El candidato del Partido Nacional cerró su campaña en Las Piedras y aseguró que serán la "locomotora" que guíe a la coalición a un nuevo gobierno
Álvaro Delgado y Valeria Ripoll en el cierre de campaña del Partido Nacional en Las Piedras
Leonardo Carreño Álvaro Delgado en el cierre de campaña del Partido Nacional en Las Piedras
Leonardo CarreñoEl candidato del Partido Nacional, Álvaro Delgado, cerró este martes en Las Piedras su campaña rumbo al 27 de octubre. El lugar elegido no fue casualidad, ya que fue el mismo que usó Luis Lacalle Pou en 2014 y 2019.
Ante un millar de militantes, la mayoría de Canelones que disfrutaron de sacarse selfies con un cabezudo del presidente, Delgado dio su último discurso de campaña.
Estuvo acompañado de Valeria Ripoll, la candidata a vicepresidenta, que se animó a subir el escenario para bailar con Majo y la del 13, la banda encargada de ambientar la previa, y también dirigentes nacionalistas.
Los dirigentes fueron subiendo uno por uno con la particularidad de que la ministra de Economía, Azucena Arbeleche, fue la más aplaudida.
Tal como lo viene haciendo, Delgado ofreció un discurso de unos treinta minutos en el que marcó la importancia de la elección. Defendió lo hecho en los últimos cinco años por el gobierno de Lacalle Pou y dijo que el único honor más grande que ser candidato del Partido Nacional es ser presidente en nombre de esa agrupación.
"Quiero hablarle a los blancos, a los de la coalición, a los ciudadanos descreídos, indecisos y los que están pensando: no dejen que otros decidan por ustedes, cada uno tiene que ser protagonista de su decisión", pidió. Y llamó a la gente a reflexionar sobre "quién es creíble" para "pedirle la confianza a la gente".
En algunos tramos, el nacionalista fue interrumpido por algunos gritos de “presidente-presidente” y despertó aplausos cuando le aseguró a Ripoll que será una “gran vicepresidenta”.
En el discurso, Delgado pidió que el “Uruguay no retroceda” y señaló que la otra alternativa es el “peor pasado” en referencia al Frente Amplio.
"Tenemos un mejor país que en 2019. La alternativa es volver al peor pasado. Ni yo ni ustedes queremos volver. Este 27 se define la continuidad. Si la coalición republicana es el proyecto político más votado empezamos a asegurar la continuidad del gobierno", insistió.
Por eso pidió en estos días que quedan antes del domingo 27 de octubre a "tocar todas las puertas" y "enamorar, convencer, conquistar y motivar" a aquellos que no definieron su voto.
"Se van a encontrar con mucha gente que reconoce que estamos mejor que en 2019. En todos lados este gobierno avanzó. Los pasacalles de 'El gobierno fracasó' se cayeron todos. Los tiró la realidad. Por eso decimos que estamos orgullosos", argumentó.
A los demás socios de la coalición –con quienes deberá hacer campaña rumbo al balotaje en caso de que ningún partido logre las mayorías necesarias el 27 de octubre– Delgado les mandó un saludo. "Al Partido Nacional le toca ser la locomotora pero no un tren sin vagones. El domingo de noche estaremos todos juntos".
Señaló que el domingo de noche, luego que se abran las urnas, estarán "todos juntos" y podrán sacarse una foto de la nueva coalición. A su vez, dijo que desde el lunes se reunirán para coordinar el nuevo Compromiso por el país.
"Cinco días determinan cinco años. Los resultados se construyen y se merecen. Hoy es el último acto grande. Los otros vendrán en el balotaje. Todo lo que somos lo dimos y lo que fuimos fue porque ustedes lo hicieron posible", cerró.
La candidata a vicepresidenta Valeria Ripoll también dio un discurso de cierre en Las Piedras, unos minutos antes de que lo hiciera Delgado.
Acompañada de su familia, la exdirigente sindical dijo estar "orgullosa" de la "decisión de vida" que había tomado al incorporarse al Partido Nacional y luego aceptar acompañar a Delgado en la fórmula.
"Hemos sido bien distintos en cuanto a cómo llevamos adelante la campaña", dijo sobre los últimos meses, en los que el Partido Nacional defendió haber hecho una campaña de "propuestas" en contraposición con la de Yamandú Orsi.
En particular, Ripoll destacó como un logro del gobierno de Luis Lacalle Pou el acceso a viviendas.
"La mayor política social que puede hacer un gobierno es darle una vivienda digna a la gente. Por primera vez las políticas sociales fueron un trampolín para que las familias salgan de la pobreza", afirmó.