tanto para los dos alcaldes que ha tenido en Colonia Nicolich como para los dirigentes del Sindicato de la Construcción (Sunca), es el de la generación de empleo: “A veces dicen: ‘ah, los barrios privados’... Pero ahí trabajan 1.800 personas”, aducía años atrás el exalcalde Rúben Moreno.
Consultado al respecto, Metediera respondió: “Hay más una interacción que una integración. Ponen guita y ayudan a hacer cosas socialmente, pero no es una integración. Porque si alguien de Villa del Tato quiere entrar a La Tahona, no puede (...). Son distintas formas de verlo, y también qué tipo de sociedad estás construyendo. Para mí no es un modelo de desarrollo”.